Entre mi orgullo y mi amor

6 0 0
                                    




Entonces apareció entre las sombras, mientras más parpadeaba incredula de que ella estuviera aquí, mi corazón estaba saltando de alegría dentro de mi pecho.

—¿Rea? —susurre su nombre lo más suave posible

Rea dio un paso adelante hacia mí y dijo:

—Si alguna vez me hubieras pedido ese futuro. El futuro que envidiaste de Ela. Yo te lo habría dado sin dudarlo.

Sus palabras resonaron en mi mente, pero entonces...

— ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a decirme cómo fue tu noche de bodas con Apolo ? ¿A contarme cómo finalmente lograste cumplir con tu deber? — Pregunte llena de rencor.

—No es el lugar adecuado, además hay una rueda que sobra aquí— Dijo mirando a Acheron con el ceño fruncido.

Acheron sin dudarlo salió corriendo. ¿Por qué le teme tanto a Rea? ¿Que le habra hecho en los últimos 7 años?

—Hablemos— Dijo ella intentando tomar mi mano.

—Estoy trabajando— Deseaba que mi mente y mi corazón no me traicionaran, no fingía en absoluto, realmente estoy dolida con ella, pero me siento la persona mas feliz en tenerla ahora mismo aquí.

Y como siempre, Rea. Nunca pierde.

Nos encontrabamos en su templo, era el único lugar donde podíamos estar seguras.

—¿Del 1 al 10 cuánto estas enojada conmigo?— Pregunto mientras se sentaba en su cama.

—¿Por qué si los hombres tienen prohibido la entrada a tu palacio, siempre me traes a tu habitación?— Pregunte obviando su pregunta.

—Porqué nuestras discusiones siempre terminan en sexo— Respondió mordiendose los labios.

Oh...

Trague saliva al escuchar su respuesta.

¡Maldita sea!

—¿Y?

—....

—¿Estas enojada conmigo?

—...

La iba a ignorar, no me iba a permitir llorar y mucho menos me iba a humillar delante de ella diciendole cuanto me había lamentado y cuanto la había extrañado.

—¿Me aplicaras la ley del hielo? ¿Sabes que puedo hacer que este hielo se derrita rapido, no? — Entonces ella apareció arriba de mi con una sonrisa maliciosa.

Se que hace unos segundos pensaba que no perdería mi dignida, pero es que la he extrañado tanto que...

La bese, y ella respondió a mi beso eufórica, cuándo pensaba que Apolo había tocado todo lo que alguna vez fue mío me llene de rabia.

Pero joder, cuánto la deseaba.

Es como si ella supiera que el vestido blanco es mi debilidad, porqué es fácil de quitar.

Con una mano agarre a Rea por la cintura, y con otra atraje su cuello a mi boca, pase mi lengua por su parte lateral, mientras sus gemidos avivaban más la pasión, la mordí con fuerza. Quería que Apolo se preguntara si fui yo.

—Hope...— Dijo mi nombre entre gemidos y me volví loca.

Le di la vuelta y la acoste en la cama, mientras con una mano le daba placer en su zona más sensible, lleve la otra a su boca.

—Chupa— Le exigí con voz ronca.

Y ella lo hizo con gusto, mientras más succionaba mis dedos, a ese mismo ritmo la penetraba con los otros, ella estaba casi lista, pero no la dejaría llegar.

Este sería su castigo.

—¡Chupame!— Suplico Rea entre gemidos.— ¡Por favor!

—¿Qué quieres que chupe? — La haría entrar en mi juego.

—A mi... !Toda! — Cuándo Rea vio que pare, sus caderas empezaron a moverse por si misma.

Saque mis dedos y se quejo.

—¿Por qué me lo niegas?— Se quejo —¿Y por qué aún estas con ropa?

Mire mi uniforme de trabajo, y me escogí de hombros.

—Asi estoy bien.

—Mejor asi.

—No es excitante si haces desaparecer mi ropa así—Le hice saber.

—Para mi es excitante el simple hecho de ver tu cuerpo desnudo, y tus pezones erectos.

Rea siempre tenía algo en su manera de hablar en el sexo que me hacía sentir tímida, pero esta vez yo tendría el control.

—No te voy a comer. Ese es tu castigo, pero....— Me subí arriba de ella, y con cuidado subí una de sus piernas en mis caderas — Estoy tan excitada como tú, que me voy a frotar contigo hasta que acabe, si tú no lo haces, entonces.. ¡Es tu problema!— Y empece a moverme hasta que su coño y el mio encajaron de manera perfecta.

Mi sonido favorito siempre han sido los gemidos de Rea.

Entre su cuerpo y escucharla gemir, es como morir, y vivir en el paraíso, todo en ella era perfecto.

—Voy a acabar— Me hizo saber, y entonces me mordió el hombro como hace un rato lo hice yo con ella.

Y me entregue a ella por completo.

Mientras mi respiración volvía a hacer la misma me aferraba al abrazo de Rea, pero la incertidumbre me mataba, ¿Me acabo de convertir en la amante de Rea?

—!No es asi!— Interrumpió ella— He estado leyendo tus pensamientos desde que te vi, y hay algo que debo decirte.

—No, no lo quiero escuchar—Le hice saber.

—Hope...— Rea se movió para quitarme de sus brazos y sentarse en la cama, me miraba con una cara seria — No fue mi elección Hope, ¡Tienes que saberlo!

—¿Qué lo hace diferente Rea? Te casaste con Apolo, entonces... ¿qué ha cambiado ahora? ¿Por qué estás aquí? — Intente sonar firme, aunque todo dentro de mi parecía un remolino de emociones.

—Eros me flechó. Lo supe mucho después, cuándo todo había cambiado. Pero incluso bajo su encanto, algo dentro de mí siempre gritaba tu nombre—Su voz temblaba levemente—Mi corazón, siempre te perteneció a ti. Siempre. Nunca he dejado de amarte, aunque me obligarán a fingir lo contrario.

—No estoy entendiendo— Dije confundida, aunque las palabras de Rea me golpeaban con fuerzas inesperadas, no quise ilusionarme.

—Eros, cupido me flecho— Dijo ella sonriendo—Muy en el fondo sabía que jamás me enamoraría del idiota de Apolo, todo lo que sentí por el, todo lo que me nació para el, fue gracias a Cupido. He roto las cadenas apenas me entere, vine a buscarte porque mi corazón siempre ha sido tuyo. No hay nada que me impida estar contigo, si tú aún me amas claro...

Ni siquiera conteste, me tire nuevamente a sus brazos y deje castos besos por toda su cara, no podía de felicidad, Rea estaba aquí, conmigo, sin miedos, sin ataduras, sin una estupida profecía de por medio, lo nuestro siempre ha sido genuino, y no hay Zeus ni Olimpo que pueda romper esto.

—¡Te amo!— susurre en sus labios— Siempre te he amado.

Desde mi encuentro con Hope, no le había confesado mis sentimientos, todo había pasado demasiado rapido, pero ahora que la tengo aquí al frente y sigue siendo solo mia... O asi espero...

—Ni siquiera un beso con lengua pude llegar a darle— Respondió ella aclarando mis pensamientos — Siempre he sido tuya, siempre sere solamente tuya.

—No sé qué traerá el futuro. Pero por primera vez en tanto tiempo, no me importa. Si estamos juntas, eso es todo lo que necesito.— Le hice saber a Rea mientras me acomodaba en sus brazos.

—No hay futuro en el que no te ame Hope—dijo Rea con una voz firme llena de emoción— No importa lo que venga, no importa lo que mi padre intente. Este amor es nuestro, y nada podrá arrebatárnoslo.

Y una vez mas me entregue a mi amor sin reservas.

inmortal desolacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora