La invitada

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Pov de Freen.

Mi paciente tenía razón en  algo: No estoy siendo muy profesional.

Sin embargo, yo también tenía razón en algo: Hubiera ayudado a cualquier persona que estuviera en su lugar.

Ella aceptó que la llevara a casa de mis padres temporalmente. Es bueno que ella haya aceptado mi sugerencia porque de esta manera puedo ayudarla. Después de todo, es una mujer joven que había perdido la memoria y además había intentado quitarse la vida. Todo eso sin contar que aún nadie preguntaba por ella.

Después de que acordáramos que la llevaría con mis papás, ninguna de los dos dijo más sobre el tema.

-Yo... -Intentó decir.  -¿Cómo puedo firmar mi alta?

La miré ligeramente confundida.

-No sé mi nombre y no sé cómo es mi firma. -Agregó.

-Oh, no es problema. -Expresé. -Aunque pongas una línea cuenta como tu firma.

Ella asintió.

Regresé mi atención a los papeles que habían llegado a mi consultorio pero en ese momento, una llamada entró a mi celular.

Al sacar el celular de mi bata y observar la pantalla, pude ver que se trataba de Jai, mi amiga de la universidad que actualmente, es quien me ayuda a recoger a los niños cuando yo no puedo debido al trabajo.

-Un momento. -Le pedí a mi paciente frente a mí.

-No hay problema. -Contestó.

Me levanté de mi asiento y caminé hacia la puerta, cerrando a mis espaldas y contestando la llamada.

-Hola, Jai. -Expresé. -¿Todo bien?

-Todo bien. -Aseguró. -Me da mucha vergüenza pero hoy no voy a poder pasar por los niños a la escuela. Me salió algo en el trabajo de último minuto.

-No te preocupes. -Contesté. -Hago un tiempo y voy por ellos.

-Sabes que si fuera por mí... -Intentó decir.

-Lo sé, Jai. -Interrumpí. -Siempre me ayudas con los niños, no te preocupes.

Aparté el celular levemente de mi oído para ver la hora y noté que debía apresurarme o no llegaría a tiempo por Ayaz, quien sale de la escuela antes que su hermana mayor.

-Debo apresurarme, Jai. -Comenté. -Hablamos después.

-Cuídate. -Agregó. -Puedo pasar a tu casa más tarde para cocinarles algo, si gustas.

-De acuerdo, está bien. -Respondí. -Hasta luego.

Colgué llamada y de inmediato, abrí la puerta de mi consultorio.

Caminé hacia mi escritorio y tomé mi bolso que se encontraba sobre él.

-¿Me esperarías? -Pregunté. -Tengo que ir por mis niños a la escuela.

-No te preocupes. -Respondió.  -De igual manera, no tengo otro lugar para ir.

Asentí.

Me sentía bastante mal por ella.

No la conocía pero podía ver mucha tristeza en su mirada.

-Puedes quedarte aquí mientras tanto. -Sugerí. -Nadie va a molestarte.

-Está bien. -Contestó.

Sin agregar nada más, salí de mi consultorio y apresuré mi caminata para poder llegar al primer piso y buscar mi auto.

Aún tenía algo de tiempo de sobra, si es que no había tráfico durante el camino.

Al subir a mi auto, conecté mi celular en caso de que me entrara alguna llamada. De esta manera podía contestar con mayor facilidad y sin tener que detenerme.

Daylight - FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora