10 de Octubre

4: Algo muy cliché...

Ivelle

El silencio en casa ha sido pesado durante estos días en los que Matthias no me ha dado señales de vida. Cada minuto lo siento como una pequeña grieta en el muro de mi paciencia y mientras menos responde a mis mensajes más se acumula mi desesperación.

Sé dónde hay mejor probabilidad de encontrarlo, pero entrar a redes sociales no es algo que crea conveniente en mi inestabilidad, temo lo que me voy a encontrar porque sé cuál es su forma de desquitar conmigo todo su coraje. Sin embargo, me vuelvo valiente y con un suspiro presiono el ícono de Instagram y me voy directo a su foto de perfil con el círculo en verde que le rodea.

Mi mente se congela un segundo, he tratado de justificar a Matthias miles de veces incluso creyendo que yo me merecía esa tortura por hacerle pasar un mal rato, porque él ha tenido menos que yo y su enojo y necesidad lo hacían distorsionar las cosas, pero a veces mi intuición me dice que me he equivocado y aunque admito que es así, me vuelvo dependiente a él.

Con las manos temblorosas, mi estómago con náuseas y un nudo en la garganta, escribo un mensaje corto y directo a su chat.

*¿Es enserio, Matt? ¿Estás con alguien? *

Obviamente su objetivo de que yo vea la historia y me sienta mal lo ha logrado, así que no tarda mucho en devolverme el mensaje.

*¿Qué? ¿No puedo tener amigas sin que salgan tus inseguridades? Necesitaba un día de distracción*

Salgo de Instagram y me dispongo a marcarle, respiro hondo y trato de calma en temblor en mi voz. Matt no responde.

*Por favor... contéstame* —insisto y mi corazón se acelera cuando al momento de entrar la llamada, él la rechaza inmediatamente.

*Matt, tenemos que hablar*

*¿De? Yo no tengo nada de qué hablar*

*Por favor, Matt, no seas así conmigo, no hice nada malo*

*Dilo por mensaje, Ivelle*

Aprieto los labios y cierro los ojos permitiendo que las lágrimas caigan por mis mejillas rojas, me recargo en la pared de mi habitación y me dispongo a escribir mi ideal, sabiendo que puede ignorarlo o decir algo más hiriente.

*Subes la foto de una chica con un mensaje diciendo lo hermosa que es, luego subes la foto de tu departamento, en la cama jugando Xbox con una chica... No se trata de que no tengas amigas, sino de que tratas a tus amigas con intenciones diferentes a las de un amigo especialmente cuando sabes que me haces daño con ello y lo haces como si no importara. Me duele que siempre intentas herirme con algo...*

*Si te duele, no las veas. Yo no voy a dejar de tener amigas sólo por tus inseguridades, ellas me han apoyado mucho*

*¿Y yo no?

*A ti no puedo contarte todo, obviamente, es otro tipo de confianza*

*¿Estás siendo consciente de lo que estás escribiendo, Matt? *

*Nada de esto pasaría si confiaras en mí*

*Dejé de tener amigos porque te molestaba que tan sólo hablaran conmigo y tú no puedes dejar de tener amigas porque según tú son las únicas que te apoyan siempre...*

*Ivy, ya quiero descansar, ¿qué más vas a decir? *

Me quedo estática por un momento y al minuto vuelvo a intentar la llamada, mi ansiedad se ha disparado, siento las manos temblarme y el reflujo subir por mi garganta.