Alianza.

Capítulo 3.

            Louise abrió sus ojos como platos cuando sintió el peso del monstruo caer a su lado. Sus manos temblaban y sentía como los nervios de morir recorrían todo su cuerpo como si fuesen agua. Giró su cabeza lentamente, chocándose de frente con la enorme y apestosa boca del gigante monstruo. Un chillido escapó de sus labios, pero sus piernas no reaccionaban para escapar del lugar.

─ ¿Planeas quedarte allí todo el día? ─ Louise levantó la vista y vio a un chico frente a ella─ Sabes, tengo cosas que hacer, rubia, ¿vas a esperar a que te maten?

Louise no esperó un segundo más y se levantó tambaleándose. Vio al chico frente a ella, era alto y lucía de unos veinti tantos años. En su mano derecha tenía un arma parecida a una pistola, pero que dentro de ella tenía un líquido extraño que brillaba. El rostro del chico lucía serio, y miraba con sus ojos oscuros a Louise como si ella fuese un animal lastimado e indefenso, pero no había ni una pizca de lástima en su mirada. Su cabello, también oscuro, estaba despeinado, y una gota de sudor se deslizaba por su rostro con lentitud.

─Yo... Yo...- Louise intentó hablar, pero las palabras parecían quedarse atoradas en su garganta.

─Tú... Tú... Debes reaccionar y caminar tras de mí si no quieres que nos maten─ el chico se dio la vuelta y comenzó a caminar por la calle.

─ ¡Eres un desconocido!─ Louise dio dos pasos al frente y levantó la cara intentando parecer valiente y evitando las lágrimas─ No iré a ningún lado con un desconocido.

─Vaya...─ el chico se frotó el área entre los ojos y se giró a ver a Louise─ Así que eres de esas chicas─ se acercó más a Louise mientras ella convencía a su cuerpo de que debía quedarse donde estaba sin mostrar debilidad─. Sólo te quería ayudar, ¿sí? Pero si prefieres quedarte aquí a que venga un Scrawton y te mate... Eso ya es decisión tuya.

─ ¿Un qué?─ la confusión invadió la mente de Louise como una ola.

─Un Scrawton. ¿En qué mundo vives? ¿Acaso no ves el Apocalipsis a nuestro alrededor?─ el chico extendió los brazos señalando la ciudad destruida que los rodeaba.

─Estoy... Muy confundida. Yo solo estaba en casa cuando mis padres se fueron y luego vi a un... ¿Scrawton?─ el chico asintió─ A un Scrawton comerse a...

─De verdad que no me importa─ Louise frunció el ceño ofendida frente al atrevimiento del chico─. Pero espera... ¿Eso pasó hoy?─ Louise asintió con lentitud, él respondió con una carcajada─ ¡Llevamos más de una semana en Apocalipsis!

─ ¿Qué? ─la voz de Louise tembló un poco al hablar, pero luego recobró la compostura.

─Responde algo, chiquilla, ¿quién eres?

─Louise... Louise Rosewood.

─Ahora todo tiene sentido─ el chico chasqueó la lengua─. El helicóptero salió hoy, ¿qué se siente ser abandonada por tus padres?

─Ellos...─ Louise no pudo terminar de hablar cuando rompió en llanto, el chico frente a ella puso los ojos en blanco y se balanceó sobre sus pies con fastidio.

─Vámonos ya, no vaya a ser que nos coman... Por cierto, soy Drake Harmon─ Louise asintió y limpió las lágrimas de su cara con la manga de su chaqueta.

Drake se dio la vuelta y comenzó a caminar con Louise siguiéndole de cerca. Louise no podía hacer más que mirar el piso. Todo parecía tan irreal en ese momento que no le impresionaría que apareciera su cantante favorito frente a ella. Las lágrimas se deslizaban por su rostro a través de un camino silencioso que se abría entre sus mejillas. Se sentía ciega, sentía como la habían aislado y luego abandonado sin decir palabra, no podía creer como le habían ocultado algo tan grande como un apocalipsis.