En el capítulo 13 de 1 Reyes, se relata una historia significativa sobre un profeta y la idolatría en Israel:
1. Profeta de Judá: Un profeta de Judá es enviado por Dios para llevar un mensaje contra el altar en Betel, que había sido establecido por el rey Jeroboam. El profeta profetiza que el altar será destruido y que se anunciará la llegada de un rey llamado Josías.
2. Destrucción del altar: Al escuchar el mensaje, Jeroboam intenta arrestar al profeta, pero su mano se paraliza al intentar señalarlo. Luego, el altar se quiebra, cumpliendo así la profecía.
3. Invitación del rey: Jeroboam invita al profeta a su casa para comer y recibir un regalo, pero el profeta se niega, afirmando que ha recibido instrucciones de Dios para no comer ni beber en Betel.
4. Engaño de un profeta viejo: Un profeta viejo en Betel escucha sobre el profeta de Judá y lo engaña, diciéndole que también ha recibido un mensaje de Dios que le permite comer con él. El profeta de Judá, desobedeciendo, acepta la invitación.
5. Consecuencias de la desobediencia: Después de comer, el profeta de Judá recibe una nueva revelación de que, por desobedecer a Dios, morirá y no será enterrado en la tumba de sus antepasados. En el camino de regreso, es atacado por un león, cumpliéndose así la advertencia.
Este capítulo ilustra temas de obediencia y desobediencia a la palabra de Dios, así como las graves consecuencias que pueden resultar de desviarse de sus instrucciones.
