En el capítulo 16 de 1 Reyes, se narran los reinados de varios reyes de Israel, destacando la corrupción y la idolatría:
1. Profecía contra Baasa: El profeta Jehú, hijo de Hanani, es enviado a Baasa para profetizar el juicio de Dios sobre su casa debido a su maldad y la continuación de la idolatría. Se le advierte que su linaje será exterminado.
2. Reinado de Elá: Tras la muerte de Baasa, su hijo Elá se convierte en rey de Israel. Su reinado dura solo dos años, y se describe como malo, siguiendo los caminos de su padre en la adoración a ídolos.
3. Asesinato de Elá: Zimri, un comandante del ejército, conspira y asesina a Elá mientras este está en su palacio. Después de su muerte, Zimri se convierte en rey.
4. Reinado breve de Zimri: Zimri reina por solo siete días antes de que Omri, otro comandante del ejército, lo desafíe y tome el control de la ciudad de Tirza. Zimri se suicida al quemarse en el palacio.
5. Ascenso de Omri: Omri se convierte en rey de Israel y establece su reinado en un tiempo de conflicto. Bajo su liderazgo, la capital se traslada a Samaria, y se construye una nueva ciudad.
6. Reinado de Acab: Finalmente, Acab, hijo de Omri, toma el trono. Su reinado es notable por ser particularmente maligno, ya que se casa con Jezabel, una princesa fenicia, e introduce la adoración de Baal en Israel, lo que provoca una mayor ruptura con la fe en el Señor.
Este capítulo resalta la inestabilidad política en Israel y la constante inclinación hacia la idolatría, lo que culmina en el reinado de Acab, quien se convierte en uno de los reyes más infames de la historia de Israel.