Historia entre tus dedos ©️[En Proceso]

Capítulo 6✨

Capítulo 6:
                      
     Carlos me esperaba en la puerta de la escuela, nuestra primera clase era deporte con el señor Martínez. Sigilosamente me toma la mano y pone la pastilla. Coloqué la pastilla bajo mi lengua y bebí un poco de agua.

—¿Por qué no te has puesto la ropa deportiva?—dijo confuso—. Deberías venir de tu casa vestida con la ropa de deporte.

—Me voy a cambiar aquí. Ahora sí me permites, me voy.

Me sujetó del brazo y pegó mi cuerpo al suyo. Comenzó a olfatearme y susurrar cosas que apenas entendía. Su mano desocupada me acomodaba el cabello.

—Déjame ir contigo— exclamó.

Solté su agarre y fui camino a los vestidores.

La situación se me estaba escapando de la mano, íbamos lejos y cuando el camino termine recibiría un empujón por Carlos que devolvería al estado inicial. Nadie se conocía, yo me sentiría menos bonita por no estar con él y es ahí cuando me daré cuenta que estoy haciendo las cosas mal.

Llegué tarde a la clase de deporte, como castigo tuve que recorrer la cancha diez veces junto a Liz y Boris, misteriosamente llegaron juntos. Boris llevaba dos vueltas de adelanto mientras que nosotras apenas podíamos dar un paso.

—¿Por qué llegaron ustedes dos juntos? —dije.

Liz solo se quedó callada.

—¿No me vas a decir?— pregunté.

Arqueé mi ceja e intentaba darle un poquito de presión con mi expresión.

—No…no pasa…nada…de…verdad—tartamudeó—. Solo…fue coinci…coinci…dencia.

—Bueno si tú lo dices.

Tragó en seco y me sujetó el brazo.

—Nos besamos…—hizo una pausa—. Estamos saliendo.

—¿Y eso cómo se dió? ¿si tú lo odiabas? —inquirí.

Ella solo suspiró.

—No había dicho nada, en clases de literatura tuvimos que hacer un trabajo juntos. El visitó mi casa y una discusión a otra él me robó un beso para silenciarme— soltó emocionada—. Un beso llevó a otro, y otro y al sexo salvaje contra la pared, el baño, la sala, la cocina…

—¡Detente!—ordené—.No des esos detalles ¿Tus padres estaban en casa?.

Ella negó con la cabeza y sonrió.

— Eso lo explica todo. ¿Lo que dicen de que folla mal? ¿es cierto?

—Para nada, aquello lo dije para molestarlo. Imagínate que me manipulo mi cosita con el roce de los dedos y me enloqueció—dijo emocionada—. Estamos dando pasos lentos, pero vamos en serio o por lo menos eso dice él.

Boris pasó corriendo y le dió una nalgada.

—Corre potra— gritó.

Observé a Carlos, me miraba con cara de odio por negarle que me acompañara a cambiarme la ropa.

…Narra Carlos…

Miraba a Clara dar las vueltas al terreno deportivo. Sergio se colocó a mi lado y puso uno de sus brazos encima de mi hombro.

—¿Te estas enamorando de Clara?— preguntó Sergio sonriendo—. No dejas de mirarla.

—¿Yo?—bufé haciendo mueca de asco—. ¡Yo no hago eso del amor!.

Golpeé su abdomen haciéndole retorcer de dolor.

—No molestes Sergio.

—Es que no dejas de mirarla y ella no te hace caso, solo se ríe con la amiga de las absurdas palabras que imagino que les dice Boris.