La charca de Tommy

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Lleva nevando un rato ya. La nieve se me clava en la piel como cristalitos. Casi todos piensan que esto es una tontería pero yo presiento que no... Presiento que vamos a encontrar la forma de salir de aquí, y que podremos contarlo a nuestros familiares y amigos cuando regresemos a casa. Llevo encima unas ocho capas de ropa, pero todavía siento frío. Llevamos cuatro horas caminando ya. Pero no hay suerte. Edvard pretendía rendirse hace media hora. Evangeline simplemente tiene sueño. A mi me escuece el dedo índice de mi mano derecha. Antes he ido a meter las manos en los bolsillos de mi chaqueta y he olvidado que tenía una navaja suiza en el bolsillo derecho, que no cierra bien. Por lo que me he cortado.

No hablamos. Simplemente caminamos. Todo esto me recuerda a una vez que me perdí en el monte con mi primo Roberto. Ese día fuimos a pescar con mi abuelo, y las horas pasaron muy rápido... Hasta que una serpiente salió del agua y mi primo y yo nos asustamos tanto que empezamos a correr bosque adentro sin mirar atrás. Mi abuelo gritaba nuestros nombres, pero estabamos demasiado asustados. Tengo que decir que esto fue hace 10 años. Mi primo tendría ocho, y yo apenas llegaría a los seis.

Estuvimos perdidos ocho largas horas. Recuerdo el hambre que teníamos, y como mi primo se enfadó conmigo porque yo no recordaba el camino de vuelta. Estuvimos sin hablarnos casi todo el tiempo que tardaron en encontrarnos. Más adelante, cuando...

- ¿Habéis oido eso?- Pregunta Evangeline interrumpiendo mis pensamientos.- Ha sonado a grito de película de terror.

- No... Yo no he escuchado nada.- Contesto yo.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no estaba prestando atención a nada más.

- Habrá sido el viento.- Añade Edvard.

- Yo creo que venía del campamento. A lo mejor ha pasado algo.- Dice Evangeline preocupada.- Tal vez deberíamos volver.

- Lo dudo.

Realmente estoy convencido de que si ha sonado un grito es porque ha pasado algo. Pero estoy cabreado con todos ellos. No pretendía que me coronaran líder del grupo, ni que viniesen todos al bosque a buscar el autobús... Solo pretendía que me diesen la razón, y que apoyaran una idea que no resulta tan disparatada. ¿Acaso alguno de ellos ha sugerido una idea mejor a la mía para conseguir salir? No. Pues ya está. Si hubieran propuesto otras cosas, y pudieran comparar mi idea con otras mejores. Entendería su inmensa desaprobación. Pero de este modo no acepto que unos hipócritas se rían en mi cara de mi idea. Me parece algo depravante.

- De todas formas son bastantes, y ya son mayorcitos para cuidarse solos.- Intento conterneme, pero personalmente pienso que será una tontería lo que les haya podido pasar. Tal vez, lo más probable, estén jugando a tirarse bolas de nieve.

Acabamos de llegar a un lugar lleno de arbustos y matorrales, todos nevados por supuesto, que rodean una pequeña charca congelada.

- Propongo descansar aquí un rato.- Dice Ed.

- Apoyo tu propuesta.- Dice Evangeline mientras se deja caer en la nieve y hace la forma de un angel con sus extremidades.

- Yo creo que deberíamos seguir. Debemos de estar cerca. Y cerca de un lago no es el mejor sitio para descansar.-

- ¿Por?- Pregunta Ed.- El agua esta congelada, no va a venir un animal a beber de ella.

Contesto con una cara de desaprobación y dejo mi mochila en el suelo nevado.

- Voy a dar una vuelta.

Recorro la orilla de la charca, y decido comprobar si el agua está completamente congelada, que efectivamente lo está. Hay una gruesa capa de hielo en la superficie, asi que ahora mismo podría caer un piano del cielo sobre el aqua que no se rompería.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2015 ⏰

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El Campamento (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora