Cuando Katsuki sintió que volvía en sí, rápidamente se dio cuenta de que sus manos estaban amarradas en su espalda y sus ojos vendados. Aún estaba un poco mareado a pesar de que estaba sentado sentía que todo daba vuelta.Sabía que estaba en peligro y por lo mismo puso todos sus sentidos alerta, desde ya como era obvio al estar vendado no veía absolutamente nada, no era capaz de escuchar ni oler prácticamente nada al parecer estaba solo en ese lugar y sus manos al estar amarradas juntas estaban muy sudadas pero no era capaz de activar su don.
Claro ya recordaba, su día había comenzado con una patrulla con Kirishima por los alrededores de la agencia, cuando de la nada se desataron algunas explosiones a unas cuadras de donde ellos se encontraban por eso corrieron al lugar, para ayudar a evacuar a los civiles y enfrentarse al villano o peligro que estuviera sucediendo allí.
Cuando llegaron se encontraron con gente corriendo y escapando de la conmoción, personas heridas por las explosiones, y héroes peleando con distintos villanos, villanos que eran muy conocidos por él.
Ahí se encontraban algunos de los delincuentes más buscados del país, la Liga de los villanos, Dabi se estaba peleando con varios héroes con dones de agua, Compress lanzaba pequeñas bolitas que contenían enormes piedras contra los civiles que huían y Toga luchaba en contra de Uravity que había llegado antes a la escena.
Pero lo que más le llamó la atención fue otro de los integrantes de la liga, un chico delgado, pequeño, de pelo y ojos verdes, aquel chico que él conocía desde hacía tantos años pero que en cierto punto de inflexión sus caminos se separaron.
Apoyado en una pared viendo con una sonrisa todo el horror que se estaba desarrollando delante de sus ojos se encontraba Izuku Midoriya, el mismo Izuku el cual conocía desde que tenía menos de 4 años, el mismo Izuku al que él había apodado Deku, apodo que usaba ahora como su nombre de villano, el mismo Izuku que había visto por última vez en el funeral de Inko cuando ellos aún estaban en su último año de secundaría, con su rostro lleno de lágrimas y su cuerpo temblando, nada que ver con el chico que veía allí con la cara burlesca al ver el dolor de inocentes.
Aquella había sido la última vez que había visto a Izuku, porque las siguientes veces que lo habían visto era en este tipo de circunstancias y otras en las que no quería ni pensar.
Sin esperar mucho se puso en marcha e ignorando los gritos de Red Riot corrió para alcanzar a Deku y tomarlo desprevenido, para poder capturarlo de una vez por todas. Ya se habían enfrentado en algunas ocasiones, pero como recordaba el maldito seguía siendo tan nerd como siempre, y sabía todas las formas de evadir sus explosiones y sus ataques. Katsuki no sabía qué era lo que había hecho pero el peliverde era un experto en estrategias en peleas cuerpo a cuerpo y en el uso de distintas armas.
En más de algunas de sus peleas era él, el héroe Dynamight el que salía herido, golpeado y algunas cosas más.
–¡DEKUU!–. Gritó lanzándose hacía el peliverde con su mano derecha por delante para explotarlo con su don.
El chico lo miró sorprendido pero aun así reaccionó lo suficientemente rápido como para esquivar su mano, tomarlo de la otra y hacerle una llave, Deku presionaba fuertemente su brazo su espalda.
–¡Kacchan viniste!–. Dijo emocionado con una sonrisa. –Te estaba esperando–. El peliverde lo miraba con sus ojos verdes brillando como esmeraldas.
–Me importa una mierda–.
Con fuerza se liberó del agarré y lanzó su puño a la cara de Izuku pero este se agachó esquivando y le dio un fuerte golpe en el estómago, siguieron repartiéndose golpes el uno al otro y por más que Katsuki intentara explotar alguna parte del otro, el ojiverde era demasiado rápido además que debía estar atengo a la cuchilla en una de sus manos.
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One-shot [Katsudeku]
RomanceColección de Drabbles y One-shots cortos Katsudeku, que no soy capaz de desarrollar... O quizás sí.