En un entorno donde las apariencias parecieran ser todo, Sergio Pérez, un brillante hombre mexicano con un talento innato para la economía, se enfrenta a los desafíos de la vida de un graduado desempleado. A pesar de poder ser considerado un genio...
Checo llegó directamente al apartamento de Carlos, bastante desanimado. En cuanto lo vió, el español supo que le tenía que haber ido terrible. Llevaba ese paso decaído, y venía ligeramente encorvado, como si cargará el peso del mundo en sus hombros. A su amigo le dolía verlo así, porque él conocía de primera mano todo lo que el hombre había luchado, lo que había sacrificado para llegar a donde estaba.
Entonces, en muy buen intencionado intento de animarlo, sacrificó unos centavos, que definitivamente no debería permitirse, en comprar la pizza favorita del hombre más bajo, del local de dos calles abajo. Intentaba calentar el estómago y el alma de su amigo. ‘Dios mió, odio ser pobre’ pensaba el español.
“No lo entiendo Chequito, esa rubia suena como la persona más tonta del planeta a tu lado, ¿cómo pudieron contratarla?”
“¿Te perdiste la parte donde comentó cómo era súper cercana a los accionistas? ¿que traía literalmente recomendación de una de las dueñas? ¿o no mencione el kilómetro de piernas que ella tenía?”
Checo soltó un suspiro mientras se encogía de hombros "Pude haber alardeado de todos mis diplomas y títulos, y aún así ese puesto no sería mío. Y de hecho sí alardee un poco, hubieras visto la cara que tenía" dijo con una pequeña sonrisa el hombre. Él sabía que era infinitamente más inteligente que la rubia, y le dejaba un sabor agridulce, porque eso no sirvió de nada de todas formas.
El español soltó una risotada "Puedo imaginarlo, eres un presumido cuando se trata de lo académico. Caes gordo a veces, Pérez"
"Esa es la envidia hablando por ti, señor segundo mejor promedio" ambos hombres se miraron con falsa molestia, para proceder a hacerse muecas mutuamente. El tema de los promedios era siempre un tema de sana competencia entre ellos, cada que podía discutían y debatían. No era una sorpresa que fueran tan buenos amigos, ambos eran unos nerds.
Carlos, que había estado muy ocupado atiborrandose de la pizza, pareció tener una idea, ya que un sonido abortado salía de su boca a la vez que dejaba su rebanada actual con descuido sobre el cartón de la caja abierta, para después proceder a limpiar sus manos en su pantalón y alcanzar su teléfono.
"¿Porque estoy imaginándome la cara de la chica, si puedo verla yo mismo? ¿Tienes su nombre? Podemos buscarla en internet"
Sergio le dedicó una mirada nada impresionada. "Wey, que pinche loco de mi parte sería stalkearla solo porque ella se quedó con el trabajo que yo quería, ¿por quien me tomas?"
Hubieron tres segundos donde nadie dijo nada
"Sale en Instagram como @Patsy_Smith, su foto de perfil es ella en un vestido blanco"
Nuevamente, por algo eran tan buenos amigos.
Carlos soltó un resoplido divertido, mientras tecleaba rápidamente el nombre de la mujer. Su expresión cambió radicalmente en el momento en que la vio. Sus cejas casi tocan su cabello, a la vez que su boca se abría.
"Tío, ella es..."
"Te lo dije, absolutamente atractiva"
"Eso es poco, Dios, es hermosísima. Parece un ángel" Checo rodó los ojos. Por supuesto que Carlos diría eso. Por mucho que su amigo defendiera que la apariencia física no era relevante, bastaba con mostrarle una cara bonita con unas piernas largas y lo perdías por completo.
"Bueno, ese ángel me robó el puesto" dijo mientras se cruzaba de brazos el pecoso.
"Es que si yo fuera tú, se lo regalaba... ¡Auch!" el moreno se quejó cuando recibió un golpe por parte de su amigo
"¿Ves, ves como sí es importante ser guapo en esta vida? Nunca conseguiré un buen empleo" el hombre más bajo dijo sonando desanimado
“Bueno, bueno, tampoco seamos tan duros con nosotros. Si, ella definitivamente tiene la cara y apariencia, eso no se puede negar, pero tiene el poder del nepotismo de su lado” se acercó a su amigo para mostrarle la pantalla de su celular “Mira, ¿esos no son los Piquet y los Verstappen?”
En la pantalla se apreciaba una de las publicaciones destacadas de la rubia, un carrusel de fotos donde se mostraba a la rubia sonriendo y abrazada de Kelly Piquet – quien mostraba orgullosa su mano a la cámara–, parada junto a Max Verstappen, riendo junto a Jos y Sophie Verstappen y otras simplemente posando.
En la descripción se podía leer ‘Una noche espectacular junto a los Verstappen y Piquet, que finalizó con la pedida de mano de mi mejor amiga. @Kelly_Piquet ¡FELICIDADES!
“Es de cuando se comprometieron Piquet y Verstappen Junior. Es que hasta en la descripción pone que son mejores amigas. Realmente no había nada que hacer, ese puesto era claramente para ella. Lo lamento Checo” el español pasó su mano sobre los hombros del más bajo, brindándole apoyo en ese medio abrazo.
Sergio miró la pantalla un momento más, observando las caras de las personas en las fotos. Si él hubiera obtenido el puesto, ellos serían sus jefes, gente con la que tendría contacto a diario. Se le hacía un poco irreal, porque mirándolos bien, todos parecían eso, irreales. Como modelos de una revista, con su estilo de vida caro y sonrisas demasiado perfectas para ser verdaderas. Soltó un suspiro mientras negaba con la cabeza. Luego alzó la vista para encontrarse con la mirada de su amigo, una sonrisa empezó a formarse en su cara.
“No hubiera encajado ahí de cualquier manera. Además, no es el último trabajo del mundo, estoy seguro de que hay un lugar para mí, esperándome”
“¿Nunca te rindes, verdad?” dijo el español
“No, nunca lo hago” contestó más seguro el pecoso, con una sonrisa más grande.
Ya habían decidido pasar la página y olvidar esa oportunidad perdida, cuando el teléfono de Checo sonó, rompiendo el cómodo silencio en el que habían caído mientras comían. El más bajo se limpió las manos y procedió a tomarlo de la mesa donde estaba apoyado, frunciendo el ceño ante el número desconocido que aparecía en la pantalla, contestó.
"¿Hola?" Carlos observaba a su amigo, preguntándole en silencio quien lo llamaba. Se interesó aún más cuando el mexicano se levantó rápidamente de la meseta y siguió hablando en inglés "Si, ese soy yo, Sergio Pérez... ¿De P&V Designers?" Ambos amigos conectaron miradas, Carlos ahora también de pie y acercándose para escuchar la conversación.
"Okay... Okay, sí. No, no es ningún problema para mí. Ahí estaré, gracias" Checo colgó e inmediatamente agarró a su amigo de los hombros "Quieren que vaya mañana de nuevo a la empresa para una entrevista directa con Max Verstappen"
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Mil disculpas a quienes esperaban que se actualizará algo de ésto, me siento hasta enojadilla conmigo misma, pq esté capítulo ya lo tenía desde que publique el anterior, pero vida adulta me consume 😩
Sigo feliz por Interlagos, joder, revivió el automovilismo 🚬🚬. Y para festejar, en un ratito más voy a subir el siguiente capítulo, que igual ya está listo, solo le doy una revisada y yap.
