CAP. 7

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—¡Milk, es suficiente! — Grité, pero ya era demasiado tarde.

La cara de Mad-Dan estaba toda ensangrentada y sus ojos estaban en blanco, un diente caído en el suelo.

Chris, el Hombre-Niño no parecía molestarse por esto. Simplemente nos lanzó una mirada como si estuviéramos molestando a Mister Panda y a él en su rato de televisión.

Tomé el brazo de Milk y traté de alejarla, pero sus ojos deletreaban asesinato.

Era como si estuviera poseída.

Milk era demasiado fuerte, ni siquiera se movió cuando la intenté alejar.

Necesitaba ir lentamente en esta situación, un movimiento equivocado y probablemente terminaría pareciéndome a Dan.

—Milk. — Yo la llamé. —Necesitas calmarte. Dan es un matón; solo está jugando contigo.

Milk volvió sus ojos furiosos hacia mí.

—¡Nadie habla así de mi madre! — Le gritó a Dan.

Era gracioso como una desagradable palabra sobre su madre la había enfurecido cuando ella fue quien la mató a sangre fría.

Tal vez Milk tuvo algunos problemas serios con mamá.

—¡Lo mataré! — Dijo con los dientes apretados.

Justo en ese momento John, pasaba por allí y vió el desastre.

—¡Llama al Dr. Shaw con urgencia! — Le dije y me volví para mirar a Milk.

—Si intentas hacerle daño más de lo que ya lo has hecho, te pondrán una camisa de fuerza y te llevarán a aislamiento. ¿Quieres eso?

Otros pacientes estarían aterrorizados de siquiera pensar en la camisa de fuerza y aislamiento, pero en el caso de Milk, no parecía molesta.

—¿No querías veinticuatro horas fuera de la institución, crees que lo lograrás con este comportamiento?

Eso parecía haberlo logrado porque su respiración que había sido errática hacía un momento comenzó a calmarse.

Puse una mano en su hombro, y no pude evitar notar como los músculos se flexionaban debajo de mis dedos.

Un minuto más tarde, Dan fue colocado en una camilla. Abrió un ojo y me pasó una sonrisa, sus dientes manchados con sangre que corría por su barbilla. La camilla se alejó cuando Dan fingió un gemido.

Entonces, simplemente todo hizo clic en su lugar.

El plan de Dan era meter a Milk en problemas.

Sabía sobre la naturaleza violenta de Milk y su mal genio, se había aprovechado de ello.

¿Qué tan loco estaba Mad-Dan en la escala del uno al diez?

Yo diría cien.

Llegaron algunas enfermeras y dos guardias de seguridad, seguidos por Aaron, que parecía furioso.
Los cuales contuvieron a Milk como una prisionera y le pusieron la máscara en la cara.

Milk solo miró impasible, sus rasgos no reflejaban ninguna emoción. Y tal como le había dicho, le colocaron una camisa de fuerza.

—Aaron, no es su culpa. — Dije. —Dan instigó la pelea. Dijo algunas cosas realmente viles sobre Milk. — Expliqué. —Lo ví yo misma.

—¿Eso explica su comportamiento violento? Atacar a la gente, romperles la mandíbula, morder su carne. — Preguntó Aaron, claramente irritado.

Me sentí mal por Aaron.

Mental Asylum; Milklove Donde viven las historias. Descúbrelo ahora