Capitulo 7

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Mientras Carter ayudaba a Felipe y a Max, sacó de su bandolera un polvo que sopló al viento, sabiendo como dirigirse en el bosque les dijo a Felipe y a Max que lo siguieran si querían vivir, por lo que Felipe agarró a Max en brazos y vendó sus alas para que sanaran, Felipe cargo a Max todo el camino, ya que se sentía culpable de que le haya pasado eso.

Carter: tranquilos, si quisiera hacerles daño, ya lo habría hecho *ríe entre dientes* 

Felipe: *cargando a Max dormido* No creo que demuestres mucha confianza diciéndole eso a la gente *sonríe ligeramente*

Carter: descuida, siempre tengo a alguien que me lo repite *sonriendo mientras mira al frente*

Felipe: *algo confundido pero curioso* alguien? familia? 

Carter: *riendo divertido* no, mi novia, siempre me dice esas cosas *dice tocando una pulsera de hojas hecha a mano* 

Mientras caminan se van conociendo, Felipe le cuenta el objetivo de su viaje y lo que le pasó al reino y a su familia y amigos, mientras que Carter solo se limita a decir cosas cotidianas, no es muy amigable que parezca, es como todo adulto, serio, reservado y cauteloso con sus palabras, a pesar de esto, Felipe no se siente asustado, solo algo intimidado pero sabe que él dice la verdad cuando dice que no los lastimará.
Caminaron hasta el atardecer, Carter se frena y le dice a Felipe que deben hacer una fogata y descansar por que todavía les queda un viaje por delante.

Carter: yo recogeré la leña, tu quédate con el pequeño *después de dar lo que parece como orden, se aleja para buscar leña*

Felipe suspira sentándose en el suelo y mirando a Max, se da cuenta de que él creció mas de lo que estaba antes, ahora tiene el tamaño de un niño humano de 5 años, lo deja en el suelo suavemente junto a él, mientras agarra su chaleco y se lo quita, rompiéndolo y haciendo una nueva ropa para Max. Después de varios y largos minutos vuelve Carter con las leña en brazos, parece bastante, la deja en el suelo y comienza a encender el fuego, cuando termina se sienta frente a Felipe en el suelo, afilando su daga con una piedra.

Felipe: entonces...como es tu novia *pregunta con curiosidad* 

Carter: tranquilo tigre, no vas por el mundo preguntándole a tus amigos como es la novia de cada uno. Pero si en realidad quieres saber, entonces te lo diré *se acerca un poco para susurrar* ella es....pequeña 

Felipe: *lo mira confundido y algo desconcertado* pequeña? es una niña? 

Carter: no no no, que me crees de pedófilo!? *dice con un tono enfadado* 

Felipe: *algo nervioso niega repetidamente y agitando las manos* N-No quise decir eso, es que no sé a que te refieres con pequeña

Carter: *ríe algo divertido* solo es una broma. Ella es pequeña de tamaño. Mira, yo mido 1,89 y ella 1,35, pero eso es normal entre su familia, ya que es un hada, pero tranquilo, se puede transformar en persona

Felipe: *lo mira sorprendido* un hada!? entonces si existen!? *mira el fuego de manera sorprendida* wow, y como se siente? digo, el tener una novia que sea un hada

Carter: pues, eso depende de cada uno, yo la amo no por que es un hada, sino por su carisma y amabilidad

Entre charla y charla, Carter se fue abriendo un poco a la conversación, intrigado. 
La noche ya ha caído en el reino de Emberfail, La reina Rhaegara bosteza cansada de tantos interrogatorios, mientras la tienen encadenada a la pared de una celda.

Altaír: Vamos su majestad, solo dígame donde está su hija y la dejaremos ir *dice algo cansado apoyado en la pared* usted sabe que puedo ser un tirano y asesino, pero jamás tocaría a una mujer con mis propias manos, no querrás aprovecharte de eso, no? *se aleja de la pared mientras la observa a través de la puerta de la celda* el reloj hace tic-tac y su tiempo se está agotando y el mío también, asique le sugiero que coopere

Rhaegara: Jamás, mataste a mi esposo, no te daré a mi hija, asique te sugiero que me mates de una vez, por que de mi no vas a conseguir nada *lo mira con desafío en su voz e ira en sus ojos* 

Altaír: *resopla frotándose las sienes* eres testaruda, pero eso es lo que siempre me gustó de ti *se acerca agarrando su amuleto en el cuello* ves esto, no te parece familiar? *sonríe de manera indiferente* claro que lo sabes 

Rhaegara intenta ignorarlo, no se va a dejar engañar como lo hizo con sus guardias, sabia como Altaír manipulaba a la gente, él era demasiado bueno en eso, pero ella sabe lo que tiene que hacer para no caer en sus trucos. Varias horas después, Altaír había estado intentando que Rhaegara cayera en su manipulación y en su juego, pero también sabia que ella era una mujer inteligente y fuerte, eso es lo que amaba de ella, por eso no la torturaba físicamente.

Rhaegara: no voy a caer en tus juegos.....jamás tendrás a mi hija! *grita molesta y desafiante* 

Altaír: *ríe divertido* tarde o temprano....tarde o temprano tendrás que devolverme a mi hija...y ella tendrá que saber toda la verdad que ha estado ocultando tu reino, y todos los reinos que ah conocido *sonriendo sale de la celda tocando el mismo amuleto que tiene Kiseki en su cuello* pronto, querida...

Los secretos bajo el reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora