Ya ha amanecido en la celda donde estaba la reina Rhaegara, los guardia golpea la puerta de la celda haciéndole comentarios indebidos y lascivos a la reina, mientras ella los mira sentada en el suelo con las cadenas en las muñecas que cuelgan sobre su cabeza.
Guardia 1: Yo creo que la reina se vería bien sin ese vestido *ríe en voz baja mientras la observa de arriba a abajo*
Guardia 2: Si, que mal que el rey se lleva las llaves de su celda, sino podríamos "vigilarla" mas de cerca *se apoya en la reja de la celda*
El rey Altaír justo bajaba las escaleras de los calabozos, pero se detuvo al escuchar los comentarios haciendo que le hirviera la sangre, agarró su espada y con un movimiento fugaz, le cortó la cabeza a los dos guardias manchando su traje real con sangre y su mirada oscura fija en los cuerpos de los guardias. La reina Rhaegara al ver esto se sorprende, ¿la defendió?, siente un escalofrío cuando se encuentra con la mirada del rey pero a la vez siente una pisca de ¿seguridad?, de verdad? él la había secuestrado y encerrado, pero aun asi la defiende de quien se quiera pasar de listo.
Altaír: Nunca viste a un rey matar a sus propios guardias? *pregunta de manera fría* entonces...Seguimos con el interrogatorio?
Rhaegara: *desvía la mirada confundida de si misma* Por...Por qué lo hiciste? *no sabe por que ella misma le pregunta eso*
Altaír: te lo dije...Yo jamás dañaría a una mujer, y tampoco lo harán los que vivan en este reino...o sino yo mismo los mataré *su forma de hablar es seria y fría, pero en sus ojos hay una mezcla de cariño, culpa y tristeza* Le diré a los sirvientes que te traigan algo de comer, no puedo dejar que mueras sin haber traído a la princesa aquí *no se despide, solo se aleja y sube las escaleras hacia el castillo*
En medio del bosque, las hojas crujen con cada paso o salto, mientras Luis, un amigo de Felipe corre desesperadamente sin dejar de llorar por creer que abandonó a sus amigos
Luis: Lo siento....Perdónenme... *usa el dorso de su brazo para intentar secar sus lagrimas, pero accidentalmente tropieza con una rama en medio del camino* Mierda...
Cae cuesta abajo rodando sin parar hasta caer en un pequeño rio de agua cristalina poco profunda, golpeando su cabeza con una roca haciendo que quede inconsciente, lo único que su mente puede hacer es recordar las cosas que pasaron por su culpa. Cuando tenia cinco años, él y su hermanita de cuatro años iban caminando por su aldea, llevaban un tazón con agua para darle de beber a unos conejos que habían encontrado en una madriguera cerca de aquí.
Luis: Lyn, te dije que no corras *dice algo preocupado mientras le sigue el paso*
Lyn: vamos hermano! puede que los conejos ya estén esperándonos!
Ríen mientras llegan a la madriguera y dejan al tazón para que los conejos beban, esperando y esperando, los conejos nunca llegan a a beber el tazón, a Luis le parece extraño asi que decide caminar al rededor de la madriguera, pero sus ojos se abren de terror al ver los cuerpos de todos los conejos atravesados con lo que parecían haber sido espadas.
Lyn: Hermano? que pasa? *camina lentamente hacia donde él está*
Luis: *rápidamente la abraza cubriendo su vista con su pequeño pecho* N-Nada...es que....tal vez los conejos estén buscando zanahorias en este momento...Mejor volvamos a casa...
Luis la convence para regresar a casa sin sospechas, perturbado por las imágenes de los conejos en su cabeza, decide que irá mañana a sepultar sus cuerpos si es que los animales no se los comen de inmediato. Cuando apenas amanece, sale de su hora mientras todos duermen, arrastrando una pala como puede, al llegar los conejos muertos siguen ahí, asique cava los agujeros y los va enterrando uno por uno, cuando termina suspira y se seca el sudor con el dorso de su brazo, pero algo lo desconcierta al escuchar el grito de una mujer, al girarse sus ojos se abren de terror e incredulidad mientras mira el pueblo en el que ha vivido, ahora vuelto en llamas de fuego y gente gritando y lamentándose o suplicando, su corazón late sin parar en shock, parpadea al recordar a su hermana, no podía abandonarla, y con una valentía que no habia sentido nunca, sale corriendo rápidamente a su aldea esquivando luchas entre hombres y guardias, corriendo entre el fuego con s corazón en la boca, gira la esquina justo donde está su casa pero un hombre lo agarra de las muñecas para detenerlo.
???: Espera niño! debes venir conmigo! conozco un lugar seguro! *dice tratando de arrastrarlo
Luis: No! no estoy solo! tengo que buscar a mi hermana! *forcejea asustado pero frustrado*
A lo lejos, una carreta con barrotes como el de una celda se frena en medio del caos, mientras los guardias agarran a los niños y niñas que quedan de la aldea, metiéndolos en esa carreta. El corazón de Luis se despedaza al ver a su hermana ser llevada y metida a esa misma carreta, por mas que forcejee, ese hombre no lo dejará en paz, con un ultimo vistazo a la carreta, grita con un grito desgarrador que ni él mismo sabia que podía.
Luis: LYN!!! *las lagrimas salen por si solas mientras el grito casi lo deja afónico*
Volviendo al castillo del rey Altaír, las sirvientas terminan de entregarle su ropa, mientras él se pone su camisa, sale de su habitación y camina por el pasillo del castillo hasta una habitación cerrada, abre la puerta sin siquiera tocar
Altaír: Cuanto tiempo piensas quedarte aquí? *su carácter cambió rápidamente a algo cariñoso y amable*
En la ventana, un chico de unos diecisiete años, con pelo negro igual que Altaír y unos ojos verdes, con ropa real que parece un príncipe, lee un libro sobre las reglas del reino y los secretos que nadie conoce, levanta la mirada del libro, una mirada seria pero con una pequeña pizca de cariño.
Damien: No estoy perdiendo mi tiempo, Padre. Solo estoy estudiando, sabes que es importante para el heredero al trono *vuelve su mirada al libro* La encontraron?
Altaír: No, aun no, pero la encontraré *dice con tono firme y decidido* Bueno, te quería avisar que en unos minutos podrás ver a la reina *con ese anuncio, sale de la habitación*
Damien desvía su mirada hacia la ventana, viendo su propio reflejo.
Damien: Asi que, tengo una hermana mayor, eh? *una sonrisa extraña aparece en sus labios* Eso no me detendrá para ser el rey de este reino, aunque tenga que matarla y a su madre también *mira el cielo por la ventana* Prepárate, "querida" hermana. Por que no descansaré hasta arrebatarte tu primogenitura y convertirme en el ser mas poderoso de esta tierra
Una risa malvada y desquiciada sale de su garganta, llenando la habitación que antes estaba en silencio.
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Los secretos bajo el reino
Fiksi Umumprincesas de diferentes reinos, se unen para descubrir los secretos de cada reino y antepasados