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XXXVII. ⃟💜Nuevas integrantes. ⃟💜

Mini maratón 3/3.

JungKook durmió en el sillón, bueno, no pudo dormir, solo estuvo recostado allí toda la noche, llorando, pensando y preguntándose que era lo que estaba mal, él realmente la amaba y no quería perderla. HanA, por su parte, se quedó en un rincón de la habitación, pensando, maldiciendose y llorando hasta que se quedó dormida, de tanto llorar.

A la mañana siguiente JungKook se levantó temprano y fue a la habitación encontrándose con que HanA arreglaba las pertenencias de él ya vestida lista para irse y que había apartado unas prendas para él.

—Buenos días. —dijo ella.

—No creo que sean buenos, HanA. —respondió él y se metió al baño para darse una ducha y vestirse.

HanA bajó la mirada, ella estaba dispuesta a arreglar todo, pero ahora se sentía cohibida. Minutos después JungKook salió de la ducha, se vistió y salió del baño apagando la luz de este. Entró a la habitación, encontrando todo ordenado y listo, HanA estaba sentada en el borde de la cama pero cuando lo vio entrar se puso de pie.

—JungKook.. —dijo ella—, lo siento yo, —bajó la mirada—, perdóname por todo lo que te dije ayer, por golpearte y por menospreciarte.. comenzaré a ir al psicólogo yo.. te quiero demasiado y me siento acomplejada porque eres joven y guapo y yo-

No pudo terminar porque JungKook la abrazo y se escuchó un sollozo.

—Eso no importa maldita sea, yo te amo HanA, te amo y quiero ser feliz a tu lado, quiero hacerte feliz y ver crecer a nuestro hijo juntos, tener más niños y hacer nuestra familia, pero si tú no sientes lo mismo no puedo obligarte. —lloró.

—No yo.. te amo JungKook —dijo ella mientras lloraba contra el pecho de él—. Tú me haces feliz JungKook —dijo entre tantas lagrimas.

JungKook se separó, y juntó su frente con la de ella mientras le limpiaba las lágrimas.

—¿Entonces no hay más peros? ¿no hay nada más que nuestro amor? —ella asintió llorando, él le besó las lágrimas—. Entonces afrontamos nuestros problemas juntos —ella lo miró, él le acariciaba las mejillas—, que no nos importe lo que piensen los demás, si tú me amas no me importa el resto.

Ella le besó la palma de la mano que tenía el anillo.

—Yo te amo. —susurró mientras asentía mirándolo a los ojos.

JungKook sonrió, le dió un beso en la frente y la abrazo.

—Tambien te amo mi cielo.

Aquel día, volaron de regreso a Seúl donde los recibió la familia. Todos estaban muy felices y la pareja no mencionó el incidente que habían vivido en su luna de miel y que casi arruina todo.

En la siguiente semana, HanA fue a visitar a la que fue su psicóloga en la juventud y esta la recordó al instante, la atendió y la citó para cada martes y jueves. Luego se integró JungKook a las terapias, ya que él quería apoyar a su esposa en todo momento y ella valoraba muchísimo ese detalle.

Con el pasar de los días, descubrieron que de aquella luna de miel, se había sembrado una semillita que comenzó a germinar con el paso del tiempo. Semillita que resultó ser de sexo femenino, tal y como lo había predicho Lisa.

JungKook no podía estar más feliz con ello, y HanA estaba también muy emocionada. JungSan, que cuatro meses después de la boda de sus padres había cumplido su primer añito, y a pesar de ser pequeño aún, cuando su padre le hablaba de cualquier cosa parecía entenderlo a la perfección. JungKook le había hablado de su hermanita dentro de la panza de mamá y el niño abrazaba ésta con ternura, que crecía y crecía con el tiempo, hubieron veces en las que balbuceaba y la bebé se movía dentro de la panza de HanA sacándole carcajadas al niño que alegraban el día de sus familiares, era como si ambos niños estuvieran hablando y se entendían a la perfección.

Poco tiempo después, la familia Kors se mudó a Corea, sorprendiendo a HanA y a JungKook cuando resultaron ser vecinos, ya que vivían a dos casas de la suya, y cuando LayLa se presentó frente a la pareja, notaron lo abultado que estaba su panza, rebelando que estaba embarazada y que tenía el mismo tiempo que HanA.

Lisa se sentía un poco excluida pero estaba feliz de ser la tía millonaria, soltera y con gatos, literalmente. Pero soltera no por mucho, ya que JiMin, uno se sus compañeros, le confesó estar enamorado de ella y que quería invitarla a salir, cosa que Lisa se resistió al inicio, pero terminó cediendo por la insistencia y los detalles tan bonitos que tenía el muchacho con ella, cayendo enamorada al final.

Nueve meses más tarde, las bebés nacieron el mismo día, trayendo aún más felicidad a las familias, Jeon JungA y Aylín Kors. JungSan parecía todo un hombre grande cuidando y tratando con ternura a las recién nacidas, se veía tan bonito con su chupete mientras observaba a su hermanita, era un ejemplo de hermano mayor.