La confianza se respeta

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Metió el coche al estacionamiento y baje rápidamente, fui corriendo y sollozando a la habitación, cerré con seguro y a los minutos de agacharme y enrollar con mis brazos mis piernas, sentí los toques de Ryan en la puerta. Limpie mis lágrimas y no contestaba a sus llamados. Me sentía que todo el amor fue en vano, todas las palabras de te amo, de cariño, joder ¿Donde quedaban? Lo amo, con todo mi ser, con algo que es totalmente inefable, años completos nos separó los kilómetros y ahora que estábamos a centímetros todo era... tan mal.

Sonó mi celular, era un número desconocido, seque mis lágrimas, agarre mi vestido tirado porque andaba en ropa interior, y sone fuerte mi nariz para que saliera el moco, sonreí por lo bajo, mi madre estaría histérica por yo haber sonado mi nariz en el vestido carisimo. Mi madre. Necesito estar con ella. Aunque esta bien. Le compre una casa y vive con un señor ochentoso y buen mozo, la trata excelente y fue por eso que la deje sola, sino estuviera con ella porque soy hija única. Aclare mi garganta, iba agarrar mi celular cuando la llamada finalizo, me ha pasado varias veces, la llamada finaliza cuando voy a atender, quizás mis pensamientos vienen en el momento menos oportuno... El teléfono sonó nuevamente, atendí rápidamente:

-¿Aló?

-Ojitos café. Soy ojitos abeja. - aclaro riendo. Entre tantas lágrimas inconsciente me reí de ello.

—¿Cómo conseguiste mi número?

—Tu amiga me lo dio aunque tuve que comprarle un pastel, pizza, y pagar la cuenta pero todo por ti, ojitos café.

Abejo, tengo novio

—¿El chico que me partio la nariz, es tu novio? Rayos. Parecía tu hermano... Por eso de que vi como se trataban, chiquita, no te trata bien.

Dudas me invadieron. ¿Ya Ryan no me trataba como antes? ¿Qué pasa si Abejo tiene razón? Joder.— Chico...

—Alejandro

Proseguí: — Alejandro, tengo novio y lucharé por esa relación.

—Esta bien, ojos café. Aunque me encantas, ¿Podemos salir como amigos? Como bailabas sentía que no lo hacías desde hace años y tampoco con un hombre. Joder. Sentí tantas cosas nosotros cerca...

Lo interrumpí, un poco atosigada, quiero amigos, desde aquel día... no tengo amigos y quiero uno pero tampoco quiero que pienses que somos otra cosa. Lisa, déjale las cosas en claro: —Alejandro, ya te dije que somos conocidos y que quizás te llame para salir como amigos, en serio lo necesito. Pero nada de ilusiones, espero arreglar las cosas con mi esposo.

-¿Esposo? Sam dijo que tu le decías a todos eso y él dice lo contrario. Que pena que él te niegue, pequeña.

Mis lágrimas corrieron por mis mejillas como lluvia por la ventana, él se despidió con un "Adiós pequeña. Llamame"

Quede dormida, madrugue, tocaba clase a primera hora, me puse unos jeans, una camisa de tirantes, una coleta alta, y ni una pizca de maquillaje, agarre mi morral. 

—Es mi primo, Lis

-¿Chico Abeja?

—Sí, se idiotizo por ti, nena.

-Me llamo, y le explique que tengo novio, Sam.

—Pero Lisa, es tan lindo y seguro te tratará mejor que tu novio.

-Basta, Sam.- grite eufórica y ella movio sus brazos como en signo de paz. Me moví para desayunar al comedor, iba a pagar mi desayuno, cuando un individuo entrego el dinero, voltee enojada, porque sea chica no significa que deben pagarme mis cosas, el chico ojos mieles me miraba y su sonrisa extendida por toda su cara, joder si no tuviera esos ojos lindos, pensaría que era el gato de Alicia El País de las Maravillas, me beso la mejilla y la señora para seguir con sus desayunos acepto el dinero.

After the storm... #PromocionaTuNovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora