Alice
Glasgow, Escocia.
Ocho años antes.Un mes.
Un mes tendría que esperar para volver a ver a mi hermano Adriel, no podía describir la emoción que me generaba la noticia, por fin estaremos juntos de nuevo. Quiero organizar una mini fiesta de bienvenida, se que mis padres estarán de acuerdo con la maravillosa idea que tengo en mente, tal vez el pueda alcanzar a ver mi competencia y eso hace que mi felicidad aumente, imaginar a toda mi familia ahí viendo mis triunfos es suficiente para mi.
Estos días trabajare duro en la coreografía para que en la presentación final salga todo bien, y no haya ninguna falla de por medio, quiero que en ese momento vean mi talento, escuchar sus aplausos, ver las luces, la música. Supe que el ballet era para mi, mi padre me dijo que solía moverme mucho en las noches cuando estaba en el vientre de mi madre, que el de daba la impresión de que quería salir de ahí cuanto antes y demostrarle a los demás la autentica bailarina en la que me convertiría.
Bueno, mi padre no se equivoco. Ahora estoy cumpliendo mi sueño gracias al apoyo de ellos, y es que si no estuvieran, no se que haría, son mi todo, son la luz de mi oscuridad, mi familia es lo que tengo, podría perder todo lo material; lo superficial, eso no me importaría en lo absoluto, porque le gritaría al mundo que tengo lo mas valioso: Mi familia.
—A ver si entiendo con exactitud —me mira Elena arrugando las cejas—. Invitaste a Bethany a tu casa, y a mi no, o sea, a tu amiga desde la infancia.
—Ya te explique porque la invite, Ele.
—Aun así, me siento muy ofendida.
—Esta bien, discúlpame, no era mi intención —la miro—. Ya se, tengo una idea para que quites esa cara, ¿Qué te parece si vamos al museo?
—Eso es aburrido, Ali. Mejor vamos a espiar a chicos sexys.
Niego cruzando los brazos y la miro con total desaprobación.
—¿Sabías que eso es acoso? —enarco una ceja.
—Claro que no, bien, tu ganas. Vamos al museo.
Mi rostro se ilumina inmediatamente con su respuesta, desde la semana anterior quise ir al museo, pero no pude por motivos obvios, ahora voy a ir por fin, y lo mejor es que no voy sola como pensaba, sino, con Elena, es la mejor compañía para una visita ahí. Así ponga su cara de aburrimiento cada vez que le señalo algo, se que en el fondo ella también disfruta mi compañía, así el sitio no sea lo mejor para alguien como ella.
Mi curiosidad me lleva hasta los grandes cuadros y no puedo evitar pensar en Royce, a el le encantaría ver esto, ya que es un fan del arte, lo admira y como si no fuera suficiente, lo recrea a su manera, siempre que puedo le recuerdo que tiene un don en sus manos, debería darse una oportunidad para demostrarle a los demás lo que el puede hacer, pero siempre lo esconde.
Un don no debería ser una inseguridad, ¿o si?
Tampoco soy la mejor persona para decirlo.
—Elena, me tengo que ir.
—¿A dónde? Conociéndote pensé que nos quedaríamos una hora mas.
—Sera la próxima, tengo que practicar.
—¡Es sábado! Lo que significa que no tienes clases.
—No importa, practicare por ahí afuera, en el aire libre me puedo inspirar mas.
Elena no me detuvo mas, así que salí del museo con rapidez, en mi mochila tengo el traje de ballet, me cambiare y buscare un espacio agradable el cual pueda practicar con tranquilidad.
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Eclipse
RomanceAlice Blake, una jóven llena de esperanza y bondadosa luz en su interior, se encuentra con su inesperada pesadilla, los Wilder. Y el mismísimo Hendrik Wilder. Hendrik Wilder, un hombre cuya alma no conoce el significado de piedad. Lo que toca, se v...