Capítulo 6.

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Actualidad.

He estado aquí sentada durante tres horas seguidas, me duele el trasero, la cabeza y para el colmo tengo ganas de dormir todo lo que resta del día. Las sesiones con la psicóloga se están volviendo una pérdida de tiempo para mí, solo habla y habla, esto se me está haciendo eterno, no lo soporto.

—¿Me está escuchando? —arquea una ceja.

—Sí, estoy muy atenta, prosiga.

«Debería largarme»

—Esto es de suma importancia, estamos tratando su salud.

—Pensándolo bien, ya me voy —me levanto—. Nos vemos dentro de un mes, chau.

Como era de esperarse, tengo llamadas pérdidas del abogado ¿No se cansa? me irrita su persistencia. Ya le dejé en claro mi posición, pero parece no entenderlo por más que mi respuesta sea negativa, me estoy dirigiendo al café que me cito.

Noto que él ya esta sentado esperándome, tomo asiento mirando todo el lugar para asegurarme que esté en orden y enfoco mi atención al hombre, esta disgustado como de costumbre, «solo fue una semana ignorando sus mensajes, no es para tanto»

—Abogado Jhonson ¿En qué puedo ayudarlo?

—Te pedí un capuchino especial de crema, espero que te guste.

—No tengo problema.

Suspira.

—Alice —lo corto.

—Blake para ti.

—Sabes que vengo a decirte lo mismo, necesito que firmes lo que por ley te pertenece —continua —. Es tu herencia, no puedes dejarla ahí, he sido muy paciente contigo.

Aquí vamos con lo mismo, desde hace años tenía que reclamar la herencia, pero no lo he hecho, tengo mis propios motivos, por ende no está en mis planes lo de la herencia, cada vez que menciono esa palabra provoca un mal sabor en mi boca. Revivir y revivir lo que se supone que debe estar sepultado.

Luego de salir de ahí y decirle al abogado Jhonson mi respuesta no se lo tomó tan mal como las veces pasadas ¿Por qué? Le dije que lo pensaría, así me deja tranquila unos días, lo menos que quiero es una molestia innecesaria, aunque conozco la mejor manera de liberar el estrés.

Abro la puerta llegando a mi estancia compartida, ella se ha encargado que me sienta cómoda estando aquí y por eso se lo agradezco, es una de las pocas personas a las cuales les otorgo confianza. Sé que a estas horas se encuentra en su trabajo de medio tiempo, por lo que puedo estar tranquila liberando el dolor de cabeza a mi forma, el espacio que compartimos se basa en una sola habitación en la que están nuestras respectivas camas, un modesto baño y cocina.

No estaba muy convencida al principio, pero aquí estoy, porque decidí que me gusta mucho pasar desapercibida. Aparto mi arma favorita de todo el montón de cosas que tengo debajo de la cama, es el mejor regalo que pude recibir, el único recuerdo material que tengo, me he preparado para dominarla a la perfección y gracias a mis esfuerzos puedo considerarme experta en combate con katana, tengo conocimiento de defensa personal, he de admitir que debo mejorar.

Además de eso tengo otras habilidades, soy políglota, espía y  estratega. Hubo un propósito para cada cosa que sé, estoy orgullosa de mí, no puedo decir que me siento feliz con mi vida, simplemente estoy conforme con lo que he logrado.

Antes de comenzar a practicar con el maniquí que tengo a mi disposición, debo vendarme las manos para evitar lesiones de algún tipo. Ya en posicion detallo la katana en mis manos, me gusta recordar, tanto así que están grabadas nuestras iniciales sutilmente.

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