Amor Sin Limites 1

Capitulo 4

⚠️ Advertencia!⚠️

Esta Parte Contiene Escenas Eróticas.....🔥💕

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Disfruten  y Comenten 🔥🖤

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La gran mano de Itachi subía deslizándose por la pantorrilla de Sakura. La conmoción rebotaba por su cuerpo. Cosquilleos corrían por su piel. Ella luchaba para no temblar mientras su palma, subía, subía, subía por su pierna en un lento deslizamiento.

—Itachi —Su voz la conmocionó—. ¿Qué estás haciendo? Tenemos que hablar sobre esto.  

—El tiempo para hablar ha pasado, cariño. —La voz de el sonaba ronca, completamente diferente al hombre jovial que ella conocía. Este hombre tenía un objetivo y no era hacerla reír.

Shisui estaba de rodillas delante de ella. Él metió con cuidado los dedos en su cabello rosa y tiró, levantándole la cabeza hasta que lo miró a los ojos.

—Te privaste del derecho de hablar, cariño, cuando no nos dijiste que alguien estaba tratando de lastimarte. Así que ahora vamos a revisar las reglas. Regla número uno, nunca nos escondas nada.

¿Las reglas?  Sakura podría haber pensado que se referían a las reglas de trabajo... pero con la mano de Itachi-san abriéndose paso por su muslo, no creía que ese fuera el caso. ¿Qué estaba planeando hacer? Ella estaba muy confundida. Las lágrimas brotaban de sus ojos. En un momento eran sus amigos. En el siguiente, la empujaron sobre su regazo, la tocaban del modo más deliciosamente inapropiado y comenzaban a hablar sobre las reglas. Si se trataba de una broma, no se estaba riendo. Por cierto no quería ser el blanco de ésta.

—Itachi deja que me levante!

La voz de Sasuke irrumpió a través de su pánico.

— Itachi, suéltala. Lo ha pedido.

—Esa no es la manera en que esto funciona. Tú no entiendes, Sasu. A menos que estés dispuesto a repensar tu postura, mantente apartado de esto.

Ahora la mano de Itachi estaba directamente debajo del cachete de su culo, acariciándola, calentándole la piel.

—No puedo dejarte ir, Saku. Queríamos hacer esto poco a poco, pero eso ya no es una alternativa.

—¿Hacer qué? —Le temblaba la voz.

—Enseñarte a someterte. —La voz de Itachi era ronca cuando se inclinó para susurrarle en el oído.

—A nosotros. Abre los ojos, cerezo. —El acento profundo que conocía muy bien serpenteando a través de las palabras de Shisui, pero había una nota subyacente de orden que nunca antes le había oído usar.

Temblando, Sakura lo hizo. No podía ignorar esa voz. Pero cuando miró a los ojos chocolate oscuro de Shisui, la gravedad allí la aterrorizó.

—Por favor, no me hagas esto. No soy como las otras chicas. Tengo... sentimientos por ustedes. No podría manejar ser su juguetito.

Respiraba entrecortado y trataba de controlar las lágrimas. Se había enamorado estúpidamente de los tres, pero no era tan ingenua. Ellos nunca conservaban una amante por mucho tiempo. Si cediese a sus deseos, entonces tendría unos pocos días de dicha sexual antes de que la dejaran de lado por la siguiente mujer dispuesta. Eso le rompería el corazón en un millón de diminutos pedazos.