Paul había venido a verme, estuvimos un rato charlando de muchas cosas, con él las conversaciones no eran forzadas, al contrario, fluían solas, hablábamos de muchas cosas a la vez, todo iba muy bien, bueno, todo menos, yo, no paraba de pensar en Liam, no se porque no conseguía sacármelo del todo de la cabeza, y me sentía mal por Paul, porque sabía que él tenía interés en mí, y la verdad es que con él todo era tan fácil que hasta yo pensé en darnos una oportunidad a los dos, pero no lo hice porque yo no podría parar de pensar en otro mientras estuviese con él y eso no era justo para Paul, el se merecía a alguien que lo quisiera de verdad y que lo diera todo por el. Era muy buen chico y no tenía ninguna duda de que algún día encontraría a alguien así para él. Seguimos hablando un rato más hasta que llegó la hora de cenar.
—Paul, ¿Quieres que pidamos unas pizzas para cenar?
—Sí por favor, llevo mucho tiempo sin comerme una pizza y lo necesito—
—vale, voy a llamar para que las traigan
—Vale.
—ya está, dicen que en una hora están aquí
—perfecto, ¿mientras esperamos podríamos hacer algo no crees Gael? —comentó con una sonrisa pícara
—¿algo como que?
—vamos Gael, no te hagas el tonto sabes perfectamente a lo que me refiero
—Paul, no vamos a hacer nada que no sea comernos esas pizzas y ya—concluí
—vamos Gael, si se que lo estás deseando tanto como yo—me puso la mano en la pierna
—Paul para. No quiero hacer nada contigo solo quiero que nos comamos esas pizzas y ya, como amigos
—¿Amigos?, yo no quiero ser solo tu amigo Gael, yo quiero ser mucho más que eso
—Paul, lo siento pero no se puede, no es justo para tí
—¿No es justo para mí?, ¿por qué?
—Porque estoy enamorado de otro —solté sin pensar y por un momento todo se quedó en silencio, hasta que me dí cuenta de lo que había dicho, nunca lo había verbalizado, entonces en ese momento empecé a ponerme rojo como un tomate y Paul se sorprendió al escuchar lo que había dicho.
—Lo...Lo siento Paul—me disculpé pero ya era tarde, Paul ya se estaba dirigiendo hacia la puerta sin mirar atrás, de repente cerró de un portazo y se fue.
Había pasado una semana desde que le dije a Paul que estaba enamorado de otro y se había ido de mi casa, la verdad es que no había parado de pensar en Liam ni un segundo, al parecer lo que sentía por él era mucho más fuerte de lo que yo creía y eso en el fondo me aterraba, porque él seguía con Alan, y yo no iba a hacer nada al respecto, solo me tocaba esperar hasta que ellos lo dejarán y yo viese mi oportunidad de hablar con Liam. Esa semana yo había decidido no meterme en sus redes sociales, cosa que no duró mucho, porque media hora después me hallaba revisando todo lo que habían subido esa semana mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, yo lo quería mucho y me dolía verlo con otro, pero no me quedaba otra que aceptarlo, aunque en el fondo de mi corazón yo tenía la esperanza de que pronto pudiéramos hablar, mientras tanto yo seguía escribiéndole cartas a Liam con la idea de poder dárselas en un futuro.
Esa misma tarde fui a la academia para la clase de baile que teníamos a esa hora, cuando llegué estaba Neus en la puerta esperándome para entrar juntos, cuando entramos vimos a Alan y Liam discutiendo, como de costumbre, intenté escuchar algo pero no hubo manera porque había mucho ruido, cuando empezó la clase estuve fijándome todo el tiempo en Liam, no podía parar de mirarlo, de repente la profesora nos puso de dos en dos para que hiciéramos un baile por parejas, asique aproveche que Alan se había ido por la discusión que había tenido con Liam para acercarme a él y pedirle que fuese mi pareja.
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Un baile bajo la lluvia
RomanceGael, la vida de la música, la alegría de la vida, un corazón que ama bailar yendo a una academia de baile prestigiosa para cumplir su sueño. Ahora no solo es aficionado del baile, también de él, Liam Anderson, un bailarín prestigioso que se deja ll...