Capitulo 5

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En la soledad de la noche estrellada, el miedo susurra entre las hojas, la verdad escondida en cada sombra, esperando que alguien la descubra.

—Langston Hughes

—Langston Hughes

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★—Roxanne.

—Demasiado, nos llevo tres años encontrar esta isla. Y la única forma de ingresar aquí es por medio de barcos grandes. La marea es muy sensible aquí…

—¿Qué es.. que era lo que me rugió?

—Un experimentó.—respondió.—no existe forma de explicar lo que era, es una combinación genética, es algo peligroso, demasiado. Nunca debe salir de la isla.

—¿Qué clase de combinación genética?

—Lo sabrás cuando seas tú la encargada de la isla.—entramos a una especie de base secreta debajo de la tierra. Era como una especie de sótano.

De aquí salían camiones con cosas que rugían, y sacudían la tierra.

—¿La máquina donde está? La que ve el futuro.—explique.—se que está aquí. Jackson la robó. ¿sirve para experimentar?

—Algo así….

—¡Llévenlo al área de contención!—grito Jackson bajando de una jaula. Le dio a un hombre vestido de blanco una inyección con una especie de líquido amarillo.

Observé a Zeus bajar detrás de Clark. Tragué saliva, debía perderlo.

—Roxanne, sígueme, te daré un tour por la isla.—me extendió la mano. Salí de camioneta por el lado contrario a ellos. Tres puertas gigantes estaban frente a mí.

Origen.(Puerta azul)

Retorno. (Puerta blanca)

Éter. (Puerta plateada)

—Ven por acá, no iremos por ahí.—Clark intentó avanzar a un costado de las puertas, donde había una más pequeña. Pero le detuve.

—¿Por qué?

—¿Por qué? ¿Qué?

—Quiero ver qué hay adentro.—apunte a la puerta de en medio, la plateada para ser más específicos.—¿Qué significa éter?

—Repito, no podemos ir por ahí.—bien, si así quiere jugar.

—Quiero descansar un rato.—informe cruzándome de brazos.—llévame a un lugar donde pueda estar en paz.

—¿La casa de campo le parece bien?—asentí.—bien, sígame, por favor.

Empezó a avanzar hasta la salida, silbe y Zeus se soltó del agarré de Clark. Corrió hacia mí y aproveché para tomar su correa.

—Yo lo llevaré el resto del camino.—pase por delante de Clark. Estábamos en medio del bosque. Todo estaba tranquilo aquí.

Pero hubo algo que me sorprendió, el sol. No era su típica calidez. Estaba oscuro. Y había frío, más del que llegue a pensar.

EL PRECIO DEL ENGAÑÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora