Capitulo 2

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Los secretos son una carga difícil de llevar, especialmente cuando los compartes con alguien.

—Haruki Murakami.

—Haruki Murakami

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Tatiana

Avanzó tan rápido a como me lo permiten mis piernas, escucho a Sébastien decir un par de groserías pero le resto importancia, me interesa más llegar a tiempo a mi primer caso. Mientras más rápido me hacía amiga de el hijo de Enzo más rápido me marcharía a casa. Llegó al piso donde están las oficinas, camino hasta llegar a la oficina de Heinrich. Mal día para escoger tacones, Tatiana.

Tocó con mi mano hecha un nudillo la puerta de madera, está se abre revelando a la chica que había contratado Heinrich, ¿Cómo era que se llamaba?

—Te estábamos esperando.—dice Heinrich en cuanto me ve entrar.—¿Y quien es el?

Me sorprende ver a Rossini aquí pero no digo nada.

—Mi guardaespaldas, de eso te quería hablar, el estará aquí conmigo. Necesito estar al tanto de las cosas en Moscú, no puedo simplemente estar lejos.

—Bien, pero antes quiero que lean su próxima supuesta vida.—Heinrich va hasta su escritorio y de este saca cuatro portátiles. Nos da uno a cada uno. Era información falsa, una vida falsa, cuentas falsas.—Como sabrán el BURÓ no acepta a sus investigadores sin que antes tengan una hoja de vida falsa ante el ojo humano, por temas de seguridad tanto para ustedes como para nosotros, y es ahí donde nos facilita todo.

«Megan Adler»

«Nacionalidad: Confidencial»

«Parientes: Ninguno, hija única, huérfana»

—Todos ustedes son unos hijos de puta en la mafia, y para que no los relacionen con cosas que impliquen una posible muerte misteriosa, cambié todo de ustedes, su vida, fecha de nacimiento. Todo.

—¿Todos los que trabajan aquí tienen esta misma hoja, verdad?

—Si, todo esto para garantizar su seguridad. Deben aprenderse esto y mentalizarse con su nuevo nombre, no pueden llamar al otro por su verdadera identidad en el trabajo o reuniones de convivencia entre trabajadores… Si queremos descubrir que quiere Enzo y Anthonnie, Tatiana debe ser algo de Spencer, íntimo o no, debes socializar con él.

—Solo nosotros sabemos de esto, los demás creen que son ex-trabajadores de altos puestos en el gobierno y seguridad nacional. Solo deben creérsela…

—¿Qué puestos ocuparemos exactamente?—pregunto luego de un largo tiempo Sébastien.

—Tu debes ser Sébastien, tienes suerte que tuviera otro portátil con información falsa. —formula Heinrich.—Pero que buena pregunta, eso se establece según el caso y que tan capaces crea yo que son para estar en dicha aérea, cuando viajamos uno de ustedes puede quedarse con Penélope, otros pueden estar en el campo, otros analizando, contestando entrevistas con reporteros molestos.

EL PRECIO DEL ENGAÑÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora