CAP 8

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¿Esto es real? 

DIAS ANTES DE...

NADIA

Despierto en la cama, el sol brilla a través de las cortinas y el peso en mi dedo me hace sentir un nudo en el estómago. El anillo. Lo miro, y mi mano tiembla cuando lo observo de cerca. Es un diamante grande, brillante, cortado de manera perfecta, algo que jamás hubiera imaginado llevar. Un anillo de compromiso. Un símbolo de lo que me han impuesto, de lo que este hombre, Christopher, ha decidido por mí.

No puedo creerlo. Joder, ¿qué pasó? ¿Qué diablos sucedió entre nosotros para que terminara con un anillo en el dedo? Y lo peor es que ni siquiera recuerdo cómo llegué hasta aquí. Sé que hubo demasiadas pastillas. Sé que me desmayé en Colombia. Pero ahora estoy atrapada en este puto juego, casada con él.

Entonces, la puerta se abre y Christopher aparece, con ese aire de control que siempre lleva consigo.

—¿Todo bien, esposa? —dice con un tono casi burlón, mientras sus ojos recorren mi cuerpo de manera posesiva.

Respiro hondo, intentando ordenar mis pensamientos.

—¿Todo bien? —repito, mi voz tiembla pero no de miedo, sino de rabia. — ¿Es esto lo que quieres, Christopher? ¿Un puto contrato de matrimonio para sellar algo que no debería existir?

—Sí —responde, sin inmutarse, caminando hacia mí. — Porque ahora, eres mía. Y eso no cambiará.

Mierda, todo lo que quiero es escapar. Pero sé que no puedo.

¿Y si lo matamos? Anda Nadia, dejame salir. Te juro que solo lo mato a él, a los de la lista y a algunos más.

¡Que no, Morrigan! Y no me jodas hoy.

El aire en la habitación se siente denso, como si las palabras de Christopher estuvieran flotando sobre mí, esperando a que las reciba. ¿En verdad este idiota cree que lo voy a dejar así, salirse con la suya?, no me conoce el idiota este.

Casadas con un mafioso, que la debe tener grande... A ver no está tan mal.

¡MORRIGAN! Ella lo odia y no sabes si la tiene grande...

Ay bien, déjame manejar esto a mi.

—No soy tuya —le respondo con firmeza, aunque el nudo en mi estómago me ahoga. Mi mente está llena de preguntas, pero esta es la más importante: ¿por qué me hizo esto? ¿Qué le hizo creer que podía decidir por mí?

Christopher sonríe, esa sonrisa de satisfacción que nunca me ha gustado. Se acerca más, tan cerca que puedo sentir su respiración cálida. No quiero, no puedo ceder a esta situación.

—Crees que tienes elección, Nadia —dice mientras me observa como si fuera una pieza más en su juego. — Pero créeme, ya no hay marcha atrás.

Me aparto bruscamente, dándole la espalda y caminando hacia la ventana. Necesito espacio, aire, claridad. Miro hacia afuera, pero la visión de la ciudad de Londres no me trae paz. El brillo del sol me hiere los ojos, y mis pensamientos se sienten más caóticos que nunca.

—¿Qué quieres de mí, Christopher? —pregunto con voz rasposa, sin poder ocultar el temblor de mi cuerpo.

Pero él no responde de inmediato. En lugar de eso, suena el timbre de la puerta. El sonido es como un golpe seco en medio de todo el caos que se ha desatado en mi mente. La puerta se abre y, al instante, Bryan entra en la habitación. Su expresión es seria, con una tensión palpable en sus ojos. Pero lo peor es que esa mirada es mucho más penetrante cuando se posa sobre Christopher.

—Necesitamos hablar —dice Bryan, y la forma en que lo dice me hace saber que esto no va a terminar bien. La tensión entre ellos es evidente, y yo... yo ya no puedo quedarme callada.

Bryan se acerca a mí, su mirada protectora se cruza con la mía, y en un parpadeo, entiendo lo que está pasando. A pesar de todo, a pesar de la complicidad que aún siento con él, no puedo dejar de ver lo que realmente está sucediendo.

—¿Por qué no me avisas antes de casarte con él, Nadia? —me pregunta con un tono que, aunque frustrado, está lleno de preocupación.

No sé si respondo, pero mi mente está un paso adelante, llenándose de pensamientos oscuros. Me siento atrapada. Esta vida que me han impuesto, este matrimonio forzado, este maldito anillo... todo se siente como una prisión de la cual voy a huir pronto.

Primero, me  tiró encima de Bryan llenandole la cara de besos y abrazandolo con tanta fuerza que parece que quisiera sacarle los órganos.

—Te extrañe, pero necesito que te vayas a Colombia y me dejes, se defenderme y lo acabare.

—No...no te dejare, mi reina.

Los días pasan como si fueran días de condena. Yo me muevo por la casa como un espectro, con cada paso recordándome que no soy libre, que no estoy en control. Christopher hace lo que quiere, y yo... yo solo existo en su mundo.

—¿Vamos a la piscina? —le propongo a Bryan, no duda en aceptar, me quitó la (falda esa que se ponen para tapar la parte baja del traje de baño) y ambos nos metemos a la piscina. Christopher está acostado bronceandose en una tumbona cerca de la piscina.

¿Ven que si la tiene grande? No es si no verle la bermuda. Por dios, eso sí lo mete nos acaba.

¡Morrigan, puta pervertida, estás haciendo que Nadia lo mire!

Verga...

¡Ya!, pues grande si la tiene, pero ya.

Bryan me ve y no puedo evitar sonrojarme, me siento rara luego de haberle visto la polla a un mafioso que me caso con el estando dormida. Es raro...

Ambos nos reimos y la guerra con agua comienza, amo a Bryan y no se que haria sin el, es mi mejor amigo y quien ha estado conmigo siempre, en las buenas y las malas. Pero respecto a Christopher, me voy a quedar aquí con el, cuando ya tenga a los sicarios en mi poder, los entrego al EJIN. Y por el momento desde aquí, puedo seguir con mi venganza.

_______

Nenas, dios mío. Yo estoy quedando loca con esto, les diré que Nadia estará muy equivocada con Christopher y también que su estancia en la mansión va ser bastante larga tanto como cierta obsesión de Morrigan.

Y por último que en este libro solo se menciona la relación de Verónica con Giovanni y la de Alexandra con Adrián.

¿Quien creen que sea el jefe de la mafia Siciliana??

En tiktok les dejé un spoiler...

Las amo.

Sofi🤍

Porfa voten y comenten porque me ando quedando mocha de ideas y me estoy quemando las neuronas con esto.

PAUSADA || VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora