Capítulo 11: La hora del baño

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Resumen:

Después de elegir seguir siendo tratada como una bebé por el momento, Christy deja que su mami la bañe.

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Después de que la llevaran por el pasillo hasta su habitación, Christy fue ayudada a quitarse el vestido y a sentarse en el cambiador para que le cambiaran el pañal. Al sentarse, notó un evidente estrujamiento en el asiento del pañal; el desorden que había hecho antes se aplastaba un poco más contra ella y se extendía más por el asiento del pañal. No pudo evitar sonrojarse ante esa sensación, sobre todo después de no haber notado la sensación de haber hecho caca en su pañal en primer lugar. Había algo muy infantil en el hecho de no darse cuenta de que había ensuciado su pañal de esa manera. No hacía mucho que estaba ayudando a algunos de los niños de la guardería a ir al baño y ahora estaba aquí, fracasando tan estrepitosamente que se había dado por vencida.

Miró a Stacy mientras esos pensamientos pasaban por su mente y se encontró sonriendo. El afecto que vio en los ojos de su mami fue suficiente para recordarle que eso era exactamente lo que quería. A pesar de lo embarazoso que sabía que sería a veces, nunca se había sentido más querida y cuidada en su vida. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que no tenía que preocuparse por nada. Ni siquiera por el pañal sucio que llevaba ni por el accidente que lo había provocado. Puede que no se diera cuenta, pero no se esperaba que lo hiciera. Su mami estaba aquí para ocuparse de eso por ella. Podía ser feliz y disfrutar del tiempo extra que las dos pasaban juntas, esa era la ventaja de ser un bebé.

Al notar la sonrisa en el rostro de Christy, Stacy aprovechó la oportunidad para hacerle unas breves cosquillas juguetonas en los costados. Christy se revolvió instintivamente y soltó una risita. "Lo siento cariño, no pude resistirme". Stacy admitió con una sonrisa, dando un paso atrás a los pies de la mesa y dando una palmadita al pañal sucio de su bebé. "Ahora estoy segura de que estás lista para salir de este apestoso pañal, ¿eh?". Preguntó, cogiendo algunos de sus suministros de la estantería debajo del cambiador.

Christy se tumbó con cuidado en la mesa mientras asentía a la pregunta. "Sí, por favor, mami". Contestó, deslizándose el pulgar en la boca después mientras se movía un poco en la mesa para ponerse cómoda antes del cambio de pañal.

Stacy sólo pudo sonreír al ver a Christy cerrar los ojos, chupándose el pulgar rítmicamente mientras esperaba a que le cambiaran el pañal. "Qué linda eres". Stacy comentó, consiguiendo una sonrisa de su bebé mientras pasaba a cambiar realmente el pañal de Christy. Después de desatar los lados y tirar de la parte delantera del pañal para retirarlo, el olor de la suciedad en el interior se intensificó en el aire. Dejando escapar una risita, Stacy agitó la mano libre delante de su cara. "¡Pee whew! Y también apestosa". Se burló con una sonrisa juguetona, obteniendo como respuesta una risita de su bebé, que por lo demás se sonrojaba.

A continuación, Stacy se puso manos a la obra con el cambio y limpió diligentemente el culito de su bebé con unas toallitas húmedas para limpiar a fondo el desastre que había hecho en su pañal. Una vez satisfecha de que todo estaba limpio, Stacy guardó las toallitas sucias dentro del pañal sucio y lo tiró al cubo de los pañales cercano. "Ya está, se acabó el traserito apestoso de mi pequeña". Comentó, dándole a su pequeña un ligero cosquilleo en las caderas para que se incorporara. "¿Lista para el baño, cariño?" Preguntó, ayudando a Christy a bajar de la mesa.

Mirándose a sí misma una vez fuera de la mesa, desnuda ahora que le habían quitado el pañal sucio, Christy no pudo evitar sentirse más tímida que antes. Le parecía una tontería, no es que esto fuera algo que Stacy no hubiera visto dado todo lo que había pasado en las últimas semanas, pero era una reacción instintiva dado lo que sabía que se avecinaba. Sin embargo, cuando volvió a mirar a su mami, la sonrisa tranquilizadora que vio la tranquilizó de nuevo. Su mami se aseguraría de que todo fuera bien.

El cargo de guarderíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora