— ¿Por qué nos miran tanto?
—¿No te das cuenta?
—¿De qué?
— Del parecido entre nosotros.
— ¿Qué tú, te pareces a mi?
Sebas asintió, aún con una expresión de sorpresa
— A ver si es cierto.
Dante hizo que Sebas mostrará todos sus perfiles de manera lenta mientras lo analizaba de pies a cabeza, hasta que obtuvo todo lo que quería, y dio su veredicto.
— Bueno, tus ojos están mucho más juntos que los míos. Tus orejas... no te preocupes, crecerás más que ellas. Tus dientes están astillados.— Se escucharon diversas risas del resto de campistas mientras Sebas se tocaba cada una de las partes que Dante iba mencionando — Y tu nariz, no te preocupes, existen cirujanos plásticos muy buenos.
— ¿Quieres que le de un golpe, Sebas?
— Tranquilo Nico, no creo que...
Sebas solo mantenía una mala cara, y fue interrumpido por Dante.
— Espera, aún no termino, ¿quieres que te diga cual es la verdadera diferencia entre nosotros?
— Puede ser que yo sé esgrima y tú no; y veo que yo tengo clase y tú para nada. Despídete
—Te crees la gran cosa.
Mientras Dante se acercaba llegó Luzu a interferir en la discusión.
— Niños esperen, es hora de terminar este cariñoso encuentro. — Luzu volteaba la cabeza de izquierda a derecha — Sebas, Dante — su confusión era perceptible en su voz — quiero decir, Dante, Sebas. Quiero decir, ah, ¡cielos!— finalmente se rindió en reconocer quién era quién.
En la cabaña Navajos se encontraba un grupo de niños jugando al póker. Mientras se iban reuniendo más y más campistas, Sebas era quien iba ganando.
— Lo siento chicos, dos pares. Confórmense con verme ganar.
Empezó a retirar el dinero y objetos que había conseguido.
—¿Eso es todo? — empezó a contar el dinero—¿no más jugadores?
Entonces se escuchó a la puerta ser azotada para dejar pasar a Dante, seguido de Ale y Mauro. Iban vestidos casuales con el calentador del campamento, pero Dante iba con unos lentes llamativos, peinado de una forma peculiar y las mangas arremangadas mientras sostenía en sus manos una bolsa con monedas.
— Yo te voy a dejar limpio, niño.— Poco a poco se fue acercando a Sebas mientras los demás hacían paso.
Sebas extendió las cartas de un lado y luego las giró con habilidad, regresó su mirada a Dante para luego darle una sonrisa engreída, demostrando que aceptaba el reto.
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Juego de gemelos. • Rodrivan
Science Fiction• Sebastián y Dante son dos gemelos que al nacer, fueron separados por sus padres. Mientras que uno vive con su padre en Argentina, el otro pasa su vida en Francia. Por eso, con miles de kilómetros separandolos, era imposible que coincidieran. Has...