El vuelo desde el país natal de mi bello y precioso Omega hacia mi país fue uno demasiado largo, esa era la razón por la cual no me gustaba viajar demasiado, pero lo tenía que hacer al ser el futuro rey de mi país.
—¿Cómo te fue en tu viaje cachorro?—pregunto el omega de ojos verdes mirando a su hijo
—Bien mami, bese a checo—dijo el alfita poniéndose como un tomate
—Wow, eso no me lo esperaba—dijo Christian admirando a su hijo sentirse como un cachorrito de nuevo—Amor, no tengas pena es normal, se supone que el baile es para eso cachorrito, además aquel chico te atrajo y eso está bien—añadió el rey besando las mejillas de su hijo
—¿Por qué no vino papa donde esta? —pregunto el rubio recostado sobre las piernas de su madre
—Esta ocupado amor, fue hacer algunas cosas además quería pasar tiempo con mi cachorrito, el me roba todo tu amor y no es justo—dijo el omega mirando a su hijo
—Mami, pero puedes decirle eso a papá el no lo vera mal—dijo el alfa mirando a su mami con un pichero
—Ya sé, pero tú también amas pasar tiempo con el—dijo la madre de este haciendo su olor de arándanos y miel mas triste
—No mami no te pongas triste, te amo eres la persona que me dio la vida prometo que pasare más tiempo contigo—dijo Max con sus ojos aguándose
—No mi amor no llores—dijo el omega abrazando a su cachorrito
Después de esa pequeña platica el camino siguió hasta el castillo, hasta que por fin llegaron y Max al final se sintió tranquilo pues al fin podía descansar de todo lo que había sido el vuelo.
—Llegamos su alteza—informo el chofer
—Gracias Mark—agradeció el rey omega a este
—Mami, ¿Puedo ir a mi habitación? —informo el príncipe a su madre
—Esta bien cariño—dijo Christian besando a su hijo
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La habitación del alfa era una mezcla interesante, porque aun que ya era alguien mayor, literalmente un alfa de 25 años y su habitación aún tenía rastros de ese Max pequeño y le gustaba su habitación era su santuario.
El rubio se acostó en medio de su cama donde se dispuso a mandarle un mensaje a su dulce omega de que ya había llegado hasta su país con bien
"Cariño ya llegué todo bien" escribió y envió el alfa, esperando una respuesta hasta que noto la diferencia de horario
—Omega, porque no me avisaste que ya habías llegado—dijo el alfa de pelo negro hacia el rubio
—Perdón—dijo el omega besando los labios de su alfa—Nuestro alfita se enamoró—dijo Christian besando al más alto
—Enserio—dijo el alfa mirando salir de su habitación a su hijo
—¡Papa! —grito el alfa abrazando a Toto—Podemos cenar—pidió el rubio con una sonrisa