The Ballad of Mona Lisa.

Marriage.

No se como ni por donde empezar a decir esto, la verdad la carta de esta tal Sarah me dejo más perturbada de lo que me gustaría admitir, honestamente, Brendon y yo nos habíamos distanciado un poco, o bueno, el de mi, últimamente se comportaba demasiado extraño, llegaba a tarde a la casa después de los ensayos, me decia que iba a ensayar y después resultaba que se iba con Dallon, la verdad yo me callaba todo esto por temor a ser la burla de los medios, los únicos con quien hablaba sobre esto era con Spencer quien a pesar del poco tiempo se habia convertido en alguien muy importante para mi, y con mi madre que siempre sabia que decirme para hacerme sentir mejor, ya fuera un: "por algo sigue contigo cariño" o "tu eres su cielo, el nunca te dejara".
Estaba pensando en llamar a mi madre antes de arrancar el auto cuando sonó mi celular, era el tono de un pato que solo decia "cuak", el tono de Spencer, conteste y puse el manos libres y arranque.
- No digas nada, lo vi todo, ¿Como estas?
- ¿Como te imaginas? Esto es como un balde de agua con hielos después de todo lo que esta pasando. Dime Spence, y sé sincero, ¿Crees que sea verdad?
- Mira Avs, se que Brendon últimamente se ha puesto difícil pero después de todo lo que paso con Ryan y Jon es comprensible.
- Spencer, no te he preguntado eso, ¿tu piensas que Brendon seria capaz de hacer algo asi?
- Okay, seré sincero, Brendon lo ha hecho, no contigo, antes de conocerte el era todo amor compartido, honestamente pienso que esa chica es una fan más.
- Demonios Spencer, no lo se. ¿El no te ha llamado? ¿Crees que lo haya visto?
- No lo se Avs, no creo que lo viera debe estar trabajando para el nuevo álbum. Por cierto, yo he escrito una canción, y le ha encantado! Y no, no me ha llamado.
- Fabuloso! Muero por escucharla. Bueno Spencer debo colgar, pasare a comprar cosas para la casa. Te veo luego.
- Adios.
Clic. Detuve el auto frente al centro comercial y entre, me diriji a los alimentos, recorrí pasillo tras pasillo hasta tener todo lo que necesitaba y de ultimo momento decidí comprar cerveza para Brendon. Camine al los refrigeradores y tome dos six packs y los puse en el carrito cuando al girarme choco con una chica de ojos verdes.
- Lo siento!-digo recogiendo unas bolsas de arándanos secos que debió haber tirado con mi golpe.
Cuando me levanto se lleva las manos a la boca.
- Oh Dios! Acabo de chocar con Avery Urie! Lo siento de verdad! Mi hermana es una gran fan de Panic! No me creera cuando le cuente.
- Calma nena, no es para tanto, si quieres podemos tomarnos una foto para que te crea.-Digo extendiendo mi celular hacia ella.-Por cierto, ¿cual es tu nombre?
- Oh cierto! Que grosera soy! Mi nombre es Jade Castille. Tengo 16. Y ¿en serio te tomarías una foto conmigo?
- Claro, es más, tomala con tu celular. - Ella saca su celular de su bolso y le pide a una señora con un niño que nos tome la foto. Yo sonrio mientras le paso un brazo por el suyo de manera que quedan enlazados, somos casi de la misma estatura asi que solo acercamos nuestras cabezas y sonreímos, sale el flash y me ciega por un segundo, cuando me recupero le agradezco a la señora y me despido de Jade. Ella se queda casi hiperventilando. Pago todo y lo subo al auto, despues de 20 minutos estoy sacando las bolsas para meterlas en la casa. Abro y veo a Brendon sentado frente a su teclado.
- Hola cariño. ¿Que tal todo?-digo mientras me dirijo a la cocina a guardar todo. Cuando acabo me dirijo a la sala con una cerveza y veo a Brendon mandando un mensaje, frunzo el ceño pero no digo nada, como siempre. Me siento junto a el y guarda el celular.
- Todo esta bien linda, y gracias. - dice tomando la cerveza y dandome un beso.
−¿Viste la entrevista?
- Umm no, lo siento, estuve trabajando con Dallon. ¿Que tal estuvo?
- Oh fabuloso- Exclamo con sarcasmo y el me mira y levanta las cejas y asi comienzo a contarle todo.
-¿Es en serio?-pregunta un tanto frustrado y yo pienso "claro que lo es, genio" en vez de eso respondo con un simple:
-Ajam, pero no importa cariño-sonrio como si de verdad no importara. En ese momento Brendon se levanta del sillón y dice como si nada:
-¿Era necesario tanto alboroto para esa tontería?- al igual que muchas otras veces mi corazón se rompe pero le sonrio y lo abrazo por la espalda.
- Olvidalo amor, tienes razón, es una tontería.