Celos. Asombrosos y dulces celos

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Obviamente ustedes no lo saben pero ¡demonios! tienen que saber esto, han pasado cerca de 9 meses, ¡9 meses! Sidney esta tan grande, y me enorgullezco tanto de mi misma, no he hablado con Brendon, al menos nada fuera de un "Vine por Sidney" o "¿Puedes tenerla hoy" Esta ultima pregunta casi siempre la hacia yo. Desde que Sidney nació se volvió más unido a mi, y a ella, a veces yo sentía que solo venia a verla a ella, no me molestaba, en absoluto, pero a Sarah si. Y mucho, por lo que Jade me decia. Jade, esto es más simple, nos volvimos amigas y ahora ella tiene su propio apartamento, desde que a Sarah no le pareció que fueramos amigas pero Jade solo decidió dejarla. Me siento un poco culpable, yo nunca tuve hermanos pero se que debe ser algo sagrado. Pero es su pelea, no la mia. En fin, como todos los viernes de este mes estoy discutiendo con Brendon.
-No Avery. Yo no puedo hacerme cargo de ella. Daré el concierto pero en serio quiero que este ahí. ¿En serio no permitiras que Sarah la cuide? Solo será mientras la banda toca. Por favor.
Estaba a punto de decirle que no rotundamente cuando David entro con una gran sonrisa.
-No lo se Brendon, David esta aquí. Tengo que colgar. Llámame mañana y te tendré una respuesta.
-¿Ya vive contigo ese tipo? ¿Cuando pensabas avisarme?
-¿Así como tu me avisaste de Sarah? Y no.-Sonreí hacia donde David estaba recargado en la barra de la cocina-Aún.-Colgué.
David y yo hablamos por cerca de 40 minutos sobre nuestro día de pronto se acerco más a mi. Y me sonrío realmente grande.
-Tengo buenas noticias. No tendrás que dejar a Sidney con Brendon.-Saco dos sobres rojos-Tengo invitaciones para mi y un acompañante para los premios "Feel The Music" para la alfombra, la cena, el show. Puedes ir conmigo y llevar a Sidney. Y todos felices.
-David. Eres. Asombroso.-Le lanzó los brazos por detrás del cuello y el me toma de la cintura. Nos quedamos así por un minuto hasta que lo oigo y lo siento suspirar.
-Lo siento Avery.-Se aleja y me hace sentir un poco triste. Me gusta abrazarlo, es calido, y es mas alto que yo por cerca de 15 centímetros.
-Oh, esta bien. Y señor-Digo cambiando de tema-¿Que debo usar?
-Dejamelo a mi.-Dijo sonriendo, le sonreí y le asentí, me gire para ir a la sala cuando sentí sus brazos en mi cintura y de pronto el piso se esfumo, cuando abrí los ojos estaba siendo arrastrada fuera de la casa en los hombros de David. Cuando abrió la puerta para salir vi el rostro confundido de Brendon, de pronto se convirtió en un tomate, luego en una uva. Y demonios, puedo asegurar que yo era un cubo de hielo por lo blanca que me puse.
-Brendon, ¿Que haces aquí?-Pregunte todavia en el hombro de David mientras me acomodaba unos mechones de cabello detras de mi oreja.
-Venia a hablar contigo. Amigo, ¿Podrias bajarla?
-Realmente no, vamos de salida.-Vi algo en los ojos de Brendon que no pude reconocer bien, parecia dolor, o furia, quiza ambas.
-Wow, ella no parece muy dispuesta a ir
-Pues deja que ella decida.-No sabia que hacer así que sólo me baje del hombro de David.
-Basta amigos-Puse una mano en el pecho de cada uno y me giré hacia Brendon-Brendon, emm ahora vamos de salida pero mañana estare aquí mira- Tome una hoja y una pluma de mi bolso y anote un hotel en el centro y una hora-Maquillare a una novia, llamame y hablaremos. Sirve que veo a Sidney.-Le di el papel y tomé mi bolso.-Vamos David.
-Bien.-dijo sonriente, levantó la vista hacia David y luego a mi-Y ten cuidado. Por favor.-Se acercó y beso mi mejilla, se dio la vuelta y se fue. Daveid y yo subimos a su auto. Condujo en silencio por cerca de media hora, cuando llegamos sentí que se relajó un poco, aunque el ambiente entre ambos era muy muy tenso. Cuando me estaba probando un vestido púrpura lo mire en su celular.
-¿Te pasa algo?
-Es Brendon.
-Lo se, ni me lo digas, realmente me parece raro como se puso.-Dije agitando mi mano para quitarle importancia a pesar de lo bien que me sentí por la reacción de Brendon, el nunca reaccionó asi, ni cuando estábamos casados.
-Se esta arrepintiendo.-soltó David amargamente.
-¿Disculpa?-dije a pesar de haberle escuchado perfectamente-No lo creo. El esta con Sarah, el la ama. "Ella lo salvara"-dije citando su canción con molestia.
-Mira a final de cuentas no importara si se arrepiente o no si a ti ya no te importa, pero hay algo en tus ojos que me dice que aún lo quieres. Y que en el fondo esperas que regrese.
-Es el padre de Sidney, claro que lo quiero, pero no volvera, no te niego que a veces me gustaría que no se hubiera ido, pero lo hizo, y me enseño, me ayudo a dejar atrás el ser tan sumisa. Pero no quiero hablar de el, aun me duele lo que hizo.
-Lo entiendo. Gracias por ser sincera-se levanto del taburete en el que estaba y puso sus manos en mis hombros-Y ese vestido no te queda. Ven-tomo una de mis manos y me jalo-Pruébate este-dijo extendiendo un vestido negro con un detalle en dorado.
-No lo se, no uso mucho negro-
-Pero definitivamente es tu color.
-Bien-dije tomando el vestido y regresando al vestidor. Cuando salí y me mire en el espejo supe que ese era MI vestido, un vestido ajustado con corte sirena en la parte de abajo color negro y con un cierre como si estuviera abierto desde debajo del pecho y mostrando el detalle en dorado que era algo como simulando un brassiere de encaje dorado y con mangas largas negras.
-Es perfecto.
-Solo porque tu estas usandolo. Vamos, lo llevaremos.
Cuando llegamos a casa no pude más que dormir, había sido un día normal, una noche bastante agitada. Eso y queria que ya fuera mañana para poder hablar con Brendon y saber cual era su urgencia, de hecho durante toda la mañana siguiente estuve equivocandome en todo, olvidaba donde dejaba una cosa o donde estaba otra, cuando al fin termine de maquillar a mi chica me sentía a punto de explotar, casi como la vez del concierto. Cuando salí del hotel y vi a Brendon recargado en su auto y cargando a Sidney no pude evitar pensar en como seria nuestra vida como familia, el y yo haciendo esto de salir a almorzar todos los sábados después de que yo maquillara a alguien, este pensamiento solo hizo una pequeña grieta más en mi corazón. Y odie a Brendon. Se me olvido todo en cuanto vi a Sidney. Con los ojos marrones y con el toque travieso de su padre. Y según todos con mis mejillas.
-Hola Brendon-dije tomando a Sidney-Hola mi amor. ¿Como te trataron en casa de tu papi?-Solo sonrió, que mas me podia responder una niña de casi 9 meses.-¿Que tal les fue?
-De maravilla, Sarah se ha hecho unas mechas rubias y ahora Sidney no deja de jalarselas. Ella adora todo lo amarillo.
-Pues entonces le encantará mi vestido nuevo.-dije sin dejar de hacerle cariños a Sidney.-Te tengo noticias sobre el fin de semana, pero vamos a comer, no desayuné muy bien.
Brendon asintió y caminamos hacia un restaurante pequeño, cuando ordenamos y ya teníamos nuestra comida Brendon no espero más.
-¿Me responderas sobre el fin de semana?
-¡Cierto!-Dije separando mi vista de Sidney y enderezandome hacia Brendon.-David fue invitado y tengo una invitación asi que llevare a Sidney y durante tu show ella estara alli viéndote.
-¿Que?-dijo soltando su tenedor-¿Iras con el? ¿Y llevaras a Sidney contigo? No Avery, tu te has vuelto loca.
-¿Cual es el problema? Tu planeabas dejarsela a Sarah y yo estaré con ella todo el tiempo.
-Pero estaras con ese tipo y no me gusta. Prefiero que se quede en casa.
-Bien, se la dejaré a mi padre entonces.
-¿Porque? Ya no tendrás que llevarla.
-Pero igual quiero ir a la fiesta, tu nunca me llevaste a una. Vaya Sidney o no, yo ire. Superalo.

The Ballad of Mona Lisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora