Desperté viendo un techo no familiar, medio somnolienta vi que a mi lado estaba Ford rodeando mi cintura con sus brazos, y sin ropa, mi mente empezó a progresar todo lo que hicimos el día de hoy, con cuidado salí de la cama sin despertarlo, tomé la primera prenda de ropa que vi y me la puse, era el cuello de tortuga de Ford.
-Ay como no amarlo si hasta su ropa me fascina -le di un beso en la mejilla y fui a darme una ducha, al terminar y aun con la ropa de Ford puesta fui a cocinar unos panqueques, después de toda la energía que nos gastamos debía recompensarlo con comida.
Me demoré un poco más debido al tambaleo de mis piernas, pero lo logré, panqueques en forma de corazón y panqueques comunes, aun no escuchaba a Ford despertar y fui a buscarlo, abrí despacio la puerta de su habitación.
-Ford, cociné algo para los dos, ven a la cocina -de a poco entré y lo vi sosteniéndose la cabeza con las manos, se le veía nervioso, corrí hacia el- FORD! ¿Estas bien? ¿Qué paso?
-Marina! -me abrazo con fuerza como si fuera a desaparecer- creí estar en un sueño de Bill, nuevamente jugando con mi mente y con la tuya... me dijo que en cualquier momento la grieta se rompería y volvería por venganza contra ambos.
-Estoy aquí, nada de lo que paso fue un sueño o una ilusión, aunque cueste creerlo... pero ¿De qué hablas? ¿A qué te refieres con esa grieta y que Bill volvería? -se veía algo más tranquilo, pero algo no me estaba diciendo.Me explico que después de desarmar el portal, quedo una grieta dimensional que logró sellar de forma temporal, pero se estaba agrietando, y que Bill se apareció en sus sueños para decirle que, si volvería y se vengaría de mí por nuestro último encuentro, Ford se veía asustado no solamente porque podía haber un fin del mundo, sino por otra cosa.
-Volvía mi dimensión y volví con mi familia, a mis estudios y mis investigaciones, te conocí a ti que has sido alguien muy importante desde que llegue por ese portal -tomó mi mano entre las suyas- Eres muy especial para mí, eres el 38 de mi dado y el enigma que deseo resolver con paciencia... a lo que me refiero... No quiero perderte Marina, ni en mis viajes entre dimensiones encontré a alguien que me atrae como tú lo haces.
Sentía que iba a llorar, era la declaración de amor más tierna que haya podido escuchar, quite un poco las lágrimas de mis ojos por la emoción y tomé sus manos.
-Tampoco yo quiero perderte, lograremos solucionar esto y no estamos solos, tenemos a tu familia que te apoya y te ama, tanto como te amo yo -dio una débil sonrisa, bese su frente y le lance mi suéter- tu ropa está bajo nueva administración, así que tendrás que usar el mío.
-Espero que me lo devuelvas, es uno de mis favoritos -y tomados de la mano fuimos a desayunar en la noche,Realmente la comida luego de mucho ejercicio sabe mucho mejor, los chicos y Stan volverían en la tarde del próximo día, lo que nos daba más tiempo para estar solos nosotros. Esta vez fuimos a mi habitación y caímos dormidos al mismo tiempo después de ejercitarnos, espero poder caminar a la mañana siguiente y no verme sospechosa.
Esta vez Ford hizo el desayuno, sí que sabia cocinar bien, estábamos en momentos tranquilos y me contaba más de sus historias, cuando creyó encontrar un sándwich, pero en realidad era un planeta y él se lo había comido.
-Al menos espero que haya tenido buen sabor -bromee y él se rió un poco.
-Al menos tenía mejor sabor que los de una estación de servicio -recostó su cara con una mano mientras me miraba.
-Que? ¿Tengo algo o una mancha en la cara? -me seguía mirando, con una cara perdida de enamorado.
-Realmente no puedo creer que esto que somos o tu sea cierto, nunca imagine una relación en mi vida, menos que esta sucediera, solo tenia los ojos en mi investigación y probar mi estudio con el mundo, pero llegaste a mi vida y encontré con quién puedo compartir todo lo que soy sin restricciones -acercó su mano a la mía- Hay algo muy importante para mi que no se lo he mostrado a nadie.Me llevó a su estudio, y sacó un gran cuadro de vidrio con una gran variedad de polillas con las alas abiertas, mis ojos se iluminaron.
-Nunca le he mostrado a nadie esto, es mi propia colección -se veía como si me mostrara su punto más vulnerable- me fascinan las polillas. Criaturas de la noche, atraídas por la luz y lepidópteros incomprendidos, al igual que... al igual que yo.
-Aunque no lo creas, ¡me encantan las polillas! En la infancia todas mis compañeras escapaban de ellas, mientras que yo las atrapaba y las veía con asombro -sus ojos brillaban- bellas criaturas incomprendidas pero encantadoras.
Ford suspiró, se veía más tranquilo, parecía un niño mostrando su preciada colección secreta a la que le tenía mucho cariño.
-He visto maravillas en este universo, cosas que desafían la lógica y la realidad, pero... nunca pensé que alguien más pudiera ver estas cosas pequeñas como yo las veo -volteó a verme, sus ojos brillaban como miles de constelaciones.
-Actias luna y Attacus atlas, son de mis favoritas, y veo que tienes unos muy bellos ejemplares aquí -sonreía mientras me mostraba y hablaba de cada polilla que tenía en su colección, realmente es tan adorable Ford, hasta que guardó silencio.
-Estas criaturas me recuerdan a mi en tantas formas, siempre siendo atraídas por lo extraño, lo desconocido, lo que otros no logran comprender, pero tú... tú lo entiendes. Ves la caótica belleza donde otros ven rareza.
-Ford, cada vez que me hablas o muestras algo de ti me hace quererte más, y si fueras una polilla yo seria tu luz, aunque suene bien cursi -de una forma rápida me abrazó y pego su frente con la mía.-Realmente eres el 38 de mi dado, un faro de luz en mi oscuridad -su voz sonaba suave, y su abrazo era cálido.
-Tu eres mi enigma preferido, uno que resolveré pasito a paso junto a ti -nos mantuvimos abrazados, parecía que solo existíamos nosotros dos en aquella habitación llena de recuerdos de traición, antigua amistad, estudios y esperanzas. Tal vez el mundo se termine mañana pero no importaba en este instante.
-Gracias Marina, por quedarte y entenderme -sonrío y le di un pequeño beso en la nariz.Pasaron unas horas y llegaron los chicos, y no nos dimos cuenta que habían vandalizado la cabaña por fuera por venganza a Stan, Soos no estaba así que me quede a arreglar, le di un beso en la mejilla a Ford y me puse a quitar los graffitis y limpiar este desorden. Creo que pasó una hora o tres y había terminado, Stan me vio y me lanzó una lata de Pitt.
-Buen trabajo manteniendo la cabaña en una sola pieza y que mi hermano no la explotara, aunque la vandalizaron... -se veía enojado- Pero luego limpiaste todo así que esta bien.
-Lo siento Stan, estaba haciendo otras cosas y de repente me quedo ensimismada en mi mundo -sonreí pero estaba nerviosa recordando todo lo que hice con Ford estos dos días.
-Bueno, mientras no me digas que traes a unos nuevos Pines a futuro, todo estará bien -escupí mi bebida.
-Stanley! ¿Cómo dices eso? Acaso crees....
-Relájate Marina! Solo estaba bromeando, pero ahora que lo mencionas... Ford se ha visto más distraído últimamente, pero se le ve bastante feliz. No me importa que es lo que hagan pero, si alguien se mete con Ford tendré que ajustarle las tuercas -empezó a revolver mi cabello con una ligera presión, estaba serio pero no quita su toque cómico.
-No tienes por qué preocuparte de eso. Ford y yo estamos muy bien juntos y.... -pensé bien lo que iba a decir- estamos llevando las cosas con calma y lento -Stan soltó una risa disfrutando mi nerviosismo.
-Con qué calma ¿eh? Mi hermano se ve que ha dormido más de 5 horas ¿Acaso será obra de alguien? -me miró arqueando una ceja- En fin, si tu lo cuidas, el cuidara de ti. Solo no rompas su corazón y no tendré que romperte las piernas.
Stan empezó a reír, y yo estaba muy nerviosa, reí un poco y me miró serio.
-Es en serio
-Te juro que nunca romperé su corazón pero si su pelvis -espera, lo dije o lo pensé...
Ambos empezamos a reír, yo estaba nerviosa pero era mejor dejarlo como chiste frente a Stan.
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"Nada mas malo me puede pasar ya" StanfordxOC
FanfictionMarina deja todo su pasado y viaja hasta Gravity Falls para empezar una nueva vida. Aunque su mente sea un caos, nunca hubiera imaginado encontrarse con las mejores personas de su vida, ni imaginar volver a pensar en amor.