❝ Cyno estaba casado con la hermosa bailarina de Sumeru Nilou, más pronto sus planes van a tener que cambiar al llegar el nuevo guardabosque a su vida, acabando lentamente con él y sus compromisos. ❞
-Aquel muchacho... ¿cómo se llama?.
-Tighnari, pr...
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Nilou, Alhaitham y Kaveh llegaron a la casa de la pelirroja, ella entró junto a los otros dos muchachos con una cara de cansancio increíble. Se encontraba, devastada, cansada y preocupada.
—Nilou ¿algo que desees? —preguntó Kaveh al hacerla sentar sobre su mueble de la sala— Ah..., tal vez si traigo a tu hijo se onga mejor...
—¡NO! ¡No quiero que me vea así! —exclamó Nilou dejando de estar apoyada sobre sus manos y con los ojos húmedos por el llanto. Miró hacia Kaveh que se encontraba sorprendido por la reacción de la chica—. Lo siento... —dijo— Estoy..., alterada, de verdad lo lamento, yo no... quería gritarte...
—Tranquila, lo entiendo —dijo y luego se cruzó de brazos—. No te preocupes, entiendo tu estado de ánimo.
Nilou suspiró y volvió a apoyar su rostro trapándolo con sus manos.
—Debo de verme ridícula...
—No..., es normal tener días así —dijo Kaveh y se acercó más a ella, luego se agachó hacia su altura y puso su mano sobre su hombro de manera de consuelo—. Somos tus amigos, te vamos a apoyar.
Nilou miró a sus dos compañeros y luego analizó las palabras del rubio. Terminó sonriendo un poco más calmada.
—Muchas gracias muchachos...
—Nilou ¿qué pasó exactamente para que te pongas así? —preguntó Alhaitham.
—¡No seas indiscreto! —exclamó Kaveh regañando al más alto.
—No..., está bien —dijo Nilou, luego se acomodó correctamente en su asiento—. Tengo un mal presentimiento del viaje, yo no iba a... llorar... porque le levanté la voz a Cyno..., osea sí me afectó pero podía soportarlo es solo que..., una visión rara pasó por mi mente —dijo y colocó sus manos sobre sus brazos cruzándolos y sobó sus brazos como si tuviera frío—. Sé que una visión es solo eso, pero se sientió tan real que me dió escalofríos.
—Nilou ¿de qué trataba esa visión?
—Era..., mi hijo siendo aniquilado —dijo y sus dos compañeros se sorprendieron mirándose mutuamente—, pero... después apareció rápidamente el rostro de Cyno...
—Osea crees que...
Nilou empezó a negar con la cabeza.
—No, no. Yo sé que Cyno ama sobre todas las cosas a su hijo, sería imposible... —dijo sin poder terminar su frase correctamente.
—Creo que necesitas descansar un poco —dijo Alhaitham— Tal vez los últimos... conflictos que has tenido con Cyno te están aturdiendo.
—¿Conflictos? ¿Cómo sabes? —preguntó Nilou.
—Ah..., es algo obvio Nilou y, me lo contaste ese día que salimos al restaurante.
—¿La llevaste a un restaurante? —preguntó Kaveh con un ligero tono de ofensa.
