Pececito | ForceBook

capítulo 9

— ese hijo de puta. — murmuró AJ. lo había llamado así desde que se enteró de los últimos acontecimientos. — debiste golpearlo más veces en su cara de perro mentiroso, Force. — se cruzó de brazos, volteando a ver a Book. — perdón, no quise ofender a los animalitos.

— deja de mencionarlo, por favor. — Book guardó el delantal. — animarás a Force a-.

— deberíamos ir los dos a visitarlo al hospital. — AJ puso su mano sobre su hombro, interrumpiendo al otro. — yo lo sujeto, y tú lo golpeas.

Book suspiró. — no me llamen si terminan en una comisaría, despertarían a mis niños innecesariamente, porque no los iré a buscar. — sin más, salió de la cocina.

— bien, mi comentario consiguió que se fuera, — su amigo y jefe lo terminó abrazando por sobre sus hombros. — llegó tu oportunidad.

si bien AJ no sabía de sus sentimientos por Book, porque él nunca habló con nadie sobre ellos, siempre comentó que serían "la pareja ideal".

— ¿de qué oportunidad hablas, AJ? — fingió no entender. — mi mejor amigo acaba de romper con su pareja de casi una década a causa de una infidelidad-.

— te brillan los ojos con contemplar su simple existencia, Force. — lo interrumpió con un tono serio. — ¿cómo has aguantado casi una década ocultando tus sentimientos? no, ¿cómo ha podido Book no ver lo que sientes durante todo ese tiempo?

— ¿te golpeaste la cabeza con algo? — Force se alejó, dándole una mala mirada.

se sentía expuesto ante esa conversación.

— no me he golpeado con nada, Force. solo me interesa que mis amigos no pierdan más tiempo del que ya han desperdiciado. — insistió. — tú solo, y Book con un imbécil.

— nos vemos mañana, AJ. — se despidió, ignorando todo lo que le acababa de decir.

al salir del restaurante, Book estaba sentado en una banca, protegido en la sombra de un árbol.

— iré a casa, Kasidet. — le habló, quedándose de pie a un lado. — ¿quieres que te acompañe a la tuya?

— quisiera que nos juntemos en el parque, para pasear a Jirat. — el más bajo alzó la mirada. — deberías llevar a tu perrito, quizás se hacen amigos, como lo somos tú y yo.

cuando el atardecer cubrió todo el cielo, Force y Book se sentaron el pasto, cada uno dándole agua a su respectivo perro. 

estaban en silencio, pues ya habían hablado de todo mientras caminaban. Book le comentó que bloqueó el número de Fluke, ya que por un motivo que desconocía le habló quejándose por el estado de su ropa. Force simplemente dijo que era un idiota, y que ya habían adoptado a los otros gatitos.

— ¿qué hay del perrito actor? — al mirarlo, el perro corrió animadamente hacia Book, apoyando su cabeza en su pecho, a la espera de caricias. — ¿sigues siendo su hogar temporal?

Force compartió una mirada de reojo con Jirat, ambos sin comprender el actuar tan afectuoso de los otros dos.

— no, ya no soy su hogar temporal. — contestó, viendo al más bajo sonreír. — ¿de casualidad no tendrás una caja? pretendo dejarlo por ahí.

Book lo golpeó en el brazo, luciendo serio. — no es gracioso, Jiratchapong.

— adopté al perro con apego ansioso, ¿no ves su collar? — acarició la zona golpeada con su mano, porque sí le dolió.

— ¿en serio? — el tono de voz de su amigo pasó a uno emocionado. — espero que le hayas colocado un nombre más bonito que a tu gato.

— Pirata es un nombre que captura su esencia. — se defendió, observando al otro tomar el collar, para reír en lugar de decirle algo. — no lo quise llamar de otra forma, pues es igual de molesto que tú.

— adoptamos perros con la personalidad del otro. — Book no sonaba nada de ofendido. — eres un perrito muy amoroso, Kasi. — le habló como si fuese un bebé. — no dejes que ese pececito feo te convierta. — sin más, llenó de besos la cabeza del animal, quien los recibía con mucho gusto.

Jirat sigilosamente pasó de estar en medio de ambos, a colocarse al otro lado, protegiéndose tras el cuerpo de Force.

— también hay besos para ti, pececito. — Book tiró de su brazo, acercándolo a él, para dejar cortos besos en su mejilla. — no necesitas mirarme mal para tenerlos.

— me llamaste feo, ¿de qué otra forma podría mirarte? — lo miró de reojo.

— sabes que bromeo. — el otro le regaló una sonrisa, que fue suficiente para darle calidez a su corazón. — eres el pececito más lindo de todos. — su comentario fue acompañado de otro beso en su mejilla, que lo hizo sonrojar.

aunque Book no se percató de eso, porque atrapó a Jirat para llenarlo de besos, a pesar de sus aullidos en protesta.

— cualquiera pensaría que te estoy torturando, Jirat. — suspiró Book, viendo al perro mirarlo de reojo. — oye, sí lo convertiste en un pececito.

Force rodó los ojos. — ¿quieres que lo muerda otra vez para quitarle el hechizo?

— ni lo pienses. — Book alejó al animal de él, abrazándolo como si fuese un pequeño peluche. — yo te protejo, hijo.

— creo que el albergue de pulgas preferiría estar conmigo, que sufriendo en uno de tus abrazos. — Force comenzó a reír al obtener un ladrido del animal como confirmación a sus palabras, en lo que Kasi se derretía sobre sus piernas, dándole una mirada cargada de amor cuando acarició su espalda. — ¿cómo llevas vivir solo?

— técnicamente ya vivía así desde antes, — rió Book. — mi única compañía solían ser mis niños, y tú cuando ibas a visitarme. elijo pensar que Fluke realmente pasaba su tiempo en el hospital, que en casa.

Force volteó a verlo. — ¿por qué continuaste con él, Book?

— por miedo, y costumbre. — se encogió de hombros. — no quería admitir que fracasé en mi relación, ni tener que conocer a otra persona... antes de Fluke, nunca creí que podría gustarle a alguien. sentía que sin él, quedaría solo.

Force no pude evitar repetir en su mente la pregunta que hizo AJ, ¿cómo su amigo no era capaz de darse cuenta de sus sentimientos por él?

— incluso ahora me asusta que nadie sea capaz de enamorarse de mí realmente. — agregó el más bajo, mirando a Jirat. — mis animalitos son los únicos que me han dado un amor genuino e incondicional.

— ¿los únicos? — repitió, sintiendo su corazón hacerse pequeño.

— Force, tu amor es diferente. — el otro volteó a verlo. — es el de un amigo. me corrijo, el de un mejor amigo.

— cierto. — asintió. — ¿te acompaño a casa? no quiero volver a la mía de noche.

— claro, vamos.

el camino a casa de Book volvió a ser silencioso. silencio que Force rompió cuando el otro volteó a verlo desde el umbral de la puerta, con intenciones de despedirse, sosteniendo a Jirat en sus brazos.

— deberías perder el miedo a que nadie se enamore de ti. — habló, haciéndolo fruncir el ceño. — porque yo lo estoy desde el último año de secundaria. buenas noches, Book.

sin más, emprendió su camino a casa, cargando a Kasi, quien lengüeteó las lágrimas en sus mejillas. acababa de arruinar años de amistad, con tan solo unas palabras.