relatos cortos de ficcion

idiota

En el tren de todos los días, camino a casa, recuerdo claramente. Estaba casi vacío, solo estábamos dos personas y yo en el vagón, de repente uno de ellos, saco un arma y la otra comenzó a juntar los dispositivos y el efectivo de todos los vagones. Me negué a entregar nada. Yo trabaje tan duro para conseguir mis cosas, son Mías y no voy a regalarlas solo porque me apunten con un arma que parece de juguete . Ese pensamiento tan estúpido termino conmigo escondiendo mi celular debajo mio. La mujer lo noto, por lo cual llamo a su cómplice y le dijo: disparale a ver si se deja de hacer el pelotudo.
El hombre me dijo: entrega el celular o te rajo un tiro. Temblando saque el celular y se lo di. Aquel día confirme que no me tengo que hacer el inteligente con gente que tiene más poder qué yo y también aprendi qué es muy dificil sobrevivir a un disparo en la arteria femoral sin perder media pierna