• Capítulo 4 - Amor eterno

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Bueno, a decir verdad su avance había sido escaso. Tristán no hacia más que alejarse, mirarlo mal y rodar los ojos cada vez que estaba cerca de él, y eso le dolía. Había intentado de todas las maneras acercarse a él, pero había sido imposible, era imposible, realmente necesitaba ayuda.

El antiguo rey de Liones había dado un presagio muy valioso.

«Hambruna, Plaga, Guerra y Muerte; los Cuatro Caballeros del Apocalipsis. Los cuatro Caballeros que traerán cuatro calamidades y le darán fin a este mundo.»

Al principio pensó que era un tontería, pero, venía del rey de Liones, además que era su poder; Visión, y como iba a mentir o bromear con algo tan delicado como eso. Hace algunas semanas el actual rey de Liones; Meliodas, le dió la importante tarea de confrontar a los Caballeros del Caos, e ingeniárselas para encontrar a alguno de los cuatro. Y así fué, encontró al caballero de la muerte, un chico pequeño, de ojos color morado, su cabello era verde y tenía forma de alas de Ángel. También había encontrado a tres personas más, que se convertirían en amigos de su compañero, en sus amigos; Nasiens, Donny y Anghalhad, o Anne.

No era tonto, y sabía que Donny tampoco, los dos se habían dado cuenta de que sus dos restantes amigos estaban enamorados de su amigo de cabello verde; Percival, y como podría juzgarlos, Percival era una muy buena persona, amable, cariñosa, juguetona y enérgica, no confundan las cosas, Lancelot solo tiene ojos para el albino que no le hacía caso.

Arthur Pendragon, el hombre que estaba tan obsesionado con acabar con todas las razas, acabar con sus padres y los padres de su amado albino. Entendía en parte por qué quería hacerlo, pero, era parte del pasado, y al parecer Arthur no quería dejar atrás el pasado. En estos dieciséis años creyó que su única amiga o más bien mentora; Merlin, iba permanecer con el toda la vida, e iba apoyarlo con su afán de acabar con los compañeros de la mayor, pero, lamentablemente para Arthur, eso no fué así.

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Merlin luego de despertar a Arthur como el rey del caos sentía que no tenía suficiente, sentía un gran vacío en su pecho y algo dentro de ella le decía que tenía que volver a ese lugar, donde él murió. Y así fué, volvió donde él dió su último aliento, siempre amando la a ella, y solo a ella, sentía arrepentimiento, culpa, dolor, desesperación, frustración y amor. No entendía que le pasa, pero, en el fondo sabía que era lo que pasaba.

Tal vez esa demostración de amor hacia él había sido demasiado para su corazón, realmente le había encantado conocerlo. Lo extrañaba, tanto como sus compañeros lo hacían, y era extraño, por que jamás se había sentido así, ni con Meliodas, y agradecía eso, por que sabía que en lo más profundo de su corazón, se había enamorado del peli naranja de ojos azules que tanto se moría por ella.

Sabía que se había dado cuenta demasiado tarde, lo había perdido, había dejado que se fuera sin decirle lo que realmente sentía. Ya no sentía odio, resentimiento o rencor contra Meliodas por no hacerle caso, o hacia Elizabeth por quitarle lo único que de verdad quería y amaba, por qué? Por que ya no sentía nada por él, él era su amigo, su capitán, y su compañero, debía dejar de hacerse tanto daño de la manera en la que lo estaba haciendo. El darse cuenta que se había enamorado del adorable poeta que tanto babeaba por ella era realmente lindo y gratificante, así que decidió irse del Reino, muy pero muy lejos, mudarse a un laboratorio alejado de todos para poder, o bueno, tratar de despertar a ese gran amor que había perdido por estúpida. Y así pasó los siguientes 15 años después de la Guerra Santa, todos habían hecho su vida, pero, ella estaba trabajando para despertar a su vida. Y como vieron en el capítulo anterior, lo logró, y cómo fué?

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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