Diálogo

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Capítulo 5

La tensión en la sala era palpable, y los susurros llegaban a sus oídos mientras sus ojos seguían pegados a él, sentado a unas mesas de distancia. No parecía molesto ni inquieto, simplemente estaba allí, tomando sorbos de la taza de té que había pedido y hojeando una revista vieja.

Las manos de Farid temblaban ligeramente, y su pie se movía frenéticamente debajo de la mesa. Esta vez no era solo por las feromonas en el ambiente ni por el sutil aroma que sabía muy bien de quién era, sino por la preocupación que la situación le generaba.

Solo era cuestión de tiempo para que la noticia sobre el podcast donde estarían juntos explotara. Sabía que las críticas no serían buenas. Ya había pasado antes con el video que, en su intento por mejorar el ambiente, solo había empeorado las cosas. Los comentarios fueron terribles, los insultos demasiados, hasta llegó a sentirse asqueado de leer tanto odio.

Y pensar que la persona que tranquilamente está tomando té, diariamente recibe esos comentarios.

Mientras su culpa crecía y buscaba una solución sutil en la que no hubiera más problemas, su amigo, que había estado hablando con otros en la sala que hacían comentarios desagradables, se acercó con una taza de café y se sentó a su lado.

— ¿Farid? —lo llamó, con tono preocupado—. ¿Realmente quieres seguir con esto? Recuerda lo que pasó la última vez. Las redes sociales son muy poderosas, y esto podría traerte problemas. Podrías cancelarlo y evitarte más problemas de lo que ya tienes.

Por un momento, la idea le pareció magnífica. Sería una forma de calmar su conciencia, pero se detuvo. Todos hablaban de cancelar por él, por su reputación, pero nadie, absolutamente nadie, hablaba de cómo estaría él, qué pensaría, o si realmente querría seguir con esto.

— ¿Alguien habló con él? —preguntó, mirando a su amigo con cierta incomodidad—. ¿Sabes si también quiere cancelarlo?

— ¿De qué hablas, Farid? —respondió, su amigo, sorprendido—. A él no le interesa seguir o no, tú eres el que podría salir perjudicado aquí.

Tal como lo imaginaba, la preocupación era solo por él.

Dio un suspiro, levantándose de la mesa, y sin decir nada, ignoró la mirada de confusión de su amigo. Caminó lentamente hacia él, sintiendo cómo las miradas curiosas y los murmullos se intensificaban a cada paso. El ambiente se volvió denso cuando llegó frente a la mesa de Temach, y respiró hondo antes de hablar.

— Luis —dijo con calma, recordando el nombre por la mención del anfitrión—, ¿puedo sentarme un momento?

Temach levantó la vista lentamente, sin mostrar sorpresa ni emoción alguna. Simplemente se encogió de hombros, dejando que Farid interpretara eso como un “sí”.

Farid tomó asiento frente a él, intentando mantener una expresión tranquila, pero el aroma de Temach se volvió más intenso a esa distancia. Su alfa se tensó, sus nervios lo traicionaron, y todas sus ideas se desmoronaron. Respiró hondo, tratando de recuperar la compostura, y levantó la mirada para encontrarse con la de Temach, llenos de una mezcla de inquietud y rechazo. Un rechazo que su alfa no podía aceptar.

Aclaró su garganta, decidido a hablar.

— Perdón por llamarte por tu nombre, pero necesito hablar de algo —comenzó, tratando de sonar firme—. Sé que aceptaste el podcast como cualquier otro creador, pero… ¿te sientes realmente cómodo con esto? Últimamente has tenido bastantes problemas en redes sociales por cosas que no hiciste, y… me siento algo culpable. Sé que esta colaboración podría traer más ataques hacia ti, por cosas irrelevantes…

Mientras Farid hablaba, Temach lo observaba sin parpadear, con una expresión difícil de descifrar. Lentamente, dejó la revista a un lado y levantó la taza de té para tomar un sorbo. En cuanto la sala quedó en completo silencio, miró a Farid, quien esperaba una respuesta.

— ¿Por qué te disculpas? —preguntó Temach con tono despreocupado—. ¿O por qué te sientes culpable de algo que, en cualquier momento, iba a suceder?

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Farid, esperaba que Temach entendiera que él quería cancelar el podcast, pero solo recibió una respuesta que, una vez más, lo hacía enfocarse en sí mismo.

— ¿Pensabas que en algún momento hablaría de eso? —ahora, su curiosidad superaba su preocupación.

— No, pero como una persona consciente, pensé que querías terminar con las comparaciones que te hacen. Supuse que en algún momento te cansarías… ¿o me equivoco?

La despreocupación de Temach hizo que Farid se relajara un poco, esbozando una ligera sonrisa. Había esperado una reacción negativa, como la que solía mostrar en sus videos, pero ahora comprendía que había idealizado su imagen solo por lo que había visto en pantalla.

— Igualmente, quería disculparme por todas las críticas que recibiste a raíz de mi video —dijo Farid, sintiéndose aliviado al decirlo en voz alta—. Pero no es solo eso. Los comentarios eran duros, y no quiero que vuelvas a pasar por algo así.

— ¿Quieres cancelar el podcast? —preguntó Temach, y su tono cambió.

El cambio repentino hizo que Farid volviera a su estado de vulnerabilidad.

— No, no es eso —negó rápidamente—. Solo quería saber si… si estarías bien con esto.

El ambiente dio un giro. Temach ya no parecía tan calmado, su expresión reflejaba cierta molestia, y Farid podía notar un leve cambio en el aroma que emitía. Temach suspiró pesadamente y se levantó de la mesa antes de que Farid pudiera reaccionar.

— Si quieres, cancélalo —respondió, fastidiado—. No tenías que ser tan comprensivo ni darme un discurso motivacional. Era lo más obvio para alguien como tú, un… alfa.

Farid se quedó sentado, procesando lo que acababa de suceder, mientras Temach recogía sus cosas de la mesa. Antes de que Temach pudiera alejarse, Farid sostuvo su muñeca, aferrándose con un poco de fuerza.

— Espera…

Temach levantó una ceja por la acción, observándolo con una mezcla de sorpresa y desdén, mientras Farid temblaba, sintiéndose torpe e imprudente, sin saber exactamente por qué lo había hecho. Lentamente levantó la mirada, y volvió a encontrarse con esos ojos tan penetrantes.

— No quiero otro discurso —dijo Temach, en tono cortante—. Ya tengo suficiente de eso.

— Quiero hacerlo —respondió Farid, sin pensar.

Los siguientes segundos fueron un silencio incómodo. Farid tardó en darse cuenta de sus propias palabras y empezó a mover la cabeza rápidamente en señal de negación.

— No, digo… no quiero cancelarlo. Solo quería asegurarme de que te sintieras cómodo… de que pudieras expresarte… conmigo…

La mano que sostenía la muñeca de Temach empezó a temblar. Era ridículo cómo sus nervios lo traicionaban, haciéndolo tartamudear frente a él. Temach apretó el puño libre, conteniendo una sonrisa divertida, mientras pensaba: "¿Este de verdad es un alfa?".

— Vaya, parece que ya se llevan bien —una voz masculina interrumpió detrás de ellos.

Temach se soltó rápidamente del agarre de Farid y se giró para encontrarse con el anfitrión y su manager, quienes sonreían ampliamente.

— Perdón por interrumpir, pero ya es hora de que vayan a prepararse para comenzar el podcast —anunció el anfitrión, señalando las salas privadas.

Farid se levantó de la mesa, y antes de poder dirigirle la palabra a Temach, él ya caminaba hacia su manager, quien se reía mientras lo arrastraba lejos. Farid se quedó allí, sintiendo un leve ardor en su mano, donde había sostenido la muñeca de Temach.





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au: esta es mi compensación por el anterior capitulo que fue corto, así que disfrútenlo y si se preguntan porque Temach está algo suave, recuerden que el problema no es con Farid, sino con esta chica Alexandra. fuentes: pues... un hechicero me lo dijo. bueno se despide empanada y besitos, muak.

Yin & Yang (Farid x Temach / Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora