secuestro

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Jimin subió las escaleras rápidamente, sus pasos apenas audibles en la penumbra mientras su corazón latía con fuerza.
Sabía que Taehyung no tardaría en ir tras él, así que debía moverse con rapidez y encontrar un lugar seguro donde esconderse.
A medida que subía, sus pensamientos giraban en torno a una única idea: sobrevivir y escapar.

El segundo piso estaba aún más oscuro, y cada sombra parecía alargarse hacia él como si quisiera atraparlo.
Las puertas de las habitaciones estaban cerradas, excepto una al final del pasillo, donde una tenue luz se colaba desde el interior.
Decidió correr hacia allí, esperando encontrar un lugar donde pudiera esconderse y pensar en su próximo movimiento.

Al entrar en la habitación, rápidamente cerró la puerta tras de sí y buscó a su alrededor.
Era un dormitorio antiguo, lleno de muebles cubiertos por sábanas blancas, como si el lugar hubiera estado abandonado durante años.
Las sombras se acumulaban en cada rincón, y el aire estaba cargado de polvo y silencio.

Jimin se deslizó hacia el rincón más oscuro, escondiéndose detrás de una vieja cómoda.
Se acuclilló y contuvo la respiración, esforzándose por no hacer el menor ruido.
Su corazón latía con fuerza, y podía escuchar cada latido en sus oídos mientras trataba de calmarse.

De repente, el sonido de pasos lentos y constantes comenzó a llenar el pasillo. Jimin contuvo la respiración, paralizado.

Taehyung estaba subiendo las escaleras, sus pasos resonando en el silencio de la casa.

—Jimin… —llamó Taehyung, su voz suave y tranquilizadora, pero cargada con un tono peligroso—. Sé que estás aquí arriba. No necesitas esconderte.

Los pasos se detuvieron frente a la puerta de la habitación donde él se escondía, y Jimin sintió cómo la desesperación crecía en su interior. Cerró los ojos, rezando en silencio para que Taehyung no lo encontrara.

La puerta se abrió lentamente, y Jimin escuchó a Taehyung entrar.
Cada paso que daba sonaba como un tambor en la cabeza de Jimin, haciéndolo sentir atrapado y vulnerable.
Taehyung recorrió la habitación despacio, como si disfrutara del juego de buscarlo, como un depredador acechando a su presa.

—No puedes esconderte de mí para siempre, Jimin —dijo Taehyung en voz baja, con una calma inquietante—. ¿Por qué no hacemos esto más fácil? Prometo que todo terminará pronto.

Jimin apenas respiraba, esforzándose por no mover ni un músculo.
Sabía que un solo sonido podría delatarlo y ponerlo en peligro. Taehyung se movía con lentitud por la habitación, revisando cada rincón, acercándose cada vez más.

De repente, Taehyung se detuvo justo frente a la cómoda donde Jimin estaba escondido.
Jimin sintió cómo su cuerpo se tensaba, conteniendo el aliento mientras su mente rogaba que Taehyung no lo viera.
Había un momento de silencio absoluto, y Jimin casi creyó que estaba a salvo.

Pero entonces, Taehyung inclinó la cabeza hacia un lado y sonrió, como si hubiera sentido su presencia.

—Jimin… te encontré~

Jimin sintió cómo su corazón se detenía en el momento en que los ojos de Taehyung lo encontraron.
Era una mirada intensa, casi brillante en la penumbra, y en sus labios apareció una sonrisa lenta, como si hubiera esperado este momento todo el tiempo

De cazarlo.

—Sabía que no te irías lejos~ —murmuró Taehyung, su voz apenas tenía un susurro, pero cargada con una extraña mezcla de calma y amenaza.

Jimin, sin pensarlo, retrocedió aún más, presionándose contra la pared mientras su respiración se aceleraba. Cada instinto le gritaba que debía hacer algo, cualquier cosa, para salir de allí, pero el miedo lo tenía atrapado.

—¿Por qué… por qué estás haciendo esto? —preguntó Jimin, su voz temblorosa mientras intentaba ganar tiempo, esperando que algo, cualquier cosa, le diera una oportunidad de escapar.

Taehyung se acercó, cruzando el espacio entre ellos sin prisa, con una mirada llena de una intensidad casi fascinante.

—Porque no entiendes lo que está en juego, Jimin —dijo, deteniéndose frente a él—. Piensas que puedes escapar, pero no ves lo que yo veo. No ves que el mundo es peligroso… que yo soy el único que puede protegerte.

Taehyung levantó una mano, acercándola lentamente al rostro de Jimin, como si quisiera trazar los contornos de su miedo con la yema de sus dedos.
Jimin, instintivamente, cerró los ojos, esperando lo peor, pero el toque nunca llegó.

En cambio, Taehyung suspiró, bajando la mano, como si estuviera reteniendo algo dentro de él.

—No tienes que entenderlo ahora, pero algún día lo harás. Algún día verás que todo esto es por ti —murmuró Taehyung con voz suave.

Aprovechando ese momento de distracción, Jimin abrió los ojos y, con un impulso repentino, empujó a Taehyung con toda su fuerza. Sorprendido, Taehyung tropezó hacia atrás, desequilibrado por el movimiento.
Fue suficiente para que Jimin pudiera escapar nuevamente

Sin perder un segundo, Jimin salió corriendo de la habitación, bajando las escaleras a toda velocidad.

Podía escuchar el eco de los pasos de Taehyung detrás de él, pero no se atrevió a mirar atrás.
Su única preocupación era llegar a la puerta principal y salir de allí lo más rápido posible.

Al llegar al primer piso, corrió hacia la puerta, sus manos temblorosas mientras intentaba abrirla.
Pero justo cuando giraba el picaporte, sintió una mano aferrarse a su brazo, deteniéndolo

—No te dejaré ir, Jimin —dijo Taehyung, su voz suave, pero su tono decidido y firme.

Jimin luchó, intentando zafarse de su agarre, pero Taehyung solo lo sujetó con más fuerza, mirándolo con una mezcla de desesperación y frustración.

—Por favor… solo déjame ir!

su voz llena de súplica.

Pero en los ojos de Taehyung había una convicción aterradora, como si la idea de dejarlo ir fuera algo imposible.

—No entiendes cuánto significas para mí —dijo Taehyung, acercándose aún más—. No puedo dejarte ir

Jimin retrocedía lentamente, con la mirada fija en Taehyung, mientras su corazón latía con fuerza, cada vez más convencido de que la situación estaba completamente fuera de su control.
Antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, Taehyung dio un paso decidido hacia él, su mirada fija y llena de una intensidad inquietante.

—No puedes irte, Jimin —dijo Taehyung, su voz suave, pero con un tono inflexible que estremeció a Jimin—. No entiendes el peligro que te rodea.

Sin previo aviso, Taehyung lo tomó del brazo con firmeza, arrastrándolo hacia una habitación al final del pasillo.
Jimin forcejeó, tratando de liberarse, pero Taehyung lo mantenía bajo control, su determinación evidente en cada movimiento.
Al llegar a la habitación, abrió la puerta y, sin decir una palabra más, empujó a Jimin dentro antes de cerrar de golpe y girar la llave, dejándolo atrapado.

Jimin golpeó la puerta, desesperado, escuchando el sonido metálico de la cerradura que Taehyung giraba desde el otro lado.
Sabía que estaba encerrado, sin una manera clara de escapar. Su mente se agitaba en busca de una salida, pero la realidad de la situación le golpeaba con fuerza.

—¡Taehyung, déjame salir! ¡Esto es una locura! —gritó, su voz llena de desesperación mientras golpeaba la puerta con los puños, sintiendo el peso de la situación cada vez más abrumador

Al otro lado, Taehyung se inclinó, apoyando la cabeza contra la puerta, su voz baja y cargada de una mezcla inquietante de cariño y posesión.

—Jimin, créeme… esto es por tu bien. Algún día lo entenderás




stalker (ver.vmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora