stalker (ver.vmin)

deseo carnal

Jimin respiraba con dificultad mientras golpeaba la puerta una y otra vez, su frustración y miedo aumentando con cada segundo que pasaba encerrado.
Pero al otro lado, el silencio era interrumpido solo por la voz suave de Taehyung, que comenzó a reírse de una manera baja y entrecortada, como si estuviera disfrutando de la situación.

—Jimin… —dijo Taehyung, su voz vibrando con una emoción extraña—. Es gracioso que no entiendas. Yo siempre he estado aquí, observándote… esperando el momento perfecto~

La risa de Taehyung se volvió más intensa, un sonido que oscilaba entre la fascinación y la locura.
Apoyó la cabeza en la puerta, y Jimin pudo sentir la vibración de su risa al otro lado de la madera.

—¿No lo ves? —continuó Taehyung, hablando como si estuviera teniendo una conversación casual y no acabara de encerrarlo contra su voluntad—. El mundo allá afuera es tan peligroso, lleno de gente que nunca te cuidaría como yo. Nadie sabe lo que necesitas… nadie más que yo.

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda. El tono de Taehyung estaba cargado de una intensidad posesiva que lo hacía sentirse atrapado y vulnerable. Intentó hablar, tratando de sonar firme a pesar del temblor en su voz.

—Esto no es cuidarme, Taehyung. ¡Esto es enfermo! ¡Déjame salir ahora mismo! —gritó Jimin, sintiendo la desesperación mezclarse con el miedo.

Pero Taehyung solo respondió con una risa suave, casi infantil, que contrastaba de manera escalofriante con sus palabras.

—¿Por qué no entiendes, Jimin? Nadie más podría amarte como yo lo hago. Nadie más te merecería. No necesito que entiendas ahora… solo que confíes en mí. Todo esto es por ti.

Jimin sintió cómo su corazón se aceleraba mientras la voz de Taehyung se volvía más errática y cargada de una locura que parecía estar desbordándose. Sabía que, mientras estuviera atrapado en esa habitación, estaba completamente a merced de alguien cuya cordura estaba empezando a desvanecerse rápidamente.

—duerme mi pequeño~ — suelta con una vez desesperada

—por es que este lobito ya no puede aguantar las ganas de introducir mi pene en ti y no sacarlo nunca~

Jimin comenzó a explorar la habitación con la mirada, tratando de encontrar alguna salida o alguna herramienta que pudiera usar para liberarse. Mientras observaba los rincones y bordes del lugar, algo llamó su atención: pequeños puntos oscuros, apenas visibles, escondidos en los rincones superiores de las paredes y en lugares estratégicos, como si estuvieran vigilando cada ángulo.

Su corazón dio un vuelco al darse cuenta de lo que realmente eran: cámaras.
Había varias distribuidas por toda la habitación, algunas en las esquinas, otras en el techo, y hasta una cerca del armario, todas discretamente camufladas para no ser evidentes a simple vista.
Jimin sintió cómo la incomodidad se transformaba en un miedo sofocante.

Cada movimiento que había hecho desde que entró, cada expresión en su rostro, todo estaba siendo observado. El ambiente de la habitación, que antes solo parecía extraño, ahora se sentía como una jaula, diseñada para mantenerlo bajo vigilancia constante.

Jimin se quedó inmóvil, con la respiración contenida, mirando cada cámara mientras un pensamiento oscuro se formaba en su mente
Taehyung no solo quería encerrarlo; quería controlarlo, observar cada uno de sus gestos, cada una de sus reacciones, sin dejarle un solo instante de privacidad.

—loco de mierda… —murmuró, apenas creyendo lo que veía, sintiendo una mezcla de miedo y desesperación.
Sabía que cualquier intento de escapar o buscar ayuda estaría siendo observado, y cada segundo que pasaba allí solo aumentaba la sensación de estar completamente atrapado bajo la mirada obsesiva de Taehyung.