Enfrentando lo Desconocido

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La noche pasó en silencio después de ese encuentro, pero tú y Bart sabían que la amenaza aún estaba cerca. Bart insistió en que no podías quedarte solo, por lo que decidió quedarse en tu casa. Esa noche, mientras ambos trataban de descansar, compartieron una charla más profunda.

“Lamento haberte metido en esto,” dijo Bart en voz baja mientras miraba el techo. “Cuando decidí quedarme un tiempo aquí, pensé que podría vivir como una persona normal… contigo. Pero parece que eso no será tan fácil.”

Lo miraste con una sonrisa tranquila. “No tienes que disculparte, Bart. Sabía que estar contigo no sería como estar con cualquier otra persona. Y, la verdad, no lo cambiaría por nada.”

Él te miró con gratitud, y un momento de silencio compartido llenó el espacio entre ustedes. Era un silencio cómodo, lleno de confianza mutua. Sentiste que, sin importar lo que viniera después, tendrías el valor para enfrentarlo siempre y cuando Bart estuviera a tu lado.

El Entrenamiento

A la mañana siguiente, Bart decidió que era hora de prepararte. Si esa figura misteriosa regresaba, quería que estuvieras listo para defenderte. Aunque sabías que nunca tendrías la velocidad de Bart, él te enseñó algunas técnicas de autodefensa y cómo reaccionar rápido ante situaciones peligrosas.

“Es como bailar,” te dijo con una sonrisa mientras te ayudaba a esquivar sus ataques simulados. “Tienes que anticipar el movimiento de tu oponente, fluir con sus movimientos y no oponer resistencia. Así podrás evadir cualquier golpe con mayor facilidad.”

Pasaron horas entrenando juntos, y aunque al principio te sentiste torpe, poco a poco fuiste mejorando, cada vez más seguro de tus habilidades. Bart estaba impresionado con tu determinación y resistencia, y eso lo hizo aún más cercano a ti.

Después de una sesión intensa, ambos se dejaron caer en el suelo, exhaustos pero satisfechos. Bart, riendo, comentó: “Eres mejor de lo que pensaba. Si alguna vez tengo problemas, sé a quién llamaré.”

“Bueno, no soy un velocista como tú, pero intentaré estar a la altura,” bromeaste, aunque en el fondo te sentías halagado por sus palabras.

Descifrando la Amenaza

En los días siguientes, ambos notaron que no había señales de la figura misteriosa. Pero Bart no bajaba la guardia; en cambio, investigó más sobre quién podría ser y por qué lo perseguía. Durante una de esas investigaciones, descubrió algo alarmante.

“Creo que esa figura pertenece a una organización que persigue a los velocistas. Quieren controlarnos o eliminarnos, temen lo que podríamos hacer con nuestras habilidades,” explicó Bart, mirando la pantalla de su dispositivo con seriedad.

Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda. “Entonces, no solo te persiguen a ti… cualquier velocista podría estar en peligro.”

Bart asintió, su expresión sombría. “Por eso vine aquí en primer lugar. Quería un descanso, un lugar donde pudiera ser solo Bart. Pero parece que no puedo escapar de lo que soy.”

Te acercaste a él, colocando una mano en su hombro. “No estás solo en esto. Vamos a encontrar una forma de enfrentarlos, juntos.”

La mirada de Bart se suavizó, y una chispa de esperanza apareció en sus ojos. Sabía que, aunque el camino por delante era incierto, contar contigo hacía todo más soportable.

El Ataque Sorpresa

Una noche, mientras caminaban por la ciudad, sintieron que algo no estaba bien. Las luces de las calles parpadearon, y el aire se volvió pesado. Antes de que pudieran reaccionar, la figura encapuchada apareció de nuevo, pero esta vez no estaba solo. Dos personas más lo acompañaban, sus rostros ocultos bajo capuchas oscuras, y cada uno parecía tan ágil y rápido como él.

Bart se tensó y te empujó detrás de él. “Esta vez es diferente. Están decididos a llevarme… o a eliminarnos.”

Los atacantes se movieron en sincronía, rodeándolos y atacando con velocidad y precisión. Bart, usando su rapidez, esquivó sus golpes mientras tú intentabas mantenerte alejado de sus ataques. Sin embargo, sabías que no podías dejar que Bart lo enfrentara solo.

Recuerdas las técnicas que Bart te enseñó, y te enfrentas a uno de los atacantes. Aunque no eres tan rápido, tus movimientos ahora son más fluidos, y logras esquivar varios ataques mientras Bart se ocupa de los otros dos. El enfrentamiento es intenso, y cada segundo cuenta mientras ambos intentan mantener el control de la situación.

De repente, uno de los atacantes se lanza hacia ti, y aunque logras esquivarlo, te das cuenta de que estos enemigos son mucho más hábiles de lo que esperabas. Justo cuando parece que uno de ellos logrará atraparte, Bart interviene, derribándolo con un golpe rápido.

“¡Corre!” te grita, y ambos se lanzan a una frenética carrera a través de la ciudad, intentando perder a sus perseguidores.

Finalmente, logran llegar a un lugar seguro, y ambos respiran agitados, sabiendo que esta batalla solo acaba de comenzar.

💖💖💖⚡⚡⚡A Toda Velocidad (Bart Allen X T/n)⚡⚡⚡💖💖💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora