Emma estaba en el sofá de la sala principal, temblando a pesar de estar echa un burrito con una manta afelpada que Amber les compro a todos; sin embargo, su cuerpo tiriteaba por segundos no importaba que tanto hiciera para crear calor corporal.
—Odio el frío, me caen mal las cosas frías, no las soporto, en serio — habló, al girar su cabeza ahí estaba esa peli azul, en camiseta. — Ah pero, tu me caes bien, Alba — sonrió nerviosa.
Alba por su parte rodó los ojos y por mero fastidio tomo la mano de la chica, sabía que su piel era fría y en épocas de nevar, aún más.
Emma no pudo quitarse el frío.
Pero John y Terry hicieron muchos hombres de nieve afuera.