Una cita

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—Es que, no puedo, me da miedo, no puedo, no puedo —  se repetía incensantemente mientras daba vueltas en su habitación, llevaba días pensando lugares a los cuales podría llevar a su pareja, más que nada de noche para evitar que le dijeran algo por el aspecto de ella; no era de su desagrado; más bien evitar problemas con la demás gente al verlo con una demonio. —  Piensa John, ella prefiere el calor y esas cosas, tal vez ir por un cafe, o quizás a ver un apelicula, no lo se —

—Oye John ¿todo bien? Hace días que no hablas solo —  la mujer al otro lado de la puerta era Amber, quien estaba escuchando las dudas del más bajo al ir caminando por ahí o tan solo a chismear un poco. —  Si no sabes a donde llevarla, pueden caminar por el parque, tal vez sea sencillo pero creeme que hasta eso es romántico — 

La puerta se abrió de golpe y el peli plata abrazo a su mayor con alegría. — Tienes razón, muchas gracias — 

—No hay de qué, nene, recuerdo cuando Liam estaba igual de nervioso al invitarme a salir —  sonrió con nostalgia. —  La noche es joven, no importa si vuelven tarde —

— Si, debo verla ahora, de nuevo gracias —  antes de separarse la mayor deposito un dulce beso en su frente murmurando "buena suerte, mi niño" y así, corrió hacia la primera planta donde aquella joven de nombre Madow, esperaba, al verlo sonrió alegre pues desde días antes acordaron tener una salida.

Una cita.

— Te ves linda hoy, quiero decir, siempre, solo que hoy estas, te ves, ay... —  la contraria soltó un par de risas, verlo nervioso para ella era tierno.

— Oye, entiendo lo que dices y, te ves muy lindo hoy —  tomó su mano provocando un escalofrío en el cuerpo contrario por el tacto tan inesperado. — ¿A donde iremos? —

—Pensaba en ir al parque, ya sabes, siempre te veo mirando por la ventana hacía el bosque y bueno, supuse que te gustaría —  respondió aunque la verdad era otra pero no podía decir "no se me ocurrió a donde más ir y Amber lo sugirió".

— Me agrada la idea, vamos —

Los dos decidieron esta vez caminar para disfrutar más tiempo juntos, en el camino llegaban a hacer una que otra broma la cual era iniciada por Madow; como el tocar la puerta de alguien y salir corriendo o, bromear con comerse a un perro; John al principio estaba nervioso y quería evitar a toda costa cualquier persona que vieran por la calle, pero al parecer casi no había nadie y eso lo llenaa de alivio, además los juegos que su novia hacía mantenia su mente ocupada para sobre pensar tanto.

Al estar en el parque la joven veía curiosa el sitio, no era habitual ver los juegos de los niños de donde viene, aunque su familia tiene unos familiares para torturar almas, ella muy alegre se acerco a los columpios donde empezo a moverse adelante y hacia atrás, pero no muy bien.

— Espera, si lo haces así no va a funcionar —  John se puso detras de ella deteniendo el movimiento, sujeto de la cadena e inconcientemente tomo sus manos, jalo a la chica hacia atras antes de empujarla y repetir el movimiento para, ahora si, columpiar a su pareja. —  ¿Lo ves? Ahora mueve tus piernas al ritmo para que lo hagas sola — 

— Esta bien —  sentía sus mejillas calientes, tal vez la actitud del peli plata cuando era seguro de si mismo le atraia más, o por pensar acerca de lo que acababa de ocurrir, simplemente estar con él; John había dejado de empujarla pues ella ahora lo hacía sola, sonrió alegre viendo a su lado al antes mencionado hacer lo mismo. —  ¡Mira, voy más alto que tu! —

— ¿Ah si? ¡Te alcanzaré! —  las risas resonaban en el lugar, aunque era un juego para niños, a ellos los hacía bastante feliz, tenerse el uno al otro, no importa el lugar o la hora, su amor es lindo y mutuo. 

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