El descubrimiento

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Ethan

¿Quién diría que esa niña rubia, de ojos azules y con la que había vivido toda mi vida era mi alma gemela? ¿De verdad la diosa luna me la había otorgado como mi mate? Era más que obvio que me iba a rechazar, pero no debía dejar que lo hiciera; llevaba años buscando a mí compañera de vida y no podía dejar que se marchara de mí vida.

¿Quién diría que esa niña rubia, de ojos azules y con la que había vivido toda mi vida era mi alma gemela? ¿De verdad la diosa luna me la había otorgado como mi mate? Era más que obvio que me iba a rechazar, pero no debía dejar que lo hiciera; lle...

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(Ella es la hermana de Ethan)

- ¡Es nuestra luna! Ve por ella, ¿por qué la dejas ir?
- Gritaba Max por la interconexión.

(El es Max, el lobo de Ethan)

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(El es Max, el lobo de Ethan)

- No podemos ir Max, tenemos que dejar que viva su transformación, ahora vendrá. - Dije viendo como Lexie se marchaba corriendo, aquel olor de fresas y menta me había cautivado. Creo que me había hecho inmediatamente adicto a él. - Le dije a mi lobo cortando la conexión.

Me adentré hacia nuestra casa, pensando si ella había olido mi olor y tratando de ingeniar una manera para decirle a nuestros padres. Creo que no se lo tomarán bien.

- ¿Qué tienes hijo? ¿En qué tanto piensas? - Habló mi madre con tranquilidad, al parecer mi cara de preocupación era notable.

- Necesito hablar con ustedes, ya. Los espero en mi despacho - dije serio y con frialdad, creo que fue un poco brusco puesto que vi la cara de mi madre desfigurarse..

Subí dando grandes zancadas hacia mi despacho, estaba nervioso, preocupado, tenía los pelos de punta. Me senté en mi silla de cuero giratoria y como un niño chiquito daba vueltas en ella, todo por culpa de la ansiedad.

-¿Qué es lo tan importante que tienes que decirnos? - Dijo mi padre con su semblante serio.

-Lexie es mi alma gemela, es la luna de la manada - solté de la nada.

Los dos me miraron, mi padre estaba congelado y mamá estaba más pálida que un papel.

- Ethan… Eso es casi imposible – Dijo mi padre.

-Lo es, pero al parecer es más posible de lo que pensábamos. Cuando se transformó pude sentir su aroma de fresas con menta, además mi lobo estaba como loco – Dije explicando lo que había sentido en medio de la transformación de Lexie.

- No podemos hacer algo en contra de las decisiones de la diosa luna – Dijo de madre, realizó una pausa y continúo hablando – Pero creo que se le hará difícil a Lexie entender la situación, sabes la perspectiva que tiene de ti Ethan – finalizó.

Y lo sabía, mi hermana tiene conocimiento de todas las aventuras que he tenido con mujeres de la manada y sé que para ella soy un lobo mujeriego que no tiene remedio alguno. Sin embargo, ella no sabe que siento que la amo más de lo que la amaba antes; el simple hecho de saber que ella es mi alma gemela me pone feliz, además sé que ella no ha estado con ningún lobo y eso me pone aún más feliz.

- Hablaré con Lexie, ella tendrá que entenderlo. No podemos hacer nada contra las decisiones de la diosa – Dije mirando fijamente a mis padres, sonaba confiado, pero por dentro tenía temor de que mi hermana me rechazara.

- Tienes que resolverlo, esta manada lleva mucho tiempo sin luna y creo que ya es necesario que la tenga, debes buscar una solución. Sí ella te rechaza, debes buscar una luna sustituta. Y te aviso desde ahora, mucho cuidado con lastimar a mi hija y por favor… – Hizo una pausa seguido de un suspiro y me miró fijamente y continuó - Protégela, sé que es tu alma gemela, pero sigue siendo tu hermana, muchas personas van a querer venir por ella y lo sabes – Dijo mi madre mirándome fijamente.

Y para mi desgracia eso también lo sabía, tengo muchos enemigos que están buscando el momento perfecto para lastimarme a mí y a mi familia.

- Lo sé padre, la cuidaré como si de un objeto precioso se tratase, gracias por entender la situación – Dije y por consiguiente me paré a darles un abrazo, no era un ser afectivo, pero en estos momentos los necesitaba, no sabía que podía llegar a pasar.

- Te dejamos Ethan, cuida mucho las palabras que utilizarás para hablar con Lexie, sabes cómo es ella – Dijo mi madre para a continuación salir de mi despacho y dejarme ahí sentado, pensando en que haría.

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