Explicación

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Ethan

No sé cuantos minutos llevaba en mi despacho, pero mi ansiedad no ayudaba a generar palabras para poder explicarle a mi hermana la situación.

El estruendo me sacó de mis pensamientos y aquel aroma inundó mis fosas nasales, sabía a la perfección que era ella y lo que ella buscaba. En su cara podía notar su confusión. 

- ¿El del aroma eres tú? – Preguntó extrañada.

- Si Lex, soy yo… - Dije con cautela.

- Esto es imposible Ethan, ¿Por qué eres tú mi alma gemela? – Dijo exaltada – No me puede estar pasando esto, no entiendo como la diosa Luna me puso a ti como mate – Dijo soltando las palabras sin pensarlo, podía notar como su voz se iba quebrando. – No es posible, simplemente no lo es – Dijo

- Lo sé Lexie, sé que se te hace casi imposible esto, pero son los planes que tiene la diosa para nosotros – Me paré de mi silla para poderme acercar a ella – escúchame ¿sí? – Cogí su cara entre mis manos para hacer que me mirara, aquellos ojos azules me cautivaron, podía sentir sus mejillas mojadas por las lágrimas que había derramado.

Mi hermana o mejor dicho mi luna era muy bonita, tenía un cuerpo esbelto, con unas curvas muy pronunciadas, su cabellera era rubia y tenía un rostro muy hermoso. Sus labios eran gruesos, su nariz respingada y sus ojos azules como el cielo eran cubiertos por unas pestañas largas y curvas. Mi luna era la envidia de muchas lobas de esta manada.

- Sé que esto será difícil para ambos pequeña, pero dame la oportunidad de demostrarte que quiero hacer las cosas bien, sé que tú sabes todo de mí, pero por favor, trata de confiar en mí. Te protegeré, cuidaré de ti y crearemos una familia bonita – Dije tratando de calmarla.

- Pero… ¿y nuestros padres? – preguntó intrigada.

- Ellos ya lo saben pequeña, no te preocupes, ellos nos apoyan – Y apenas finalicé pareciera como si su rostro se hubiera iluminado.

- Está bien Ethan, pero no te dejaré las cosas fáciles. Deberás de buscar la manera en la que yo confíe en ti y además de eso, debes de darme mi lugar desde ahora – Dijo demandante, sé que hablaba en serio, en su miraba lo notaba y sabía a qué se refería.

- Lo prometo mi Luna, gracias por la oportunidad – Dije, sentía que estaba saltando entre nubes, le di un abrazo y un beso en la frente - ¿Por qué no vas y descansas? Hoy ha sido un día largo y sé que estás cansada.

- Eso haré, toda esta situación me hizo sentirme más agotada de lo común – Dijo Lexie.

- Duerme conmigo hoy ¿sí? He pasado años buscándote y creo que me haría bien dormir contigo – Dije mirándola con ojos de perrito, de verdad que la necesitaba. Lexie me miró desconfiada.

- Está bien – dijo – Pero por favor, no te duermas tarde ¿sí? – Dijo en un tono de voz suave.

- Adelántate tú, en un rato voy, tengo cosas que solucionar – Y vaya que las tenía, desde hoy debía empezar a solucionar cosas para poder ganarme la confianza de Lexie.

Al finalizar de hablar, Lexie me dio un beso en la mejilla y salió del despacho, mientras que yo volvía a sentarme en mi silla. Debía empezar a corregir muchas cosas de mi vida, si quería que Lexie estuviera conmigo. Así que decidí llamar a aquella chica con la que había estado quedando para verme, sé que no se lo tomara bien, pero cueste lo que me cueste cortaré lazo con todas las personas que estuvieron en algún momento conmigo.

Busqué en mi celular el nombre de “Vivian” y lo marqué. Vivian era un simple loba, nada comparado a mi chica, no venía de familia adinerada y lo único que tenía para entregar eran momentos de placer.

- Hola Vivian – Hablé seco y cortante.

- Hola Alfa ¿me necesitas? Sabes que para ti estoy disponible en cualquier momento – Habló con una voz chillona. En ese momento me daba tanto asco, que no podía comprender como pude estar con ella.

- No Vivian, te llamo para decirte que ya no te necesito – Dije – No me busques más, no vuelvas a marcarme, me cansé de ti.

- Pero Alfa ¿Cómo es eso posible? Si tu disfrutabas tanto de mí, yo iba a ser tu luna – Dijo sollozando.

- Perdóname Vivian, pero mi luna es mi pareja destinada, la cual ya llegó a mi vida, así que desaparécete o si no yo mismo me encargaré de desaparecerte – Dije casi gritando.

- Te arrepentirás de haberme hecho esto Ethan – Dijo cortando la llamada.

No sé si lo decía de verdad, sin embargo, tomaría las medidas necesarias para proteger a mi luna. Y así me la pasé toda la noche, llamando y borrando a chicas que solo me ofrecían placer.

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