¿Es el?

Planeación

Ethan

Vi como la mujer de mi vida entraba al comedor y la verdad se veía hermosa, como siempre y además traía el saco mío, ver eso género que Max y yo nos sintiéramos muy calientes, tan así que Max lo único que quería era marcarla para que todos supieran que ella era nuestra.

- Buenos días familia – Dijo Lexie acercándose al asiento que había a mi lado.

- Buenos días, hija – Dijo mamá.

- Buenos días, Lex – Dijo papá.

- Los veo muy serios ¿vamos a tener esa charla incómoda, cierto? – Dijo Lexie mirando a mis padres y a mí.

- No es una charla incómoda, pero si debemos de hablarlo – Dijo mamá mirándola con dulzura.

Era comprensible el miedo que tenía Lexie y todos lo entendíamos, sabíamos que no era fácil para ella esta situación y por eso todos decidimos ser muy precavidos, además Lexie es una persona muy sensible, en especial cuando tiene que ver con temas familiares.

- Hija, debes de saber que nosotros los apoyamos, no tengas miedo, nosotros siempre vamos a estar para ustedes y nunca estaremos en contra de ustedes. Además, entendemos de qué son las decisiones de la diosa Luna y no le podemos llevar la contraria a ella – Dijo papá – Así que no te preocupes, no hay otras personas que más los apoyen en este mundo que mamá y papá – Dijo dedicándole una sonrisa.

- La verdad, estaba preocupada, Ethan ya me había dicho que ustedes lo entendieron, pero aún así quería escucharlo de ustedes – Dijo mirándolos.

- No hija, no les ibamos a prohibir que se amaran con toda su alma, tu sabes que nosotros no somos así - Dijo papá

- Gracias por apoyarnos, de verdad esto significa mucho tanto para Lex como para mí, no sabríamos que hacer sin ustedes – Dije mientras que agarraba la mano de Lex que estaba recostada en la mesa. Ese simple roce de manos había generado electricidad por mi cuerpo y creo que no solo lo sentí yo, porque en ese instante Lex me miró a los ojos mientras me sonreía.

- No es nada hijo, no nos agradezcan por eso estamos, pero mejor cuéntame Ethan ¿Cuándo vas a presentar a Lexie como tu luna y como la luna de la manada? – Dijo mamá mirándome fijamente.

- Pronto madre, posiblemente hoy – En ese momento Lexie me miró con los ojos abiertos, sabía que era muy pronto, pero yo estaba muy emocionado de hacer esta ceremonia – Tranquila nena, sé que es pronto, por eso mismo, hoy vamos únicamente a planear esta ceremonia, no te preocupes – Instantáneamente ella relajó los músculos que se habían puestos tensos por lo que había dicho anteriormente.

- Está bien, aunque es un poco pronto ¿no? – Dijo Lex preocupada

- Si nena, pero entre más pronto mejor, yo estaré más que encantado de presentarse como la luna de la manada – Dije mirándola con una sonrisa, inmediatamente ella se sonrojo.

- Bueno hijos, espero les vaya muy bien en la planeación, pero por ahora desayunemos, tengo demasiada hambre, me rugen las tripas – Dijo papá mirándonos con pena, a lo cual nosotros nos reímos para poder empezar con el desayuno familiar.

Cuando mis padres, Lex y yo terminamos de desayunar, le dije a Lexie que me acompañara a mi despacho para poder comenzar con los preparativos de la presentación. La verdad estaba demasiado emocionado, había estado esperando este momento por años. Entramos al despacho, ella se sentó en mi silla de cuero, tenía esa vieja costumbre, mientras que yo me situé en la silla que había frente a Lexie.

- Nena, quiero que hagamos algo bien bonito y decorado, que sea al gusto que tú quieras – dije mirando a Lex, ella me miraba fijamente a los ojos con un brillo particular.

- Quiero todo el salón lleno de rosas. Rosas blancas y rojas – Dijo emocionada, a su vez se levantaba del asiento y daba vueltas alrededor del despacho, como si eso la estuviese ayudando a generar ideas de decoración. Mientras yo escribía en mi agenda todo lo que narraba – Quiero luces, específicamente cálidas, sabes que las amo. Quiero que el escenario esté lleno de mucho pétalos y además quiero que mi vestido sea morado pastel con brillos. Por último, pero no menos importante, quiero que lleves una corbata a juego con mi vestido, eso es todo. La comida escogela tú, no tengo problema con eso – Me miró sonriente. Se veía hermosa.

- Está bien linda, todo estará como tú quieres. Coge mi tarjeta y dile a mamá que te acompañe por el vestido. Será hoy a las siete de la noche, paso por ti a las siete en punto. Ni un minuto más, ni un minuto menos, sabes que siempre eres tardada y hoy no puede pasar eso ¿vale? Estaré ocupado organizando la ceremonia, vé con cuidado, te amo – Dije dándole un beso en la frente y pasándole mi tarjeta de crédito.

- Está bien Ethan, yo también te amo – Dijo dándome un beso en la mejilla para así salir de mi despacho.

Me esperaba una tarde demasiado cansada, además ¿Dónde iba a conseguir tantas rosas? Diosa, donde no las consiga, mi mujer me mata.