𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚

࣪ ִֶָ☾. Falta de cerebro ᝰ.ᐟ

- Deja de mirarme así - ordenó el vulpino dándole un golpe en la frente para que se desconectara mirándola con impaciencia. La criaturita inclinó su cabeza hacia un lado y sus huesos volvieron a crujir como una rama partiéndose en otoño - Sabes que me molesta y por eso sigues mirándome ¿verdad? - preguntó el zorro sin esperar alguna respuesta de ella, pues no hablaba y solo movía la cabeza ante el lo cual lo impacientaba.

- ¿Estás bien? - Preguntó el genio haciendo una mueca sin esperar una respuesta al escuchar el estruendo de sus huesos rotos, la miró de arriba a abajo y se acercó para colocarle ambas manos en la cabeza y empezar a moverla de lado a lado. Cada movimiento soltaba un crujido audible y juraba que podría darle una vuelta completa a su cabeza si quisiera pero no era tan cruel.

- ven - ordenó haciendo que se levantara para ponerla plancha arriba sobre una maquinaria para hacerle una radiografía completa. La humanoide se levantó y se quitó la bata que traía puesta. Ni siquiera tenía aparatos reproductores o dos puntos en el pecho que tendrían otras "chicas", era completamente una máquina de matar no necesitaba nada de eso y por lo tanto no estaba incluido en su ser, su boca servía más para arrancar o morder que para comer y su género estaba definido por su tono de voz. El zorro la amarró a la camilla asegurándose de que no pueda moverse haciendo presión para que quede inmóvil y se posicionó para llevar a cabo su análisis.

Sus ojos brillaban y se movían de un lado a otro mirando su entorno y se sobresaltó un segundo. Un rayo verde pasó de arriba a abajo en ella y la examino lenta y detenidamente antes de mostrar los resultados en pantalla, se estremeció y quiso moverse pero fue rápidamente reprendida. El zorro miró su computadora con curiosidad indicandole que se quede quieta al verla inquieta. Lo que veía era varios huesos muy cortos pero unidos, le aportaban una flexibilidad pero eso no explicaba cómo es que estaba de pie si ni siquiera su columna estaba unida completamente - interesante - murmuró el vulpino dándole una mirada fija a su creación.

- Veamos de qué estás hecha - Dijo sacando una jeringa afilada de uno de sus cajones limpiándola con un algodón. Vendetta inmediatamente observó la aguja con una mirada de dramatismo digno de un teatro, sus ojos grandes reflejando lo que claramente percibe como un destino cruel e inevitable dando una expresión dramática al cielo que hace que el científico de una risa contenida. Lanza un suspiro tembloroso y estira su brazo con una expresión de valentía fingida como si estuviera a punto de ir a la orca, que se desmorona en cuanto la aguja apenas roza su piel - Vendetta cálmate - Dijo el zorro entre dientes intentando mantener firmeza y seriedad pero su risa lo traicionaba - Es solo para ver tu sangre - continuó intentando no estallar ante sus muecas y gestos.

La humanoide abrió uno de sus ojos al percibir su tono tembloroso y juguetón y se dedicó a continuar con su dramatismo. Colocó una mano a su frente y llevó excesivamente su cabeza hacia atrás curvando su espalda como si hubiera sido acuchillada o herida y empezó a dar un lamento y llanto exagerado - Vendetta detente - Dijo el zorro tapándose su boca para ocultar su sonrisa - ¿Quieres otra inyección? - preguntó con astucia acercando la aguja hacia ella con malicia.

El vulpino estaba a punto de inyectarla cuando un estruendo hizo temblar la tierra haciéndolo caer de rodillas soltando la aguja. Su fiel creación se arrodilló a su lado y puso una mano en su hombro - Amo - Habló con curiosidad que se reflejaba en sus ojos - ¿Que es eso? - preguntó expectante mientras que el vulpino miraba a su alrededor - Haz silencio - Ordenó poniéndose de pie apartándola para subir hasta arriba de su fortaleza usando sus colas gemelas. La humanoide quedó abajo y alzó su cabeza viendo como su jefe se iba haciendo una despedida ondeando su mano dramáticamente.

El zorro miró toda su tierra y observó como las auroras boreales empezaban a parpadear notablemente sacudiendo todo a cada segundo - No - Murmuró el genio observando lo que acontecía en el cielo - Necesita más energía - Dijo dando la vuelta para hablarle a su cómplice. Asomó su cabeza por el hueco y silbo para llamar su atención - ¡Vendetta! - gritó para sacarla de sus pensamientos mientras que ella jugaba con su ropa intentando ponérsela - ¡No me copies! ¡Deja eso y activa los prismas pulsando esa palanca! - ordenó apuntando el tablero con su dedo índice. La alienígena se sacó la camisa que llevaba puesta rasgándola un poco por su fuerza y la dejó a un lado para ir a tocar botones. Su mirada escaneó el tablero con curiosidad y apretó varios botones al azar divertida con su sonido - ¡Así no! ¡La palanca! - Gritó el zorro impaciente frunciendo el ceño, su secuaz rio y apretó otro botón haciéndolo enojar aún más - ¡ LA PALANCA NO LOS BOTONES ! - ordenó el gulping cada vez más impacientado. Finalmente la peliverde se decidió y con todas sus fuerzas pulsó la palanca arrancándola del tablero.

- ¡Imbecil! - gritó el zorro bajando rápidamente al ver como los prismas emanaban más energía de lo necesario, observó desesperado los rayos de colores que salían disparados con fuerza descontroladamente - ¡Haz algo! - Ordenó acalorado intentando arreglar el tablero a toda velocidad. En la mente de la humanoide la solución era simple, tapar el prisma y ya ¿Fácil verdad? Dio unos pasos hacia adelante y abrazó el prisma aunque no lo cubría por completo - ¡Idiota no hagas eso! - Dijo el zorro tomándola por el pelo para sacarla de allí. Si el llegaba a poner su mano por esos rayos probablemente perdería una extremidad sin embargo su creación era realmente resistente. Se detuvo y miró como intentaba abrazar todo el primas para detener los rayos y se llevó una mano a su cabeza al ver semejante estupidez - Sabes que, inténtalo arregla tu error - Continuó dándose la vuelta para recoger su camisa rota que yacía en el piso - Y cuando termines de autodestruirte lentamente acércate para hacer unas medidas y darte ropa - Aviso mirando los añigos de tela que tenía en sus manos.

Vendetta sonrió y asintió con su cabeza mientras intentaba para los rayos que irradiaba el prima. Si abrazarlo no funcionaba debía romper el núcleo. Soltó la gran piedra arcoíris y le dio una patada al tablero haciendo que toda la energía del mundo se detenga. Las luces se apagaron y se llevó ambas manos a la cintura victoriosa aunque estaba a oscuras.

¡Vendetta!

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Los más chistoso es que
la primera persona en ver mis fics no es mi seguidor
ni vota en la historia te kiero anónimo uwu