Eligió un "college" recomendado por su principal amigo del colegio, JaeYoung, y por otros sunningtonianos, y durante el primer año se las arregló para mantenerse bastante al margen de la vida universitaria, que le resultaba extraña. Pertenecía a un club de antiguos alumnos y jugaban, tomaban el té y comían juntos, conservando sus costumbres y su argot, se sentaban codo con codo en el comedor, y caminaban cogidos del brazo por las calles. De cuando en cuando se emborrachaban y presumian misteriosamente de mujeres, pero su objetivo continuaba siendo estar entre los cinco primeros, y algunos continuaron así toda la vida. No había peleas entre ellos y los otros estudiantes, pero formaban un grupo demasiado compacto para ser popular, y demasiado mediocre para dirigir, y no se molestaban en arriesgarse a conocer a los que procedían de otros colegios. Todo esto se ajustaba muy bien a SeokJin, que poseía una pereza congénita. Aunque no se resolvió ninguno de sus problemas, no se añadió ninguno nuevo, lo que ya es algo. La calma continuaba. Se veía menos asediado por pensamientos carnales. Permanecía quieto en la oscuridad en lugar de buscar a tientas en ella, como si ése fuese el fin para el que cuerpo y alma habían sido tan dolorosamente preparados.
Durante su segundo curso experimentó un cambio. Se había trasladado al college y éste comenzaba a asimilarlo. Podía pasar los días fuera, pero cuando llegaba la noche y las puertas se cerraban tras él comenzaba un nuevo proceso. Aunque era aún un novato, hizo un importante descubrimiento: los adultos se comportaban entre sí educadamente, a menos que hubiese una razón para lo contrario. Algunos veteranos del tercer curso fueron a visitarle a sus habitaciones. Él esperaba que rompieran sus láminas e insultaran la fotografía de su madre, y cuando no lo hicieron dejó de planear cómo debería romper algún día las suyas, con lo cual se ahorró mucho tiempo. Y la actitud de los profesores era aún más notable. SeokJin sólo estaba esperando una atmósfera asi para suavizarse. No disfrutaba siendo cruel y rudo. Esto iba contra su naturaleza. Pero en el colegio era necesario, o hubiera quedado debajo, y había supuesto que sería aún más necesario en el más amplio campo de batalla de la universidad.
Una vez dentro del college, sus descubrimientos se multiplicaron. Las personas se transformaron en seres vivos. Hasta entonces, había supuesto que eran lo que él pretendía ser lisas piezas de cartón sobre las que se dibujaba una imagen convencional, pero cuando paseaba por los patios de noche y veía por las ventanas cómo unos cantaban y otros charlaban y otros estudiaban, se formó en él, por un proceso en que la razón no intervenía, la convicción de que eran seres humanos con sentimientos semejantes a los suyos. Jamás se había comportado con franqueza desde la escuela del señor Myung, y a pesar de los consejos del doctor SungTae no había cambiado de actitud; pero vio que mientras engañaba a los otros, había sido engañado a su vez, y suponiéndolos erróneamente criaturas vacías, había procurado que pensaran que él también lo era. Y ahora veía que no, que también ellos tenían su interior. Pero, Señor, no un interior como el mío. Tan pronto como empezó a pensar en que los demás eran reales, SeokJin se hizo modesto y consciente del pecado: en toda la creación no podía haber nadie tan vil como él; no era ninguna maravilla, por tanto, que pretendiese ser un pedazo de cartón; si los demás supiesen cómo era realmente, le destrozarían. Dios, como era un ser demasiado poderoso, no se preocupaba por él: no podía concebir que hubiese censura más terrorífica que, por ejemplo, la de Kang HyungSuk, que ocupaba las habitaciones que quedaban bajo las suyas, o que hubiese un infierno más cruel que Coventry.
Poco después de este descubrimiento fue a comer con el señor Bahng, el decano.
Había otros dos invitados, JaeYoung y un graduado del Trinity, un pariente del decano, que se llamaba JaeWon. JaeWon era moreno, alto y afectado. Hizo un gesto exagerado al saludar, y cuando hablaba, que lo hacía continuamente, usaba grandes superlativos aunque poco viriles. JaeYoung miró a SeokJin y le hizo un guiño, invitándole a aliarse contra el recién llegado. SeokJin pensó que sería mejor esperar un poco. Su repugnancia a herir al prójimo se hacía cada vez mayor, y además no estaba seguro de que le molestase JaeWon, aunque sin duda debería fastidiarle, y un minuto después así sería ya. Entonces JaeYoung se aventuró solo. Al descubrir que JaeWon adoraba la música, comenzó a atacarlo por ahí, diciendo:
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𝐌𝐀𝐔𝐑𝐈𝐂𝐄 [JinTae]
Romance( 𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝖢𝖨𝖮́𝖭 ) Cuando el joven SeokJin va a la Universidad, se enamora de TaeHyung, uno de sus compañeros de clase. Juntos viven un romance que mantienen en secreto. Sin embargo, TaeHyung, para evitar habladurías y normalizar su vida, de...