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“Jake”:

Jake se encontraba feliz ya que se relación con Heeseung iba mejorando de a poco. Estaba más que claro que ya no lo odiaba, o siquiera le había odiado antes. Y más porque su Heeseung últimamente le había estado dando regalitos como cajas de chocolate, un collar de oro y flores, y eso mantenía a Jake feliz.

Ambos también habían empezado a comprarle cosas a su futuro niño, porque si, iba a ser un niño. Tenían pensado mudarse a un departamento los dos juntos para que su pequeño fuera feliz.

El castaño iba de camino a encontrarse con Heeseung en el centro comercial, aprovechando que Heeseung fue a ver a su primo.

Iba caminando tranquilamente hacia donde el rubio le había dicho pero en su caminata ya que había logrado ver a Heeseung no muy lejos pero chocó con los hermanos Park.

—Jakey... Eh, oye, Heeseung nos pidió que nos quedáramos conmigo hasta que ÉL venga—Dijo el más pálido, sonando nervioso. Jake pensaba constantemente que tenía anemia, es que ese color que se traía no era natural.

—Oh, no, no sé preocupen. Lo acabo de ver, en serio—dijo el menor, señalando alegremente en dónde estaba parado Heeseung que parecía que estaba hablando con alguien.

Ambos hermanos se dieron una mirada preocupada y cómplices. El otro Park se acercó a él para poner una mano en su hombro.

—No, de seguro que es otra persona. Ven, vamos por allá, ví una tienda de niños.

—No. Yo voy a esperar a Heeseung, chicos. Gracias por la invitación.—habló el castaño más bajo, ya un poco irritado y haciendo paso entre los dos mayores.

—No, Jake, espera-

—Si, Ikeu ¡Vuelve!

Jake no los escuchó pero se detuvo en secó al ver cómo una chica besaba a Heeseung y este no hacía nada por apartarla hasta que su mirada se encontró con la de Jake y ahí fue cuando empujó con fuerza a la chica.

—¡Jake! Yo... Ella, no...

Había tratado de decir pero Jake negó, una sonrisa incrédula en sus labios pero sus ojos amenazaba con desbordar lágrimas saladas.

—No, Heeseung... Y-Yo era él que estaba mal—. Dijo como pudo, dando pasos hacia atrás y volviéndose para mirar a Jay y a Sunghoon.— Y ustedes traidores! ¡Cubriendo a este tipo!—les gritó con impotencia y estos solo se encogían de la vergüenza.

Jake se aguantó las lágrimas y caminó a paso fuerte, sin dejarse alcanzar por Heeseung que lo seguía y lo llamaba.

Se subió a un autobús, dejando atrás a Heeseung, no podía siquiera mirarlo por la ventana. Sus pies puestos en el suelo mientras empezaba a llorar.

Fue tan idiota al confiar y creer en sus palabras.

Tuvo que suponerlo desde el primer momento. Se retractaba mil veces al pensar que no lo odiaba, la palabra se quedaba corta con todo el resentimiento que sentía por ese asqueroso ser.

Se cansó, odiaba tanto al padre como al hijo. Tal vez no lo estaba pensando bien pero estaba decidido a cortar todo tipo de acercamiento a ese hombre.

Pueda que se arrepienta más tarde pero ya no lo quería en su vida.

—Me bajo aquí, gracias.

Dijo Jake, bajandose frente al hospital de Seúl, tomando un largo suspiro puso un pie dentro.

—Hola, quiero agendar una cita en la sala de abortos.

La señora de recepción asintió con una sonrisa casi robótica.

—Nombres.

—Shim Jaeyun...

—Mmh... Muy bien. Mañana a las 3:00pm.

El castaño asintió y salió del lugar, tocando su vientre.

Ya no sentía nada, nada más que odio.

No había vuelta atrás...








Tocó soportar, ustedes andaban diciendo que si podía abortar.

Chinguenasumadre

Baybay

Jakey 🐶

Insensible | HeeJake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora