Llegando a mi casa, dejo el palillo de la paleta ya acabada en el basurero. Ya en la privacidad de mi hogar, puedo emocionarme y salta con un tonto.
ㅡ¡Dan! Lo logramos... Vas a tener una mamá... O bueno, no exactamente... No lo sé, pero estoy más que contento.
Digo feliz mientras cargo al Bangbú en mis brazos, él mismo de muestra confuso pero feliz de que yo lo esté.
ㅡAdemás, mañana tendré una misión donde podré destrozar seres estéreos, nada como una buena pelea para desatar el estrés del trabajo. Ahh~ esto es vida, pequeño Dan... Dejar la vida criminal fue lo mejor que pudimos haber hecho.
Con el Bangbú en mi pecho ya tirado en la cama, mis párpados cada vez más pesados y la mente más suelta, caigo en un sueño profundo y reparador.
...
Otro de esos sueños, extraños pero tan familiares que parecen ser reales, lagunas en la mente, fragmentos de un rompecabezas en la memoria.
El pequeño ___ acompañado de su Bangbú en los rincones de la ciudad buscaba algo de comer. Aún no estaba en eso de robar algo, así que iba pidiendo limosnas o si encontraba algo en buen estado del basurero. Luego de una búsqueda exhaustiva sin éxito, decide rendirse y regresar a la pila de cosas que suele llamar casa.
De no ser por que una pelota de hule le golpea en la cabeza...
Una pequeña niña se acerca corriendo para buscar la pelota perdida, su cabello oscuro junto con sus dos broches parecidos a pequeñas bolas de nieve resaltan, pero lo más curioso, su pequeña cola de tiburón que sobresalía de la falda de su vestidito.
ㅡAh... ¿Es tuyo? Ten.
El pequeño niño quien tomó la pelota, la devuelve con un lanzamiento. El juguete cae en manos de la niña quien lo mira fijamente.
Ese niño era distinto, ropa y cabello hecho un desastre, aspecto descuidado que indicaba el poco aseo personal que podía recibir mientras buscaba al menos algo para comer. Muy distinto a su vida quien comía sus tres comidas al día sin falta.
Sus ojos rojos penetrantes se fijaban en aquel niño de distinto mundo que el de ella. Una maestra quien parecía ser la tutora de la niña, la toma de la mano para llevarla de vuelta, no sin antes lanzarle una mirada de rechazo al pequeño con su Bangbú...
ㅡQue mal... Podríamos haber jugado algo... Bueno, mejor volveré a casa, recuerdo que mi madre me golpeaba más fuerte que lo normal cuando llegaba tarde a casa.
¿Golpearme? No, mamá es muy linda y buena, nunca haría eso...
Pensó el pequeño. De todas formas tenía que volver aún con el estómago vacío, aunque me doliera mucho pasar hambre.
Y hasta el día de hoy, ___ no recuerda nada de eso ni el encuentro con la pequeña niña, ya que ___ sufre problema de memoria.
...
ㅡArgh... Mi cabeza está hecha un tornado... ¿Que fue ese sueño tan raro? ¿Por que Dan estaba tomando champán en él? Es un Bangbú...
Con ese extraño sueño grabado en la memoria, me alisto rápidamente con mi uniforme para recoger mi equipamiento a la agencia, me dijeron que en la cavidad me encontraré a esos que llaman proxy, guías en las cavidades. Se trata de Faetón, el proxy más hábil en todos los rincones de Nueva Eridu.
ㅡBuen día, pequeño. Te deseo la mayor de las suertes en tu misión ㅡRina con su voz cálida habitual es la primera en hablar.
Lycaon y Corin igualmente me desean suerte en mi objetivo, el cual era escolar a un investigador que necesitaba tomar algunas muestras de los cristales estéreos que suelen formarse en las cavidades.
ESTÁS LEYENDO
•Sharks And Lollipops• [Ellen Joe x Lector]
Romans¿Quien diría que los tiburones no solo acechan en el océano? maids, piruletas y muchas siestas. Una semi-humana demuestra el significado de indicar su superioridad con elegancia a un simple rufián como yo. La mayoría de los personajes de esta obra n...