Niebla de Espejo Roto

-Capitulo 02-

Primer dia

—Narrador omnisciente—

Un lunes por la mañana tranquilo como cualquiera, a quien engaño. El día había empezado sonando las 20 alarmas que se ponía Beeko los días de instituto, hasta su propia sombra se molestó con ella.

—Que quejicas sois, solamente fueron como pocas y ya— habló la chica con marcas y con algunas ramas en su pelo —no hacía falta los golpes.....Cabronas....— lo último lo susurro y se ganó un golpe metálico de parte de cierta robot —¡Auch!— se quejó y dejó caer la cabeza en la mesa.

—Ese golpe la ha dejado más tonta de lo normal— habló Girasol riendo un poco en silencio.

—No insulte a sus compañeras joven Rieck— hablo ahora desde la cocina la robot, limpiando los platos de las chicas que habían utilizado para desayunar.

—¿Yo no puedo ni insultar pero ellas si me pueden pegar? Inkedribol—

Y si, le habían pegado todas un poco, Krizz le pegó un bofetón en la cabeza al igual que Kelse, pero con un churro, mientras que Girasol le había pegado con una rama de su poder pero no tan grande.

—¿Es que a ti te pegan en casa o que? No te tienes que levantar a las 6:30 inutil de mierda— dijo Kelse como siempre con amabilidad —Además Clerne nos despierta a las 7:30 y literalmente vivimos en la academia—

—Es la vieja costumbre, bueno me piro a ducharme y a quitarme las ramitas— con eso Beeko se fue de allí.

—Esta tarde vendrá la joven Bil o como vosotras la conocéis, Sand— habló la robot con tranquilidad —y como es vuestro primer dia de clase no creo que hagais mucho la verdad— con eso salió de la cocina y las miro a las tres que estaban sentadas en el sofá —como todas nos hemos levantado temprano será mejor que os preparéis ya—

Un rato después todas las chicas se habían ido a sus clases, claro por separado. Kelse y Beeko se fueron a la clase 0A, mientras que Girasol y Krizz a la clase 0B, una clase más ruidosa que otra, si se le puede decir así....

Bueno viendo que era el primer día de clase no harían casi nada interesante, tal vez presentaciones y ya. Pero ahora vayamos con Clerner, quien estaba haciendo unos horarios de entrenamiento y documentos, ya que aparte de ser la jefa de habitaciones también sería su instructora de entrenamiento.

—Las jóvenes Cañpos y Rieck tienen enfermedades.....— murmuró y de pronto sintió una mala espina al mencionar esas dos —siento que ellas dos se están peleando por una tontería....— y de pronto empezó a preocuparse, algo no habitual en ella.

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—¡ESPERA KELSE NO ME LO ESTAMPE EN LA CARA!— chillo Beeko como niña pequeña, mientras se ponía sus manos delante de la cara para protegerse de su amiga.

—¡QUERÍAS QUE PRACTICARA CON EL TECLADO Y LO VOY A PRACTICAR ESTRELLANDOLO EN TU CARA!¡INUTIL!— gritó mientras se lanzaba contra ella con teclado de ordenador, y bueno, sus compañeros las ignoraban.

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—Estarán bien— se dijo así misma y siguió con lo suyo, hasta que tocaron la puerta.

Agarró su lanza y fue con el máximo cuidado a la puerta, al estar ya enfrente empezó abrirla despacio, aunque después la abrió rápido y apuntó con su lanza al intruso.

—Wow ¿Ya ni puedo hacer una visita o que?— habló la intrusa o mejor conocida la directora.

Clerne entró en pánico y rápidamente se arrodilló enfrente de ella, pidiendo perdón muchas veces seguidas.