𝟎𝟒

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NARRA JUNGKOOK.

Me desperté por el ruido de los pajaritos cantar, era mi alarma favorita, hasta que recordé lo que había pasado ayer con MinHee, soy un total idiota, ¿ahora con qué cara la voy a ver?

Y saber que seguro era su primer beso y que yo se lo había dado no me sentía muy orgulloso de ello, le va a ser difícil olvidarme. Me removí en la cama hasta quedar sentado y procedí a incorporarme para dirigirme a la habitación donde dormía MinHee pero no sin antes ponerme una bata ya que me encontraba solamente en bóxer.

Caminé a pasos silenciosos hacia su habitación y abrí la puerta un poco y asomé la cabeza, estaba plácidamente dormida como un bebé, termine de entrar en la habitación y me senté en el borde de la cama.

Me incliné hacia ella.

— Despierta dormilona.—Murmuré cerca de sus labios.

Tenía unas ganas tremendas de besarla de nuevo.

Aún seguía con un sueño pesado, por un impulso escondí mi rostro en el hueco de su cuello e inhalé su aroma a frambuesas y miel, muy embriagador para mi.

— Hmm... ¿que h-haces, Jungkook?—La voz adormilada de Minhee me hizo reaccionar y levanté la mirada hacia su rostro, se veía tan hermosa al despertar en la mañana.

— Solo te venía a despertar.—Solté un suspiro y me incorporé.—Tenías la mejilla toda babeada.

— ¿Que?—Exclamó avergonzada y tocó sus dos mejillas, al ver que era solo una broma rodó los ojos.—Me duele el riñón de tanto reír.—Dijo sarcástica.

—Ve a bañarte y yo hago el desayuno.—Dije saliendo de la habitación y soltando una pequeña risa nasal por lo bajo.

NARRA MINHEE.

El agua caliente de la ducha mojaba mi piel, me decidía por cual shampoo ponerme, pues el señor millonario tenía de todo tipo, para caspa, para que quede brillante, para que huela bien, para suavizarlo, ¡para todo! al final me decidí por el que olía muy bien como a chicle, mi olfato nunca falla.

Al terminar de ducharme enrolle mi delgado y curvado torso en una toalla de algodón blanca y salí del baño para buscar la ropa en el armario que se encontraba a un costado de la recamara, al abrir el armario me llevé una sorpresa, no sabía que Jungkook tenía mucha variedad de prendas para mujer, ¿será de las cariñosas que le dan servicio? ni idea.

Al final me decidí por un vestido muy lindo y sensillo color rosa palo, los bordes de las mangas era muy bonito y me llegaba a la mitad del muslo, termine de ponerme unas zapatillas del mismo color del vestido y arreglé un poco mi cabello con un cepillo que encontré, finalmente terminé y baje a la sala.

Al entrar al comedor me senté en la mesa, Jungkook estaba cocinando de espaldas y no se había percatado aún de mi presencia, se veía lindo así, me imaginé haciéndome en desayuno siendo mi marido pero rápidamente borré esos pensamientos al recordar lo que había pasado ayer, me había besado y ni siquiera me dijo nada y me mandó a dormir de la forma más fría que pudo haber sido.

Hasta que se dió la vuelta y me miró con una sonrisa.

— Te ves hermosa.—Me sonrojé de inmediato.

— No hay que mentir para convivir, Jeon.—Sonreí.

— No miento, de verdad.—Se acercó y levantó mi barbilla.

— Compré toda esa ropa para ti, ¿lo sabías?

¿En que momento...?

— No te creo.—Dije nerviosa.

𝐌afia's bossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora