Escribí “Adrian” con la intención de demostrar la belleza en lo más vulgar que tiene la vida, el amor y el sexo, cuando decimos la palabra poema todos pensamos en una dedicatoria de amor tierna y pura, de esas que se regalan las parejitas que están bien enamoradas, dejando de lado todo lo que realmente puede ser, no tenemos que escondernos por ser directos, se puede ser directo y decir cuánto se quiere al otro por más que pueda no ser de forma “convencional”, lo que hay es un juego de poder, alguien tiene que ceder cuando nos vamos de intimos y alguien tiene que ir y hacer mientras ve si al otro le gusta lo mismo. Es por esto que empecé este libro. Porque no se suele dejar ver ese lado atrevido y pasional que todos llevamos dentro, vivimos reprimidos en jaulas emocionales, en el que la lujuria tiene que mostrarse solo con el cuerpo, ¿como se puede reducir tanto la intimidad hasta volverla un pedazo de algún objeto?, ser “objeto” de deseo no implica que “garchar” sea lo mismo que ir y abrir una puerta. Eso es verdaderamente vulgar e indignante.
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Adrián (poemario)
Poetry"Lo suave no es para mí, amar duele, quiero que me muestres cuanto te duele amarme, como tu ser se corrompe y tu cuerpo se desvanece por mis manos que tanto deseas que rocen tu piel"