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Es cuando más duelen mis mordidas en tu piel

Que más se vuelve tu cuerpo mi alimento

Con sed de besos y suspiros, de tus labios vibrantes sonidos

No guardes silencio, quienes en silencio viven deberían tenernos celos

Jugando al inicio, esperarás justo en la mitad, donde llega el final de la cuerda

Con suerte te soltaré hasta la meta si te has comportado

Me encanta acabar con tus desesperadas esperanzas

Tus lujuriosos ojos mirándome desvergonzadamente

Después mis manos aprisionando tu piel entre sus yemas sin piedad

Casi como dios al mando de tus anhelos insatisfechos

Las cruzadas miradas, mi risa entre tus espasmódicas súplicas ambiciosas

Un vaivén entre la negación y el avance de un capricho incumplido

Una punzada clavándose, desgarrando tu fina carne

Exquisita sangre derramada sin dolor ni culpas

Agitado corazón acelerado, no son mis manos o mis labios la razón de tus pecados

Gratificante bebida del placer culminado

Un premio dignamente alcanzado mi bien comportado amante

Adrián (poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora