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Si nos vemos todos los días pero no nos conocemos

Y es que en mi imaginación nos besamos
Me dejas aplastarte y después me dejas abrazarte

Déjame callarte, la tensión de tu cuerpo cuando se contrae es todo lo que necesito

Te hablan mucho, pero nadie te dice nada, endulzando tus oídos

Yo con tranquilidad puedo saborearlo mientras te digo todo lo que pienso

Mientras te miro a la cara y dejas ir toda la pena ronroneando

Ah, qué bien es sentirse unido al otro

Las manos son para tocar, cada uno con su recorrido, al mismo ritmo

Besándote, mordiéndote, probando cada parte de tu ser

Adoro tus ojos y tu voz en jaque

El movimiento inconsciente de tu cuerpo cuando te digo que te quedes quieto

Cuando por más que parezca en desventaja lleve la rienda atada a tu cuello tirando de ella, sofocándote cuando no te comportas y cuando estás en el punto justo

Soy la condena de tu vida atorranta y fiestera

Que por mucho que te haya funcionado la pinta de chamuyero

A mí con tus chamuyos no me vas a convencer

Voy a seguirte usando como mi juguete, con el que a veces me divierto y otras estoy junto a él

Adrián (poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora